Cine – ‘The Phantom’, de Paolo Barzman

Título original: The Phantom.

Director: Paolo Barzman.

Reparto: Ryan Carnes, Cameron Goodman, Jean Marchand, Sandrine Holt, Isabella Rosellini, Ron Lea, Cas Anvar, Ivan Smith.

Guion: Charles H. Knauf, Daniel Knauf.

Música: Michel Corriveau.

Duración: 170 minutos.

Estreno: 20 de diciembre de 2009 (Canadá).

A veces resulta extraño ver cómo los personajes más clásicos dan el salto al cine en versiones rocambolescas y arriesgadísimas sin haber dado siquiera una oportunidad a ver su versión más clásica. Cierto es que tras el boom del cómic en el cine que se despertó con el Batman de 1989 (aquí, su crítica), The Phantom tuvo en 1996 una versión más o menos cercana a las viñetas de Lee Falk (aquí, su crítica), pero el intento de actualizar el personaje en 2009 fue uno de esos inventos que están en un olvido que seguramente merecen, por su apuesta y por los resultados de la misma. The Phantom, en esta versión, da el salto a nuestro tiempo. Coge la tradición heredada del vengador púrpura, eso sí se acerca al original, pero dando un salto tan grande que el traje original se muestra casi para despreciarlo, puesto en un maniquí, y el héroe se viste con una especie de armadura de aspecto frío y desangelado en la que casi hay que creerse que sea del color original, por mucho Photoshop que se le pusiera a las imágenes promocionales, porque da la impresión de ser una prolongación más del negro que viste a la inmensa mayoría de los héroes enmascarados modernos del cine. Y eso cuando lo lleva, porque lo que tenemos entre manos es un episodio piloto doble de casi tres horas de duración en la que no vemos ese traje hasta el ecuador de su metraje.

Eso da una idea de la gran cantidad de material de relleno que hay en The Phantom. Su duración no se justifica con lo que vemos, ni con el entorno que plantea para la reaparición del héroe ni para hacer una historia de origen del protagonista, al que conocemos como Chris Moore pero que pasados bastantes minutos descubre que se llama realmente Kit Walker. Ryan Carnes cumple sin alardes en el papel, puede que siendo consciente de que no tiene entre manos una apuesta ganadora. Se puede decir lo mismo del resto del reparto, donde sobresale por nombre, que no por resultados, la presencia de una Isabella Rossellini que no se sabe muy bien cómo ha podido acabar en un producto como este. El suyo es uno de esos personajes que parecen pensados para ser los que dan las explicaciones, en el piloto o en la subsiguiente serie que tenía que haber seguido pero que obviamente nunca se produjo, pero se quedan en nada. Como el villano con cuya presentación finalizan estas largas tres horas, y que da la impresión de ser la excusa argumental definitiva de todo este episodio piloto, mucho más que la presentación del mismo héroe. Puede que esa sea la mejor demostración de lo consciente que es esta producción de que está contando algo alargado innecesariamente y que deja la sensación de que no llego a mostrarnos lo que realmente deseaba.

Esa irregularidad se apresa de todo el piloto, antes y después de que Phantom haga su aparición real en la historia. Las escenas de acción, leves e incluso algo torpes, no están a la altura de lo que el género podía ofrecer, aunque sea en un formato televisivo que estaba lejos de explotar con la llegada de las plataformas actuales, y realmente uno pasa por The Phantom con la triste sensación de que no hay nada que le pueda enganchar de verdad, ni a lo que está viendo ni a la esencia de su protagonista. Si una adaptación no consigue despertar el interés por el personaje original, podemos concluir sin miedo que está muy cerca del fracaso. Si en los cambios que hace tampoco encuentra nada que haga de la suya una versión potente y atractiva, podemos darlo por seguro. The Phantom es una de las más olvidables muestras de lo que supone adaptar o actualizar un personaje de cómic, y más uno de los clásicos, en acción real. Cuesta mucho encontrarle el sentido, y la razón principal para aguantar hasta el final es, precisamente, la que proporciona la esperanza de que acabe llegando algo que de verdad impacte. La factura técnica y artística de este piloto, con todo, es más o menos correcta, pero ahí termina todo lo bueno que se puede decir de él. The Phantom sigue esperando una versión definitiva o, al menos, más cercana a su espíritu.

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