‘Liga de la Justicia. Sin justicia’, de Scott Snyder, James Tynion IV, Joshua Williamson y Francis Manapul

Editorial: ECC.

Guion: Scott Snyder, James Tynion IV, Joshua Williamson.

Dibujo: Francis Manapul, Marcus To, Riley Rossmo, Jorge Jiménez.

Páginas: 144.

Precio: 17,95 euros.

Presentación: Grapa.

Publicación: Noviembre 2018.

En muchas ocasiones el género de los superhéroes da la sensación de que tiene éxito en función de las expectativas que uno pueda tener en torno a la historia que caiga en sus manos. Sin justicia, un proyecto que tiene atisbos de ser especial por su equipo creativo, el que forman Scott Snyder, James Tynion IV y Joshua Williamson para escribirlo y Francis Manapul para ser el ilustrador principal, puede entenderse como algo realmente ambicioso, pero en ese sentido probablemente dejará un poso de desilusión. Sin embargo, si se acepta como un macroespectáculo sin más pretensiones que las de juntar a docenas de personajes que hagan frente a una de esas amenazas al universo entero, sin que las explicaciones sean demasiado importantes, entonces es bastante probable que se pueda disfrutar de este megaevento de la Liga de la Justicia. Es verdad que un lector veterano seguramente se deje llevar por la primera de las visiones, porque en el fondo da cierta pena que escritores de enorme experiencia y buenas ideas demostradas se queden en la superficie, pero también es cierto que el ritmo basta para que haya una cierta diversión y el dibujo de Manapul, aunque la realidad editorial de nuestros días ni siquiera le permita completar el trabajo por sí solo, es el añadido que necesita el espectáculo que se propone para que el resultado sea el esperado.

¿Es suficiente? Lógicamente, dependerá de quien lo lea y de su bagaje. Lo cierto es que Snyder, Tynion IV y Williamson tienen una máxima clara, honrar a todos los personajes que aparecen, sin que ninguno parezca sobresalir demasiado por encima de los demás y sin que ninguno quede en mal lugar. La esencia del evento moderno, desde luego, pero eso mismo hace que el resultado final quede lejos de encontrar acomodo entre la élite de esa forma de entender el género. Hay una historia elaborada, pero que al final no importa demasiado en su esencia y es una excusa para que héroes, antihéroes e incluso villanos forman equipos diferentes y dispares en busca de un teórico equilibrio entre sus integrantes que permitan llevar a cabo la misión. Las ideas más o menos sugerentes que hay en el relato no tienen demasiado eco en ninguno de los personajes más allá de esta aventura, que al margen de su final y de lo que supone en el liderazgo siempre temporal de la Liga de la Justicia, no aporta ningún cambio dramático. Los apunta, los insinúa, juega con esa expectativa, pero Sin justicia no quiere ir más allá de eso. No es su propósito. Y precisamente por eso hablábamos de las expectativas. Si eso es lo que se espera, la historia no satisfará. Si nos dejamos llevar, al menos veremos una aventura con ritmo y emoción.

La clave para esa diversión está en el siempre espectacular dibujo de Manapul. Lo que resulta increíble, y es algo a lo que por desgracia nos hemos acostumbrado, es que un proyecto tan pretendidamente especial y de tan corta duración, apenas cuatro números, no se haya podido programar con el suficiente tiempo como para que su ilustrador se ocupe de su integridad. De esta forma, el tercer número se lo reparten iley Rossmo y Marcus To, lo que además resulta desconcertante por el estilo tan singular del primero, que en nada se parece a Manapul, y que rompe la teórica unidad que tendría que tener la historia. Y ojo, no es una crítica a Rossmo, que tiene una muy interesante visión del cómic de superhéroes, es simplemente algo muy diferente. Pero volvamos a Manapul, que como decimos es el ilustrador principal, uno que disfruta con estos megaespectáculos, con estas viñetas repletas de personajes, e incluso con los necesarios ajustes en los atuendos de los héroes en liza, que es lo que más personalidad aporta a Sin justicia. Desde esta perspectiva, sí podemos decir que es una historia que engancha, y es que en el cómic de superhéroes el dibujo es un valor seguro incluso aunque la historia no llegue a concretar todo lo que se puede esperar de ella. Y eso es lo que sucede aquí, algo que será suficiente para algunos e insuficiente para otros.

El volumen incluye los cuatro números de Justice League: No Justice y el número 0 de DC Nation, publicados originalmente en mayo de 2018. El contenido extra lo forman las portadas originales de Francis Manapul y un portafolio de bocetos del mismo autor.

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.