Al leer Éramos el enemigo (aquí, su reseña), se tiene la sensación de que estamos ante uno de esos cómics importantes, ante una historia que todo el mundo tendría que conocer, mucho más allá de que quien la está narrando en primer lugar sea George Takei, Sulu en el Star Trek clásico. Y con ese gran sabor de boca que deja un cómic que ganó un Premio Eisner al mejor trabajo basado en hechos reales, nos lanzamos a entrevistar a su dibujante, Harmony Becker, que ha realizado un trabajo maravilloso dando vida a una historia sensible y emocionante. La entrevista, por cierto, se realiza directamente en español, ya que la autora conoce el idioma y se desenvuelve a la perfección así para contarnos cómo consiguió el puesto, lo que aportó con su talento… ¡y hasta lo que sabía de Star Trek antes de empezar!
No sé cómo te presentaron el proyecto, ¿pero qué pensaste cuando te dijeron que era parte de la biografía de George Takei?
Al principio cuando se me acercó Leigh Walton, nuestro editor, solo me dijo que era un proyecto sobre la experiencia japonesa-americana. Expresé mi interés en el proyecto pero no fue hasta tres meses después cuando me llamó para ofrecerme oficialmente el proyecto que reveló la conexión a George Takei. ¡Me sorprendí mucho al darme cuenta que el proyecto era mucho más grande de lo que imaginaba!
Te unes al equipo cuando Éramos el enemigo llevaba ya un año escribiéndose. ¿Tuviste margen para introducir ideas o cambios o el proyecto estaba ya muy definido?
Hice unos cambios muy pequeños, por ejemplo puse unas palabras en japonés, pero en general seguí al guion. Siento que en esta ocasión en particular, siendo la historia de una persona real, fue más importante seguir lo que George quería.
En Europa seguramente lo que cuenta la novela gráfica no es tan conocido como lo puede ser en Estados Unidos. ¿Qué crees que es lo que más va a sorprender al lector español sobre estos campos de concentración en los que vivieron los japoneses americanos durante la Segunda Guerra Mundial?
No sé, ya que no soy española y no tengo suficiente experiencia desde esa perspectiva para responder. Impresionantemente, tampoco es muy conocido en Estados Unidos, yo nada más lo sabía por ser mitad japonesa. De niña siempre buscaba historias japonesas en la biblioteca, y una gran parte de ellas era sobre esa experiencia. No nos lo enseñaron en la escuela, tuve que buscarla.
Imagino que utilizaste fotografías reales de todos los personajes, por lo menos de los principales. Para ti como ilustradora, ¿eso te hace el trabajo más fácil o más difícil? ¿Qué te dijo George cuando vio los diseños de los personajes de su familia y de él mismo por primera vez? ¿Y qué indicaciones te dio en las conversaciones que tuvisteis?
Creo que lo hace más difícil y más fácil al mismo tiempo. Más fácil por supuesto por lo que dicen, una imagen vale más que mil palabras, con fotos podía dibujar una persona como realmente era. Al mismo tiempo, tenía el reto de hacer que esa persona exprese muchas emociones y se parezca a la persona real, Lo que fue complicado ya que en general tenía una sola foto de cada persona. Me acuerdo que al ver por primera vez mis dibujos de su familia, George me comentó que no dibujé a Henry suficientemente gordo, ja, ja.
Lo que más me gusta de tu trabajo en Éramos el enemigo es la expresividad que le das a los personajes, la ingenuidad y la curiosidad que se ve en George o el sufrimiento que se aprecia en sus padres. ¿Cómo lo consigues?
Estudié animación, en particular el proceso de Disney para, de una manera, engañar a la audiencia, que está viendo a una persona real con emociones reales. Yo lo interpreto como un ejercicio de empatía y comunicación, buscar la manera más efectiva de transmitir una emoción para que la persona leyendo también se la sienta.
