Guion: John Byrne, Marv Wolfman.
Dibujo: John Byrne, Mike Mignola, Jerry Ordway.
Páginas: 576.
Precio: 46,50 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Febrero 2021.
De los nuevos orígenes que DC tuvo que construir para sus personajes tras Crisis en Tierras infinitas (aquí, su reseña), parece difícil dudar de que el mejor, el más profundo y significativo, fue el Año uno de Batman (aquí, su reseña), pero el trabajo que hizo John Byrne con Superman fue de mucho más calado a largo plazo. El Hombre de Acero, la colección de cuatro volúmenes que comienza con este, no es solo la etapa de Byrne, pero es indudable que el autor tiene una influencia capital para entender estos años y la reformulación del propio Superman. Porque Superman se había convertido en un batiburrillo en el que todo era posible. Las décadas precedentes le habían dado un abanico de poderes asombroso, entendido esto como algo negativo, se habían multiplicado las kryptonitas y los kryptonianos, y la misma esencia del personaje, por entretenidas que fueran sus aventuras, estaba en peligro. Byrne regreso a lo básico, montó una historia formidable para entender su origen, para que Krypton fuera una civilización alienígena con sus propias reglas, para que los Kent recuperaran el papel perdido, para que la relación con Lois volviera a ser dinámica, para que Luthor se convirtiera en una amenaza real para el héroe y para su alter ego. Lo reformuló todo, con un Superman más humano y menos todopoderoso, y el resultado fue de los que marcan época.
El volumen arranca con Mundo de Krypton, que es la miniserie con la que Byrne, con dibujo de Mike Mignola, reconstruyó la sociedad del planeta natal de Superman cuando ya había establecido el nuevo universo de Superman. Esto quiere dar una idea de cronología más firme al trabajo de Byrne, aunque hace tambalear un poco la lectura si el interés de quien se aproxima a este volumen es Superman por encima de su mitología añadida. Sea como fuere, es una historia brillante y seguramente muy necesaria para completar lo que el autor había venido mostrando en las series del personaje. Lo más destacable es, precisamente, la miniserie que da título a esta colección. El Hombre de Acero son solo seis números, con un protagonismo diferente para cada uno de ellos, y en los que básicamente está todo lo que es imprescindible saber de Superman. Byrne, de hecho, encara así su titánica tarea de redefinir su mundo, añadiendo elementos a un puzle cada vez más grande. Krypton, Smallville, los Kent, Lana, Metrópolis, Luthor, Bizarro, Batman, Metallo… y después más y más, con su primer enfrentamiento con Darkseid, con la irrupción de Wonder Woman, y todo con historias que despiertan nostalgia nada más verlas y que aún hoy siguen siendo tremendamente entretenidas de principio a fin.
El mejor Byrne era así, uno que se podía leer con cualquier edad y en cualquier momento, y lo mismo se puede decir de su dibujo. Es tan icónico en todo lo que hace que sus versiones de todos los personajes están entre las más reconocibles de la historia de Superman y su mundo. Cómo le gustaba jugar con los detalles y darles una importancia que en otros tebeos podrían pasar desapercibidos. Hasta nos cuela en una elipsis un desnudo de Lois ante Luthor y Clark que resuelve con una gracia tremenda. O nos cuenta detalles tan aparentemente absurdos como la forma en la que Superman tiene que afeitarse de forma que esté integrado en el relato. Cuando Byrne se asomó al personaje estaba en la cumbre como artista y parecía convertir en oro todo lo que tocaba. Con Superman, desde luego, lo hizo, y mucho más en estos primeros números, que son la definición perfecta de los primeros pasos de un personaje al que había que devolverle su humanidad sin perder un ápice del tono aventurero que tan bien le funcionaba. Y sí, Byrne nos devolvió al mejor boy scout con argumentos que parecían sencillos pero que, por encima de todos, eran brillantes y respetaban el material original. Hay tanto y tan buen Superman en estas páginas que es imposible resistirse a entrar en el juego que nos propone. Y nunca es mal momento para volver a reivindicar a Byrne.
El volumen incluye los cuatro números de World of Krypton, los seis de Man of Steel, los cinco primeros de Superman, los 424 a 428 de Adventures of Superman y los 584 a 587 de Action Comics, publicados originalmente por DC Comics entre septiembre y marzo de 1988. El único contenido extra son las cubiertas originales de John Byrne.
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