‘Josefina. La emperatriz de las rosas’ 1, de Kaoru Ochiai y Yumiko Igarashi

Editorial: Arechi.

Guion: Kaoru Ochiai.

Dibujo: Yumiko Igarashi.

Páginas: 192.

Precio: 9 euros.

Presentación: Rústica con sobrecubierta.

Publicación: Marzo 2021.

Hay algo muy divertido en contarnos la biografía de un personaje desde el punto de vista de otro, y eso es lo que hacen Kaoru Ochiai y Yumiko Igarashi en Josefina. La emperatriz de las rosas ya desde su primer volumen. SI decimos que esta es la biografía ficcionada de Marie Josèphe Rose Tascher de la Pagerie, seguro que no mucha gente sabrá de quién estamos hablando. Si precisamos a Josefina de Beauharnais habremos ganado algo más. Pero si decimos que estamos ante la primera esposa de Napoleón Bonaparte y, por tanto, emperatriz de Francia, seguro que ya hemos alcanzado a casi todos los lectores. Pero ojo, esta no va a ser en ningún momento la historia de Napoleón y, desde luego, no lo puede ser en un primer volumen en el que el afamado militar francés ni siquiera llega a aparecer más que en la portadilla interior de la historia, la que nos recuerda hasta dónde nos va a llevar. Y quien nos cuenta su historia no es Josefina, sino su ayudante de cámara, Agathon, que lo es desde que era un simple crío. Eso da una perspectiva más que interesante al relato porque abre sus posibilidades y, sobre todo, sus interpretaciones. Josefina es nuestra heroína, sí, pero no lo es siempre, no todas sus decisiones van a generar el mismo consenso en el lector y Agathon se va a convertir en la voz de la razón, incluso desde su corta edad.

Ochiai parte del final, pero sin explicarnos nada más, y utiliza una profecía para recordarnos hasta dónde nos va a llevar, pero dejando claro que esta no es una historia feliz. No hace mucha falta el recordatorio, porque en las páginas de este primer libro lo que nos muestra es un constante vaivén de emociones. Es la historia de una niña alegre que se convierte en mujer y que ahí, con las obligaciones del matrimonio, descubre los sinsabores de la vida… y también sus posibilidades. Y eso es lo que Agathon va viendo y lo que nos va contando. La suya es una historia de un amor muy particular, la que este muchacho siente por Josefina. Es la historia de un ascenso social que nunca vamos a llegar a ver como tal. Y es ahí donde Josefina se convierte en una historia bastante notable, y que se nota que está lejos de dar todo lo que tiene en este primer libro. En realidad, acabamos de empezar. Las elipsis se entienden tan bien como el contexto que nos propone Ochiai, y el guion nos ofrece la suficiente variedad como para no dejarnos llevar solo por los momentos de tristeza o de duda. Los personajes, en ese sentido, están muy bien construidos, y no solo para cada momento sino como parte de una evolución que es la que nos tiene que ir llevando a los distintos momentos de la vida de Josefina. Ahí es donde radica la fuerza de la serie que ahora comienza.

Ahí y, por supuesto, en el dibujo de Igarashi, a quien se publicita de una manera acertada como la ilustradora de Candy Candy. Se nota la misma sensibilidad en los dibujos de Josefina que en los de aquel personaje que la mayoría conocimos a través de su anime hace ya tantos años. El primero objetivo, el más obvio, es lograr que todos los lectores nos enamoremos de Josefina… pero también de Agathon. Y eso lo consigue casi sin esfuerzo, con unas primeras secuencias en las que conocemos a ambos en su niñez, dejando unas sensaciones que no perdemos cuando ella empieza a convertirse en una mujer y él, de menor edad, en un muchacho, a los que sabe utilizar en la comedia pero especialmente en el terreno de las emociones, que es la base evidente de lo que nos está contando. Hay mucha precisión en Igarashi a la hora de mostrar los escenarios en los que acontece la historia, en el minucioso trabajo que hay para dibujar lugares y vestuario, en todo lo que nos mete de lleno en la época del relato. Y la mezcla de todos esos elementos deja un regusto espléndido mientras leemos este manga. Josefina. La emperatriz de las rosas todavía no ha llegado hasta el punto en el que se justifique el título, pero sí su lectura, porque hay muchos aciertos en las páginas de este primer volumen.

Bara No Josephine comenzó a publicarse en 2013. No tiene contenido extra.

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