CÓMIC PARA TODOS

‘Avni. Animal Verdaderamente No Identificado’, de Romain Pujol y Vincent Caut

Editorial: Astiberri.

Guión: Romain Pujol.

Dibujo: Vincent Caut.

Páginas: 64.

Precio: 10 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Octubre 2020.

Al leer el primer volumen de Avni, Animal Verdaderamente No Identificado, resultado imposible no acordarse de Ariol (aquí, reseña de su primer volumen). Son series que comparten muchos elementos, incluyendo editor en Francia y hasta maquetación de la cubierta, y que buscan objetivos similares. No es que la obra de Romain Pujol y Vincent Caut sea una copia de Ariol, no lo es, pero es indudable que se mueven en parámetros muy similares. La gracia y novedad e Avni está, precisamente, en su protagonista. Aunque a primera vista parezca un ratón por sus orejas, no es un animal definido, y sobre eso juegan muchas de las historias cortas que forman este primer volumen, y tampoco es un niño normal, porque tiene unos poderes asombrosos que da la sensación de que solo hemos empezado a conocerlos en estas páginas. Con estos elementos, Avni ser arma para ser un tebeo muy simpático para niños y mayores, que sabe adentrarse en realidades con las que los más pequeños pueden sentirse identificados, incluso aunque la fantasía y el color sean parte esencial de sus aventuras, y con la accesibilidad que siempre proporciona el episodio corto para que vayamos conociendo bien a todos sus personajes y haya una comodidad absoluta dentro de su universo.

Esas son las grandes virtudes de los guiones de Pujol. La historia parte de cero, porque seguimos a Avni llegando por primera vez a su colegio, conociendo a sus nuevos compañeros, con sus despistes, sus gracias… y sus poderes, claro. Hay mucha imaginación en la forma en la que el escritor ha dado forma a su protagonista, porque ha sabido capaz de dotarle de unas capacidades que no dejan de crecer y que le sirven para explorar la personalidad del niño desde entornos agradables e incluso ingenuos, aplicando esos poderes a situaciones cotidianas y que tienen un claro mensaje subyacente: el diferente no tiene por qué ser un marginado, al contrario, es querido por sus compañeros, que entienden e incluso admiran esas diferencias. Y no por ello deja de haber momentos relativamente tristes en las vidas de estos niños, porque las pequeñas envidias o los momentos de soledad son inevitables, igual que las bromas de mayor o menor crueldad. Todo forma parte del cuadro, pero lo hace de una manera sana, divertida, jovial y cargada de simpatía. Esa es la gran baza de Avni para demostrarnos que incluso tirando de fórmula, la de la vida cotidiana en un colegio, se puede lograr una serie fresca y dinámica. Como decíamos, en eso juega un papel fundamental su estructura en sketches cortos, que faciliten la lectura para los más pequeños.

Y también el dibujo, claro. Caut apuesta por formas claras y colores básicos. Quiere que sus animales se reconozcan al instante, y eso añade algo de gracia a la identidad real de Avni. El ilustrador juega con mucha habilidad con todos los elementos que introduce en cada historia para que el niño que se asome a estas páginas no tenga la más mínima dificultad en identificar personajes y elementos, la acción se fluida y la simpatía de la que hablábamos es la característica fundamental de todo lo que vemos dibujado en cada una de las historias, en las que además suelen aparecer bastante personajes a la vez. Sin complicarse demasiado en el trazo, sí destaca que haya siempre unos fondos bastante elaborados que dan un contexto bastante identificable al conjunto, para las escenas de interior, en casa de Avni o en su clase en el colegio, o en las de exterior, en el patio o en el parque. Hay mucha variedad, más de la que se pueda pensar en un inicio y por el propio concepto del libro, y eso se agradece mucho durante la lectura. Avni no podría haber arrancado con mejores resultados. Aunque se puedan trazar los paralelismos apuntados al inicio, muy pronto nos vemos inmersos en el mundo personal de este nuevo personaje y disfrutamos de sus aventuras como si no hubiera referentes, síntoma de que estamos ante un buen trabajo.

Milan publicó originalmente el primer libro de Avni, Animal Vraiment Non Identifié en octubre de 2014. El contenido extra son unas páginas de juegos y actividades.

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Esta entrada fue publicada en 4 diciembre, 2020 por en Astiberri, Milan, Romain Pujol, Vincent Caut y etiquetada con , , .

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