‘Zaroff’, de Sylvain Runberg y François Miville-Deschênes

Editorial: Norma.

Guion: Sylvain Runberg.

Dibujo: François Miville-Deschênes.

Páginas: 88.

Precio: 22 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Enero 2021.

Antes de adentrarse en Zaroff, conviene tener clara la historia. En 1924 se publicó The Most Dangerous Game, una historia corta de Richard Connell que abría la puerta a un género nuevo. Su protagonista, un hombre que había encontrado la emoción definitiva, la caza del hombre, y para ello había acondicionado una isla en la que desplegaba su juego real. En 1932, esa historia encontró una formidable adaptación cinematográfica a cargo de Irving Pichel y Ernest  B. Schoedsack que en España se tituló El malvado Zaroff. A esa película le debemos que sea tan fácil asociar el título del cómic de Sylvain Runberg y François Miville-Deschênes con ese personaje, pero sus logros, afortunadamente, no se quedan en la mera recuperación de una historia de un sabor a la vez clásico y rompedor. Porque sí, aquí es donde hay que encontrar las bases de un subgénero que nos ha dejado obras de todo tipo, y por eso es tan importante que Zaroff suponga una continuación inteligente. Lo es en tanto que ya no es un duelo desigual entre Zaroff y los incautos a los que condena como presas de su juego, sino un duelo antagónico. Zaroff es cazador y presa, pero es mucho más que eso, y la historia de Runberg, lejos de suponer una adaptación forzada, bebe directamente del mismo espíritu de la obra original para dejarnos un tebeo trepidante, emocionante y muy bien acabado.

La versatilidad de Runberg hace ya tiempo que quedó más que demostrada. Puede llevarnos al espacio con Warship Jolly Roger (aquí, reseña de su primer álbum), adaptar novelas contemporáneas de éxito como Millenium (aquí, reseña de su primer libro), hablarnos de bandas femeninas en Sukeban Turbo (aquí, su reseña) o crear una historia de terror victoriana como Los cuadernos de Darwin (aquí, su reseña). El reto de utilizar a un personaje como Zaroff, en todo caso, no es pequeño, y su trabajo está a la altura de lo esperado. Lo que imagina para continuar su historia es fascinante, porque sabe potenciar su figura mediante el enfrentamiento directo con un nuevo personaje que tiene en la venganza su motor personal. Es verdad que la forma en la que se plantea ese duelo es algo forzada, aunque espectacular en su puesta en escena, pero a partir de ahí vivimos en un continuo clímax que habla sobre los mismos temas que abordaba la historia original. Cazadores y presas, sí, pero también la naturaleza humana y lo que cada uno está dispuesto a hacer por sus propias razones. Habla de transformaciones, las de inocentes que se ven abocados a vivir la caza y luchar por su supervivencia, y habla de obsesiones, las de Zaroff pero no solo las suyas. Y aunque no tenga por qué haber otra entrega, un final abierto sugerente y magnífico.

Si el trabajo de Runberg es sobresaliente, no se puede decir menos del dibujo de Miville-Deschênes, que aborda el escenario que se plantea y a los personajes tan distintos que se introducen con una inteligencia palpable. Su baza es el realismo, su dibujo es exquisito en ese sentido, y quizá por eso la caza que se nos propone, el desafío definitivo, parece tan cercano. El retrato de los actores es, seguramente, lo más brillante de todo, porque con ellos va estableciendo el tono dramático y el desarrollo argumental de la obra. Los inocentes dejan de serlo según avanza la caza, mientras el carisma de Zaroff brilla por igual de principio a fin. La naturaleza es cambiante, y está muy bien planteada desde el recuerdo de la obra original que hay en las primeras páginas a la furia de la lluvia en la jungla con la que ejecuta buena parte del clímax de la historia, pasando por supuesto por un brillante trabajo para que todos los elementos, desde el vestuario a las construcciones que vemos nos recuerden que estamos ante un relato que tiene lugar hace casi un siglo. Y por si queda algún elemento que destacar, qué rostros dibuja Miville-Deschênes, soberbios, expresivos, definitorios del personaje que tenemos ante nuestros ojos. Todo ello hace de Zaroff un sensacional álbum de aventuras que sabe recoger un legado importante, honra su espíritu y lo actualiza sin trastocar.

Lombard publicó originalmente Zaroff en mayo de 2019. El contenido extra lo forman unas notas de Sylvain Runberg y un portafolio de bocetos e ilustraciones de François Miville-Deschênes.

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