Guión: Cullen Bunn.
Dibujo: Jonas Scharf.
Páginas: 112.
Precio: 16 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Agosto 2020.
Con su presentación (aquí, reseña de su primer volumen), Bone Parish llamó la atención. Mucho. No solo tenía una buena idea, la de una nueva droga que se populariza en Nueva Orleans hecha a base de ceniza de difuntos, sino que supo darle unas bases sólidas para que la historia pudiera crecer. Ahora le toca a Cullenn Bunn y Jonas Scharf hacer frente a ese crecimiento. Y aunque es evidente que el segundo volumen siempre resulta el más difícil de construir en este tipo de historias, no parece que los autores hayan salido mal librados de esta tesitura. Ya no estamos jugando con las bases de esa droga, sino que se ha iniciado una auténtica guerra por ella. Es el punto en el que salimos del primer volumen, y es con el que entramos en el segundo, sabiendo ya que en estas páginas se van a empezar a poner las cartas sobre la mesa. Las guerras no se libran en un día, y se agradece que Bunn se dé el tiempo necesario para que las piezas vayan encajando. Es verdad que eso hace que el ritmo de esta segunda entrega sea algo menor, pero eso no merma el valor de la lectura que tenemos entre manos, porque hay que saber leerla en el contexto de lo que es, sabiendo de dónde venimos y con la expectación de lo que está por venir, que es mucha a tenor de los elementos que va sembrando el escritor.
Es verdad que no procede exagerar la alabanza por lo que vemos en estas páginas, precisamente porque necesita de ese contexto para que lo admiremos de la mejor manera posible, pero recordemos que estamos ante una serie, no ante una colección de historias autoconclusivas. En otras palabras, este es un paso necesario para que lo anterior vaya cogiendo peso y lo que está por venir no surja de la nada, pero es cierto que pasan menos cosas de las que parece. Y eso, de otra manera, hay que calificarlo como un mérito de Bunn. No es fácil navegar por aguas calmadas cuando se acaba de bajar un rápido y se nos propone una cascada más adelante, y aún así no decae el interés por lo que nos está contando. Puede que le falta un paso más en cuanto a los personajes, que todavía no han terminado en algunos casos de coger la identidad que se espera de ellos e incluso podrían encontrar acomodo en otras historias, pero ese es, de momento, el único punto gris que le podemos encontrar a Bone Parish. Todo lo demás va funcionando con precisión, e incluso los momentos más exagerados, los que amenazan con llevarse a terrenos nuevos e incluso bastante diferentes de lo que se nos prometió al inicio, se cuelan con mucha naturalidad entre estas páginas. Y eso es la mejor de las señales para un segundo volumen.
Además, las constantes visuales se mantienen a muy buen nivel. Scharf lanzó una propuesta muy definida, unas tonalidades muy oscuras para dar vida a una historia que se adentra en lo peor de la sociedad, con un reparto en el que resulta evidente que no hay buenos entre sus miembros. Ahora los hay. O promete haberlos. Y el contraste es muy interesante. Scharf sabe dibujar personajes y sabe colocarlos en escenarios en los que luzcan de la manera que necesita la historia. Y ojo, que eso nos lleva a lugares lúgubres (no hay que olvidar que arranamos con una fantástica escena en un entierro en un día lluvioso) sin tener miedo de saltar a un campo de golf. Los horrores, las adiciones, los miedos y los peligros se sienten y se ven, y eso tiene mérito en una serie que no se lanza de lleno a lo más gráficamente explícito y que también sabe sugerir. Bone Parish sigue siendo una propuesta llamativa e inteligente, que sabe respetar las reglas del juego en el que entra y del género al que representa, pero que lucha por ser algo con mucha personalidad dentro de la avalancha de títulos que hay en él. Y de momento lo está consiguiendo, salvando incluso los peligros del número 2, aunque sea para quienes leemos la serie en volúmenes y no de manera mensual. A ver cómo sigue, porque la cosa no pinta por ahora nada mal.
El volumen incluye los números 5 a 8 de Bone Parish, publicados originalmente por Boom! Studios entre diciembre de 2018 y marzo de 2019. El único contenido extra son las portadas originales de Lee Garbett, Tyler Crook, Jonas Scharf, Rod Reis y Jakub Rebelka.
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