‘¡García! en Catalunya’, de Santiago García y Luis Bustos

Editorial: Astiberri.

Guión: Santiago García.

Dibujo: Luis Bustos.

Páginas: 216.

Precio: 15 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Noviembre 2020.

Por lógico que sea enfrentar a ¡García!, el exsuperhéroe franquista, con la realidad de Cataluña, ver cómo lo han hecho Santiago García y Luis Bustos es la delicia que cabía esperar. No es solo una aventura trepidante, una que con su prólogo nos hace pensar que estamos ante el inicio de una película de James Bond o de Misión imposible, sino que está cargada de cinismo y espíritu crítico que vale no solo para disfrutar de estas páginas, sino también para que nos demos cuenta de la ridiculez en la que puede caer nuestra propia realidad. Y ese juego, que parece inocente, casi paródico, da una enjundia a ¡García! de la que pueden presumir muy pocas historias actuales. Y esa es la gracia, que se mantiene ese espíritu casi cómico de choque cultural en esta España nuestra pero llevándolo al escenario en el que esa confrontación se produce de manera cotidiana y sin mediar saltos en el tiempo. García y Bustos son un equipo formidable, que además se permiten el lujo de dejarnos con la mayor de las expectativas con el final de este tercer libro, que casi parece una apuesta entre los autores sobre el próximo escenario en el que tengan lugar las aventuras de este singular personaje, uno de esos “a que no te atreves” del que a ver cómo salen. Pero que salgan, y que lo hagan cuanto antes, porque ¡García! 3 deja unas ganas tremendas de ¡García! 4.

La máxima de empezar con un terremoto para crecer en intensidad es tan clásica que casi parece mentira que siga funcionando con tanta precisión como nos muestra García. Y si lo hace es porque el terremoto es soberbio, con esa escena en el AVE camino de Barcelona, y porque la trama que se plantea después juega con todos los elementos que hacen de ¡García! una serie formidable. Está la dinámica entre nuestro protagonista y Antonia, la joven periodista que se ve continuamente envuelta en líos casi como si fuera una Lois Lane postmoderna, y también están los nuevos personajes, los que dan sentido a una trama política y social que esconde el secreto que cambiaría por completo la historia de Cataluña y España, una que tiene un aspecto de una verosimilitud histórica asombrosa por mucha ficción que encierre, lo que da una gracia tremenda a una situación que, en nuestra realidad, ya parece bastante disparatada. ¡García! en Catalunya se convierte así en una sátira espléndida, con muchas capas que ir desentrañando y con muchos personajes desarrollados con inteligencia para quela trama funcione bien. Como la acción, infalible y espectacular, que nos lleva a recorrer los rincones más conocidos de Barcelona, también por supuesto el Camp Nou, porque el pan y circo no podía faltar en esta aguda reinterpretación social que hace el escritor.

Cuando un dibujante recibe un material tan sobresaliente, lo mejor que puede hacer es responder con categoría, y Bustos es de los que saben lo que hacer cuando reciben un guión de esta naturaleza. No es que le vayamos a descubrir ahora, no después de las dos entregas precedentes de ¡García!, pero por bueno que sea no vamos a dejar de destacarlo. La forma en la que convierte una escena de diálogo en un infierno a 300 kilómetros por ahora para llegar a la estación de Sants es solo la locura inicial que nos propone. Su retrato de Barcelona es espléndido, las escenas de acción que imagina después son intachables, pero lo mejor de todo, como es habitual, está en los personajes. El aparentemente impasible García contrasta con la más emocional Antonia o con el resto de personajes que se van asomando a la historia. Y da tiempo a ver seriedad en el planteamiento, pero también ese cinismo que impregna la serie, porque Bustos consigue mezclar tonos y géneros no ya en la misma escena, sino casi en la misma viñeta. Y eso tiene un mérito tremendo, porque es lo que sirve para estar permanentemente enganchados a más de 200 páginas de historia. Ritmo endiablado, mucha política, ganas de pasarlo bien… ¿Qué le puede faltar a ¡García!? No será aquí donde descubramos agujeros en la propuesta. Pero que llegue ¡García! 4, sí. Cuanto antes.

No tiene contenido extra.

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