Televisión – ‘Bruja Escarlata y Visión’, de Matt Shackman

Título original: Wandavision.

Director: Matt Shackman.

Reparto: Elizabeth Olsen, Paul Bettany, Kathryn Hann, Teyonah Parris, Randall Park, Kat Dennings, Ithamar Enriquez, Victoria Blade, Evan Peters.

Guion: Jac Schaeffer, Gretchen Enders, Megan McDonnell, Bobak Esfarjani, Peter Cameron, McKenzie Dohr.

Música: Christophe Beck.

Duración: 29 a 49 minutos por episodio.

Distribuidora: Disney.

Estreno: 15 de enero de 2021 (Estados Unidos, España, digital, primer episodio).

Se ha hablado mucho del hartazgo o el cansancio que puedan estar provocando el cine de superhéroes en general y el de Marvel en particular, pero da la sensación de que Marvel Studios tiene un plan tan inteligente que no hay fisura posible. Sí, hay obras mejores y peores, pero el desarrollo de su universo es tan maravilloso, para el aficionado y para el que no lo es, que es fácil entrar en su juego y celebrar su enorme diversidad. Bruja Escarlata y Visión, que por desgracia en español pierde el Wandavision original, es una de las ideas más atrevidas que ha tenido Marvel, un formato maravilloso de miniserie televisiva que conecta con el pasado y con el futuro del universo cinematográfico Marvel y que ha abierto puertas que va a ser difícil que no transitemos o no que podamos borrar. Wanda y Visión son dos personajes extraordinarios cuyo recorrido nació en la todavía infravalorada Vengadores. La era de Ultrón (aquí, su crítica) y Bruja Escarlata y Visión es una atrevida fórmula para darles continuidad más allá de lo que vimos en Infinity War (aquí, su crítica) y Endgame (aquí, su crítica). La serie que se ha sacado de la manga Matt Shackman es una delicia que parte del sincero homenaje a la sitcom para convertirse en un ejemplo perfecto de cómo sacar partido de lo que ya conocemos y enlazar con lo que está por venir.

Es imposible no arrancar cualquier análisis de Bruja Escarlata y Visión sin hablar del portentoso trabajo que hacen Elizabeth Olsen y Paul Bettany, dos actores que puede que entraran en la franquicia marvelita sin hacer demasiado ruido y poco a poco se están convirtiendo en piezas clave. La serie les da ese papel. Shackman se ha tomado en serios estos personajes desde todos sus posibles ángulos. Es imposible no disfrutar con esa revisión de sitcoms tremendamente conocidas en que se convierte su arranque, y es imposible no apreciar el caudal de teorías que se pueden ir planteando a lo largo de sus nueve episodios, en los que se consigue mantener un suspense tremendo sobre todos los personajes, incluyendo aquellos que se convierten en las grandes sorpresas argumentales de la serie y que desde luego no desvelaremos, como siempre, porque la experiencia merece la pena ser vista tal y como ha sido concebida. El estreno de este Marvel televisivo no puede ser más afortunado en este sentido, incluso admitiendo que sobre todo los dos primeros episodios pueden sorprender por su ritmo al más avezado fan del universo cinematográfico Marvel. Pero recordemos, aquí hay más magia que superhéroes, y es por eso que podemos deleitarnos en cosas muy distintas a las que estamos acostumbrados a ver… y que nos conducen a un clímax modélico en esa vía.

¿Puede ser eso una pega? En todo caso, un condicionante para un espectador concreto, porque la propuesta es sólida y coherente con lo que quiere ser. Bebe de Vengadores, por supuesto, también de Capitana Marvel (aquí, su crítica) o Ant-Man y la Avispa (aquí, su crítica), juega en el marco del homenaje y el guiño que tan bien funciona en Marvel y su apuesta es bastante novedosa, aprovechando también el formato televisivo que ayuda a que el desarrollo de los personajes tenga más margen que en las películas. La factura, por supuesto, es intachable y coherente. Y eso que vemos cosas nuevas, por ejemplo en los poderes de Wanda, pero se nota que Marvel quiere hacer de la televisión un nuevo terreno fuerte, y los medios que se han puesto a disposición de Shackman son los mismos que ha tenido cualquiera de los directores de las películas que componen este universo. Es decir, no estamos ante un hermano menor o un nexo necesario, no. Estamos ante una obra Marvel de pleno derecho, una que derrocha valentía y personalidad, una que hace justicia con todo lo que no habíamos visto e intuíamos en la relación entre Wanda y Visión, una que sabe jugar con las escenas postcréditos cuando le interesa, dos incluso en su capítulo final, y una que acaba dando un nivel muy, muy alto. Una delicia Marvel en una caja diferente.

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.