‘F. Compo’ 1, de Tsukasa Hôjô

Editorial: Arechi.

Guion: Tsukasa Hôjô.

Dibujo: Tsukasa Hôjô.

Páginas: 264.

Precio: 12,50 euros.

Presentación: Rústica con sobrecubierta.

Publicación: Junio 2021.

¿Cómo demonios podemos hablar de F. Compo sin desvelar la gran sorpresa que esconde? Aún a riesgo de que el análisis de este primer volumen quede algo cojo, la mejor manera de hacerlo es… no hacerlo. Sí podemos decir que Tsukasa Hôjô se ha inventado una comedia familiar diferente, pero comedia familiar al fin y al cabo, en la que los enredos sexuales y los tabúes sociales son la clave de absolutamente todo lo que vemos a través de los ojos de un adolescente que acaba de perder a su madre, la única familia que le quedaba en teoría. Pero no es así, y de esta manera empieza una nueva vida en la que se va a dar cuenta de que no todo es como podría haber imaginado. Y sí, la clave está en la familia, F. Compo se mueve en esos parámetros siempre, aunque su escenario sea bastante singular, y Hôjô consigue que nos riamos de situaciones que parecen rocambolescas y que, en realidad son bastante más cotidianas de lo que pudiera parecer en un principio. Su gran mérito, en todo caso, y más aún viendo la longevidad de once tomos que tiene la serie, es que no parece agotarse nunca una fórmula que desde el principio parece algo limitada. Pero no, la frescura se mantiene en todo momento y llegamos al final de este primer volumen con el convencimiento de que aún nos quedan muchas peripecias ocurrentes que vivir con estos personajes.

El gran acierto de Hôjô radica en aunar lo ordinario y lo extraordinario en un entorno como el familiar. Seguimos sin desvelar nada, pero es obvio que la ingenuidad de Masahiko, que así se llama nuestro protagonista, es la clave para disfrutar con todo lo que está por venir en su nueva familia. La relación que va a mantener con sus nuevos padres y su hermana es tan divertida que cada nuevo enredo no hace nada más que mejorar el escenario, mucho más cuando Hôjô se encarga de recordarnos que este muchacho tiene un pasado. En otras palabras, F. Compo no es una simple provocación divertida con base sexual sino un simpático retrato de la madurez personal y, sí, sexual, de un muchacho que en realidad está aprendiendo a vivir y que tiene un nuevo punto de partida tras quedarse sin la familia que siempre ha conocido y a punto de dar el paso de entrar en la universidad. La serie sabe ser divertida y sexy, pero también atrevida y con mensaje, y todo ello a través de capítulos más o menos cerrados que van creando una cronología que se lee con mucho agrado una vez que se comprenden sus reglas. Reglas que, de nuevo insistimos, no vamos a desvelar, porque no tendría sentido adelantar lo que el mangaka ha diseñado con tanto mimo.

Y cuando hablamos de diseño, hablamos también del magnífico dibujo de este manga, que pone un cuidado increíblemente especial en los rostros de los personajes, que llegan a alcanzar una belleza sublime, casi inimaginable en lo que no deja de ser una comedia. Ese género también lo domina Hôjô cada vez que tiene que explotarlo, y no tanto con la caricatura, que también la utiliza como recurso cuando lo estima conveniente, sino sobre todo con la puesta en escena, que es sobresaliente. F. Compo se convierte así es un manga no solo divertido sino también muy sexy, lo cual tiene su gracia viendo la diversidad sexual que plantea a distintos niveles. Y con eso seguimos sin desvelar las grandes sorpresas que hay en el arranque de la serie pero al mismo tiempo ponemos la mano en el fuego por ella, por su frescura y diversión, porque propone una trama juguetona y muy entretenida una vez que se entiende el escenario en el que se va a mover, uno en el que aunque todo parezca muy claro ya desde el segundo capítulo todavía tiene la capacidad de enseñarnos rincones bastante novedosos y originales. Desde luego, esas son las sensaciones que deja este largo primer volumen, que sabe moverse desde la comedia concreta hasta la sátira social más aguda y, por momentos, de gran inteligencia.

Coamix comenzó a publicar F. Compo en 1996. No tiene contenido extra.

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