Guion: Greg Rucka.
Dibujo: Leandro Fernández.
Páginas: 168.
Precio: 19 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Diciembre 2020.
La inmortalidad es un trasfondo muy jugoso para cualquier historia, pero harto complicado para una serie que quiera prolongarse. El riesgo de repetición es muy elevado, y no hay peor enemigo para quien intenta buscar escenarios frescos y nuevas vueltas de tuerca a fórmulas manidas. En La vieja guardia (aquí, su reseña) estamos hablando de Greg Rucka, y su nombre da la confianza suficiente para afrontar el segundo volumen. La mejor manera de evaluar lo que consigue en estas páginas está en el hecho de que Rucka incluso nos presenta ya el mejor de los escenarios para la próxima continuación, el que nos deja ese final abierto, ese cambio total en el juego que hasta ahora habíamos visto y en el que anidaba ese riesgo de repetición. El título, Fuerza multiplicada, es casi una declaración de intenciones. Hace que el primer libro se quede casi como esa introducción que sí parecía ser a un universo infinito, igual que la película (aquí, su crítica) podría dar paso a una franquicia más larga. Se agradece que Rucka se centre en el presente, por mucho que incluya necesarios flashbacks para dar vida a lo que nos está contando y a las relaciones entre los personajes. El resultado de esta continuación de la historia de Andy y sus compañeros no podría ser más satisfactorio, más aún si tenemos en cuenta que el segundo arco argumental siempre es el más complicado por muchos motivos.
El gran acierto de Rucka en este sentido está en que sabe encontrar un hueco del pasado que le viene como anillo al dedo a su presente. Andrómaca es una guerrera imbatible, pero agotada. No puede más, y solo necesita un empujón para caer, una chispa para explotar. Eso es lo que vemos, paso a paso, en Fuerza multiplicada. La razón de todo ello es un personaje que Rucka presenta desde el principio como la antagonista perfecta de Andrómaca, tanto en poder como en motivación, vínculo magnífico con el aprendizaje inmortal de Andy y a la vez catalizador de todo lo que está por venir, de los cambios en este grupo de inmortales que ya se apuntaban en la primera entrega de la serie. Noriko es la clave de todo, y se convierte en un personaje tan fascinante como la propia Andrómaca, sustento formidable de una historia que intriga de principio a fin y que, aun conteniendo espléndidas escenas de acción que sacan todo el partido posible al escenario, tiene su mayor clímax emocional en lo más personal. Rucka impacta precisamente por lo que no se ve, por la manera en la que imagina el lado más tortuoso de la inmortalidad, el de una sucesión de muertes interminables o el de tratar de averiguar cómo evitarlas, y por lo que se habla. Ese clímax final, ojo, es una conversación en la que todo va a cambiar. Y eso, se mire cómo se mire, es una genialidad de Rucka.
Leandro Fernández vuelve a dar forma a este episodio de La vieja guardia con la misma destreza que en la presentación de los personajes, y añade, claro está, el carisma arrollador con el que dibuja a Noriko, un personaje que rivaliza en todo con Andy. Y eso, cuando además de los lápices de Fernández ya la hemos visto con el aspecto de Charlize Theron, es mucho decir. El tono oscuro y a veces casi lindante con el thriller de terror que haya en el dibujo de La vieja guardia es sobresaliente, y lo más agradable de ver en el resultado final es cómo le sirve tanto cuando las balas silban alrededor de los personajes (o atravesándoles) como cuando son las palabras las que se lanzan unos a otros. Si como dice la contracubierta del libro esto no es más que un cuento de hadas con sangre y balas, pocos dibujantes podrían haberle sacado más partido. Y con la oportunidad además de dibujar tiempos pasados en las escenas de flashback, el arte de La vieja guardia no podría dejar mejores sensaciones. Como la misma serie en su conjunto, y más ahora que parece que la nueva continuación nos va a ofrecer un escenario que, a priori, cuenta con todo lo necesario para que los lectores sigamos siendo los grandes beneficiados de una historia sobresaliente.
El volumen incluye los cinco números de The Old Guard: Force Multiplied, publicados originalmente por Image Comics entre diciembre de 2019 y julio de 2020. El único contenido extra son las cubiertas originales de Leandro Fernández.
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