‘Cinzia’, de Leo Ortolani

Editorial: Nuevo Nueve.

Guión: Leo Ortolani.

Dibujo: Leo Ortolani.

Páginas: 240.

Precio: 22 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Octubre 2020.

Hay dos maneras de afrontar un tebeo como Cinzia. Por un lado, podemos valorar su compromiso, lo necesario que es que haya historias como esta, en la que se da visibilidad a la transexualidad de una forma tan profunda e interesante, en la que se habla con tanta naturalidad del colectivo LGTB, y por el carácter didáctico que tiene un libro que tendríamos que calificar directamente de imprescindible por todo lo que cuenta. Pero por otro, estamos obligados a evaluarlo como lo que es, una obra de ficción. Y si en lo primero no hay fisuras, precisamente porque estamos hablando de algo valioso a nivel social, en lo segundo debemos mostrarnos exactamente igual de entusiasta. Leo Ortolani ha hecho de Cinzia un tebeo divertido, juguetón, que sabe jugar con el frikismo de nuestra sociedad actual y con el salto entre géneros, es una tragicomedia muy completa, coquetea con el musical y con incontables referencias, pero por encima de todo, y ahí no es necesario tener en cuenta la orientación sexual que marca el relato, solo dejarse llevar por lo que es una formidable historia de aceptación personal, una que encierra mensajes valiosos y que tiene un envoltorio muy completo. Cinzia, personaje nacido en Rat-Man, tiene una personalidad propia en su cómic y el disfrute con sus peripecias es total.

El elemento más interesante de Cinzia es, precisamente, la forma en la que se va adaptando. Al primero parece que vamos a ver una sucesión de sketches para ver el mundo de una trans, nacida hombre y mujer en todo lo demás. Sus problemas en el trabajo, lo que provoca el cambio físico, los grupos de los que la sociedad le permite ser parte. Y todo con un toque de comedia sana y desenfadada que le sienta fenomenal al personaje. Pero de repente la cosa se transforma de una manera muy inteligente, y se convierte en una historia distinta. Cinzia encuentra a un hombre del que se enamora, y ahí es donde empiezan sus problemas. Es sobresaliente la manera en la que Ortolani abraza la identidad y la importancia de saber quién es uno mismo como tema central de la obra, como sabe jugar con la comedia y con el musical, algo que siempre tiene un mérito especial en un cómic, un medio que no puede aprovechar las ventajas del sonido. Y es seguramente ahí donde el autor abraza la tragicomedia de una forma excepcional, son escenas en las que parece difícil no sonreír pero que, a la vez, conforman lo más duro de esta historia. Porque tiene momentos muy tristes, sin duda, pero no pierde nunca la perspectiva de que el mensaje que contiene es tremendamente positivo, por mucho cinismo que pueda mostrar en algunos momentos para hablar de religión o de educación.

Impresiona mucho lo bien escondidos que están todos estos temas para que el lector los asimile de una manera muy natural, y en ese tiene mucho que ver el dibujo de Ortolani. No solo desborda clase, sino que sabe entender perfectamente los dos lados de la historia, el de la comedia y el del drama. Y lo hace, además, sin necesidad de alterar los personajes de una manera esencial, jugando con las mismas máscaras en los rostros para expresar sentimientos absolutamente encontrados. La forma en la que plantea las escenas musicales o en que muestra todo lo que forma parte de los mensajes imprescindibles a nivel social y que afectan a los colectivos LGTB es igualmente eficaz. Cinzia se convierte así en un tebeo con el que se puede reír, llorar y pensar, una mezcla que no resulta nada fácil de conseguir, una que arranca desde un diseño simpático y atractivo, que se puede empezar a leer por su reivindicación pero que se gana el respeto y la admiración por el talento narrativo que derrocha Ortolani. Y por eso estamos ante un cómic que triunfa siendo lo que vemos, una historia divertida y cercana, independientemente de la orientación sexual del lector, pero a la vez se convierte en un manifiesto de esos que siguen siendo muy necesarios en nuestros días. Es una maravillosa manera de aceptar lo que se sale de la norma como algo perfectamente normal.

BAO Publishing publicó originalmente Cinzia en noviembre de 2018.  El contenido extra lo forman un prólogo de María Eugenia Sangil Sánchez, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales, y un prefacio de Licia Troisi.

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