CÓMIC PARA TODOS

‘El reloj del juicio final’, de Geoff Johns y Gary Frank

Editorial: ECC.

Guion: Geoff Johns.

Dibujo: Gary Frank.

Páginas: 456.

Precio: 42 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Enero 2021.

Tocar Watchmen (aquí, su reseña), asusta. Lo hace, es un hecho. La alargada sombra del genial gruñón que es Alan Moore y la de la obra más emblemática del cómic de superhéroes que quiso acabar con el género es uno de los riesgos más rotundos a los que se puede enfrentar a un autor. Y si se acerca a ella desde la misma marca, más. Pero DC valora más la ganancia económica que el riesgo y no deja de intentarlo, además convenciendo a grandes nombres de que se sumen a la aventura. Los de Geoff Johns y Gary Frank son los que se asoman a la portada de El reloj del juicio final, la fusión entre los personajes de Watchmen y los de su universo superheroico, una serie de doce números, como la original, que cumple con lo que prometía aunque, por supuesto, puede generar debates encontrados. No vamos a negar que Johns es un escritor que sabe narrar, y más en circunstancias en las que los personajes se multiplican, y descubrir ahora a Frank sería hasta pretencioso. ¿Pero qué ofrece realmente El reloj del juicio final? ¿Sabe captar de verdad ese aroma decisivo y definitivo que hay en cada página de Watchmen? Probablemente no, pero tampoco es ese su objetivo. Johns sabe que no puede remover el árbol tanto como Moore, y aún así lo intenta. Y con el apoyo de un Frank que sabe ser digno heredero de Dave Gibbons, sí cierra un relato que se lee con agrado.

El problema ahí, claro está, es el de la expectativa. El miedo a Watchmen del que hablábamos. Porque El reloj del juicio final es mucho más Watchmen que DC, a pesar del enorme protagonismo que tienen Batman y Superman y la presencia desatada de héroes que vemos en el tercio final. Es Watchmen en casi todo, en su estructura narrativa, en su forma de presentar misterios, en que es su mundo el que lleva al de DC y no al contrario, en que la figura clave es Manhattan, siempre Manhattan, y Ozymandias el desencadenante de todo, con Rorschach como el vehículo conductor. Sorprende que Johns haya sido tan selectivo y haya dejado de lado de lado a Búho Nocturno y Espectro de Seda, seguramente para marcar distancias con respecto a la obra de Moore, algo que podremos entender con facilidad como algo necesario. Hay cierto caos que quizá no case tan bien con la milimétrica precisión que hay en el Watchmen original y se acerque más a los grandes eventos superheroicos de DC. Y hay ganas, al menos, de alcanzar un escenario épico que haga justicia a los dos universos que mezcla. En eso, Johns sale más que airoso. Podemos discutir, porque es hasta sano, qué aporta realmente El reloj del juicio final, más allá del entretenimiento de su lectura, pero quizá sea hasta bueno que le perdamos el miedo a Watchmen. Lo importante es el respeto.

Y de eso hay mucho en esta historia, eso es indudable. Lo hay en la forma en la que Johns se aproxima a la historia y también en la de Frank para plasmarla. Watchmen es la base, decíamos, y se ve en la rejilla de página que nos propone. No es tan cerrada como en la obra original y seguramente tiene menos genialidad matemática que la de Gibbons, pero Frank sabe acercarse de una manera honorable a esa narrativa, de la que incluso saca más partido del que podríamos imaginar. Su forma de dibujar, clásica, nos ofrece una puerta de entrar a un continuismo que se agradece dentro de este planteamiento, y aporta además dosis de espectacularidad más contemporáneas. No olvidemos que han pasado ya casi cuarenta años desde Watchmen, y hasta la perfección tiene que saber adecuarse a lo que piden los lectores de una época concreta. Frank domina a los personajes de DC y también a los de Watchmen, todos lucen como deben hacerlo, tanto en las secuencias más pequeñas, por ejemplo el encuentro entre Batman y Rorschach, como en las más gigantescas, con esa batalla climática en la que hay incontables personajes luciendo en la viñeta. Quizá lo mejor sea entrar en El reloj del juicio final sin prejuicios y con ganas de pasarlo bien, porque eso se consigue. No es Watchmen, no tiene que serlo.

El volumen incluye los doce números de Doomsday Clock, publicados originalmente por DC Comics entre noviembre de 2017 y diciembre de 2019. El único contenido extra son las cubiertas originales de Gary Frank.

3bed1524f386232a683988b462f2e826-SX1280-QL80-TTD

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Información

Esta entrada fue publicada en 4 marzo, 2021 por en DC, ECC, Gary Frank, Geoff Johns, Watchmen y etiquetada con , , , .

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a otros 418 suscriptores

Archivos

Categorías