Para crear ropas o escenarios, sobre todo los campos de concentración. ¿te hizo falta mucho trabajo de documentación?
Sí, por supuesto. Afortunadamente hay mucha referencia en libros e Internet, aunque a veces está etiquetada incorrectamente. Dibujé por ejemplo la cafetería de Tule Lake siguiendo una foto que encontré en Internet, y George me dijo que el edificio era totalmente distinto.
Repasando todos los trabajos que hay en tu web, no hay nada en blanco y negro, y aún así Éramos el enemigo no tiene color. ¿Era una condición del trabajo o lo sugeriste tú? ¿Te sentiste cómoda trabajando así?
Hice las pruebas en blanco y negro y les gustó, por lo que continuamos así. Es verdad que no tenía mucho trabajo en blanco y negro pero ya que crecí leyendo manga, que es casi siempre en blanco y negro, fue muy natural. Además había dibujado mi webcomic Himawari Share, que luego se convirtió en Himawari House, en blanco y negro y ya me había acostumbrado al proceso de dibujar así.
Hiciste la novela gráfica en digital, con Clip Studio Paint. ¿Siempre trabajas así? ¿Cuánto tiempo te llevó terminar el cómic completo y a qué ritmo diario trabajabas?
Empecé dibujar el webcomic Himawari Share tradicionalmente y escaneaba las páginas, poniendo luego los screentones en Photoshop. También hice las páginas de prueba para Éramos el Enemigo de esta manera. Ya cuándo conseguí el trabajo definitivamente hice la transición a 100% digital para poder trabajar de forma remota. También optimizó el proceso bastante. Me entregaron el guion completo en septiembre 2018 y entregué las páginas completas al final de abril 2019. Creo que me tardó un mes en dibujar los thumbnails/sketches, tres meses y medio para los inks, y un mes y medio para los screentones. Pero ahora ya no puedo trabajar tan rápido, ja, ja.
¿Qué sentiste cuando os anunciaron el año pasado el Premio Eisner al mejor trabajo basado en hechos reales? ¿Qué supone para ti y para tu carrera?
Pues es totalmente un esfuerzo del equipo completo, de George, Justin, Steven y Leigh. Les agradezco mucho porque no tendríamos el libro sin el esfuerzo de cada uno. Soy muy afortunada de ser parte de este equipo, y que me confiaran con un proyecto tan grande cuando casi no tenía experiencia profesional.
Siendo una novela gráfica protagonizada por George Takei, me veo en la obligación de preguntártelo… ¿Eres Trekkie? ¿Te gusta Star Trek, qué experiencia tienes con la saga?
La verdad, no tengo mucha experiencia con Star Trek. Mi papá la veía un poco cuando era pequeña y me acuerdo que me dieron mucho miedo los Klingons, ja, ja.
Cuando te hemos pedido esta entrevista hemos descubierto que sabes español. ¿Cuándo lo aprendiste? ¿Conoces España? Sería maravilloso poder verte en el futuro en algún salón en nuestro país, cuando la covid-19 nos deje…
Como puedo dibujar desde cualquier lugar, aproveché la oportunidad cuando conseguí este trabajo para también viajar. Estuve en España dos meses aprendiendo español mientras trabajaba, y después me fui a México, donde seguí aprendiendo. Espero tener otra oportunidad para volver a España, ¡me encantó!
Y ya para terminar, ¿en qué estás trabajando ahora? ¿Cómo va Himawari House? ¿Y cómo ha afectado la pandemia a tu trabajo?
¡Hace una semana entregué Himawari House a mi editor! Me emociona mucho poder por primera vez escribir mi propio libro. Tengo el privilegio de trabajar en casa desde hace mucho, así que no me ha afectado tanto. En cambio, la editorial que sacará Himawari House tuvo que hacer la transición a trabajar en casa, y le agradezco mucho por cómo ha trabajado conmigo durante todo este proceso, sé que no fue nada fácil.