‘Teen Titans. Chico Bestia’, de Kami Garcia y Gabriel Picolo

Editorial: Hidra.

Guión: Kami Garcia.

Dibujo: Gabriel Picolo.

Páginas: 176.

Precio: 14,95 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Diciembre 2020.

Kami Garcia y Gabriel Picolo ya nos mostraron en Raven (aquí, su reseña) la vida adolescente e inadaptada de una de los integrantes de los Teen Titans, y ahora le toca el turno a Chico Bestia. El camino que siguen es bastante parecido al de la primera obra, y eso resta algo de sorpresa al resultado final, pero es, como la anterior, una buena muestra de cómo se pueden adaptar personajes del mundo de los superhéroes a este entorno adolescente más o menos realista por el que se apuesta en esta serie. Da la sensación, y Raven así lo apuntalaba, que estas historias funcionan mejor con personajes femeninos, pero Chico Bestia es una muestra de lo contrario. García nos presenta a un Garfield Logan que está en el lado más inadaptado de la adolescencia, sueña con una chica que le resulta inaccesible y quiere ser popular, algo que su físico y su forma de ser no le ponen fácil. Ahí entran en juego sus poderes, la forma en que se desarrollan y los cambios físicos que comportan, algo que en el fondo no deja de ser una metáfora evidente de la propia adolescencia. Ese retrato es la parte realista que le da humanidad a Chico Bestia. Y, la verdad, la fantasía importa menos. Son el catalizador del cambio, de la transformación de Garfield, pero esta es por encima de todo la historia de un adolescente que está lidiando con unos cambios que no comprende del todo.

Decíamos que García repite más o menos de forma literal el esquema que ya utilizó en Raven, un misterio que surge del pasado y del entorno familiar de Garfield, una adolescencia complicada, el descubrimiento de sus habilidades. No hay nada nuevo por ese lado, y de hecho en Chico Bestia eso provoca que la sensación de que el protagonista es un auténtico inadaptado no es del todo completa, porque tiene dos amigos que, por su aspecto y por su realidad, no cuadran del todo con esa imagen. Esa es la mayor concesión que hace la escritora, pero al mismo tiempo son elementos que parecen importantes para que la historia fluya con acierto y se convierta en una buena manera de reinterpretar la adolescencia de un personaje que ya conocemos como superhéroe. Aquí no lo es y tiene que aprender a serlo sin un manual de instrucción y con las necesidades más básicas de un adolescente, que pasan por la popularidad entre sus compañeros y, dicho claramente, la atención de las chicas, en especial de una que cumple con el prototipo de belleza inaccesible y superficial. García tiene el mérito de sacar todo el partido posible no solo de ese arquetipo femenino sino de prácticamente todos los que utiliza para construir la historia, lo que no es fácil en un mercado en el que ya hay tantas obras que se marcan como objetivo llamar la atención de jóvenes lectores.

La misma cercanía que propone García es la que se ve en el dibujo de Picolo. Todo es tan sencillo como eficaz, el ilustrador no se pierde en artificios innecesarios porque entiende que más que un cómic de superhéroes, aunque tenga por supuesto su parte más fantástica, lo que está haciendo en contar la vida de un adolescente. El retrato de Garfield es muy acertado, como el de sus amigos y el de sus compañeros de clase. Las sensaciones son muy parecidas a las que dejaba Raven, y la apuesta por mostrar el mundo animal de una manera fresca y diferente es bastante acertada y da pie a algunas de las páginas y viñetas más espectaculares de esta novela gráfica. Picolo sabe darle importancia a los pequeños detalles, desde las deportivas que luce Garfield hasta las apariciones de su amor platónico, para que nos metamos de lleno en la historia y busquemos esos puntos de conexión emocional que suelen ser los pilares de un tebeo pensado especialmente para adolescentes. En ese entorno, funciona tan bien como cabía esperar. Como Raven, es una muy buena introducción al mundo de los Jóvenes Titanes desde esa perspectiva de aprendizaje vital que se ve con gran firmeza en los años de instituto, y más con desarrollo en Estados Unidos. Y dejando algunos temas trascendentes, bien deslizados bajo la carcasa de la aventura.

DC Comics publicó originalmente Teen Titans: Beast Boy en septiembre de 2020. No tiene contenido extra.

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