Guión: Louise Simonson.
Dibujo: Kit Seaton.
Páginas: 200.
Precio: 14,95 euros.
Presentación: Rústica con solapas.
Publicación: Septiembre 2020.
Hemos visto ya tantas revisiones del origen de los superhéroes más conocidas que sorprende y mucho que se siga apostando por esta vía para contar sus historias, aunque solo sea por el inevitable recelo que puede despertar en los seguidores de siempre. En el caso de Wonder Woman. Warbringer, como ya sucedió con Batman. Nightwalker (aquí, su reseña), la excusa es la de llevar a las viñetas la novela en este caso de Leigh Bardugo con la que se busca captar a un público juvenil que quiera tener un punto de partida contemporáneo y actual. Las novelas funcionan, y la verdad es que el cómic también, porque además se están poniendo en manos de autores que saben lo que hacen. Louise Simonson hace un muy buen trabajo de adaptación y Kit Seaton dibuja con mucho criterio el mundo de las amazonas y su contraste con el mundo del hombre. ¿Que ya hemos visto esta historia? Desde luego. ¿Que supone cambiar algunos elementos que siempre hemos considerado consustanciales al origen de Wonder Woman? Claro que sí. Pero la historia engancha, esta Diana es muy auténtica y el mundo que nos muestra en Warbringer conjuga muy bien sus raíces mitológicas con el shock de ver a alguien como Wonder Woman en nuestro mundo, aunque sea sin Steve Trevor y cumpliendo esas cuotas que hoy en día ya tendrían que ser pura normalidad.
Siempre es complicado escribir a Wonder Woman porque es un personaje con muchas facetas, y todas ellas se funden de una manera única. Es heroína, princesa, guerrera, hija, amiga y mujer al mismo tiempo. Añadámosle ahora un elemento más para entender la dificultad de Warbringer: la adolescencia. Es verdad que ya han sido unos cuantos los autores que se han aproximado al personaje en esa edad, pero seguramente no en historias de la duración de esta. Aquí Diana siempre es una mujer que todavía no lo es en muchos sentidos, y a la falta de experiencia en el mundo real le añade las dudas que le genera su propia realidad en Themyscira, los miedos propios de cualquier muchacha que no esté del todo integrada en su burbuja. Eso lo plasma muy bien Bardugo y lo interpreta a la perfección Simonson, y hace lo propio con la mitología, que sin alejarse de los preceptos básicos que ya conocemos de la historia de Wonder Woman sí se convierte en algo fresco. Tiene mucho de aquello que hizo triunfar en todo el mundo a El código Da Vinci de Dan Brown, ese misterio sobre el que vamos viendo algunas de las piezas mientras avanzamos en el viaje, y quizá haya un exceso de información en el tramo intermedio de la historia, con escenas que se justifican por razones que no tienen que ver precisamente con la urgencia de la cruzada que se nos cuenta.
Pero al final es un conjunto bastante equilibrado y que, sobre todo, convence con mucha facilidad en lo visual. Seaton logra una verosimilitud tremenda en sus personajes, y sobre todo en Diana. Wonder Woman es complicada, porque tenemos que sentir cercanía y poder al mismo tiempo. La forma en la que a esto se incorpora ese componente adolescente que resulta necesario para entender el escenario de Warbringer es notable, porque se basa en la más absoluta de las naturalidades. Seaton convence en Themyscira y lo hace en Nueva York, lo hace en la acción y en las emociones de los rostros, y sabe usar bien ese bitono con marcas de color que se ha convertido en marca de esta serie de novelas gráficas que buscan un público joven y nuevo para los personajes de siempre. A Warbringer lo único que le pesa es lo externo, la mochila de conocimiento que llevemos cada uno de nosotros a la experiencia lectora de esta historia, por lo mucho o lo poco que nos pueda torcer el gesto la novedad que se introduce en el origen de Wonder Woman, pero eso no quita para que podamos calificarla como una historia bien construida, sólida casi en todos sus pasajes, y como una muy buena puerta de entrada al personaje para quienes no la conozcan en detalle. Y eso es precisamente lo que se busca con esta novela gráfica, igual que con la novela en la que se basa.
DC Comics publicó originalmente Wonder Woman: Warbringer en junio de 2020. No tiene contenido extra.
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