Guion: Robert Kirkman.
Dibujo: Chris Samnee.
Páginas: .
Precio: 12,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Febrero 2021.
Siempre hay expectación cuando Robert Kirkman firma un nuevo tebeo, eso es indudable. El autor de The Walking Dead o Invencible (aquí, reseña de su primer volumen) tiene ese status en la industria y es lógico y merecido. El poder del fuego, que además tiene el aliciente de contar con el dinujo del muy inteligente Chris Samnee cumple esas expectativas, pero se presenta en su primera entrega como una larga introducción que no tiene demasiadas sorpresas y cuyas siete páginas finales son la verdadera medida de las posibilidades que puede tener como serie. Es una historia muy entretenida, pero al mismo tiempo es muy previsible. Y eso es algo que sorprende en un Kirkman que siempre ha mostrado un claro gusto por dejar boquiabierto al lector con sus giros de guion. ¿Merma eso el disfrute del cómic? La verdad es que no, pero al César lo que es del César. Es Samnee en esta ocasión quien nos mantiene pegados a cada página, pasándolas de manera frenética, porque aquí no importa tanto lo que va a suceder, que como decimos es algo que se puede anticipar sin demasiados problemas porque en el relato hay muchos clichés, como la manera en que lo vamos a ver, que es espectacular en cada viñeta, y no solo necesariamente en las secuencias de acción sino en todo lo que construye el ilustrador para dar vida a este mundo.
La base que escoge Kirkman es llamativa: un templo Shaolin perdido al que llega un extranjero de misterioso pasado para aprender técnicas de lucha que el mundo moderno no le puede enseñar, un descarado maestro, prohibiciones que todos sabemos que van a caer, un golpe que no se ha conseguido hacer en mil años del que no hace falta que digamos cómo acaba y un enfrentamiento ancestral con las fuerzas del mal que, por supuesto, guardan una relación directa con nuestro protagonista. El mayor acierto de Kirkman está en hacer que todos estos tópicos funcionen juntos con relativa facilidad y que los personajes nos importen. En esto segundo se mantiene el escritor como de costumbre, porque eso es lo que ha sustentado en muchos momentos sus series por encima del escenario o de sus ideas para hacerlo evolucionar. Aquí importa más la base que el desarrollo, porque este, decíamos, es previsible… hasta el final, que es cuando Kirkman desvela sus armas y nos deja claro que lo que hemos leído es prólogo muy extenso, uno que tiene que sentar las bases de algo más duradero y seguramente más intenso, algo que se salga de las normas que con tanta corrección cumple en este libro. En otras palabras, Kirkman no arriesga demasiado en estas páginas porque no lo necesita para que queramos llegar al segundo volumen. No es un mal camino tampoco.
Y menos cuando se cuenta con un tipo como Samnee para dar forma a una historia. El ilustrador maneja los tópicos y lo que se sale de ellos con la misma brillantez. Kirkman le lanza escenas de diálogos pausados a los que da una puesta en escena tan soberbia como a las piezas de acción, y consigue que lo íntimo esté al mismo nivel de lo espectacular con una facilidad que parece casi sobrenatural. La forma en la que dibuja los combates, cierto es, forma parte ineludible de los aciertos de El poder del fuego, y eso se nota en las escenas en las que realmente hay algo en juego como en las que no son más que entrenamientos, en los duelos singulares y en las grandes batallas, que de todo hay, pero lo que de verdad hace que el dibujo de Samnee destaque es su naturalidad, para estas y para las demás secuencias. Sabemos que estamos viendo un mundo claramente fantástico, por mucho anclaje realista que se le quiera dar desde los golpes de humor del guion, que se centran sobre todo en los gustos modernos del anciano maestro, pero aún así la cercanía con respecto a los personajes es sobresaliente. Queda la duda, más por Kirkman que por Samnee, de cómo podría haber sido este primer libro de El poder del fuego con una mayor capacidad de síntesis para ir cuando antes al escenario que dibuja su final, pero no podemos decir que lo hayamos pasado mal.
Skybound publicó originalmente Fire Power: Prelude en junio de 2020. No tiene contenido extra.
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