Guión: Nalo Hopkinson, Dan Watters.
Dibujo: Dominike Stanton, Aneke.
Páginas: 160.
Precio: 18,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Junio 2020.
El eterno debate. ¿Una obra que se asoma a la perfección se puede tocar, cambiar o expandir? Difícil respuesta, y seguramente todas las que podamos dar tienen argumentos sólidos en los que sustentarse. Ahora llevémoslo a lo concreto. ¿Se puede tocar el Sandman de Neil Gaiman (aquí, reseña de su primer volumen)? Nos avisaron con Universo Sandman (aquí, su reseña) y ya tenemos aquí el primer volumen de La Casa de los Susurros, escrita fundamentalmente por Nalo Hopkinson, ayudado en los dos números finales por Dan Walters, y dibujada por Dominik Stanton aunque un número intermedio, el cuarto, es en parte de Aneke. ¿El resultado? Bueno. No es Sandman, no tiene por qué serlo, y quizá eso es lo más importante que tenemos que tener en cuenta en este mundo en el que resulta tan fácil hacer comparaciones y clasificaciones. No, La Casa de los Susurros puede moverse en su mismo universo, como reza de hecho el antetítulo de esta y de las otras series que se van a enmarcar en él, pero no tiene los mismos objetivos. Así que valoremos esta serie por sus propios méritos y no tanto por esa pesada cabecera que amenazaría el trabajo de cualquier autor que quisiera asomarse a los dominios de Gaiman, porque nada bueno resulta del ansia de clasificarlo todo. Desde luego, en este caso devoraría buena parte de sus méritos.
Y los tiene el guión de Hopkinson, porque su propuesta engancha. Es verdad que da muchas vueltas, quiere afianzar el relato sobre bases tan sólidas, en las que el lector comprenda todo lo que está sucediendo, que eso mismo hace que la acción que realmente interesa no se desencadene hasta unas cuantas páginas después de que hayamos empezado a leer. Juega con la fascinación que provoca este universo y con la necesidad de que conozcamos a todos los actores de una forma rotunda antes de dar los pasos de riesgo que requiere toda fantasía. No es tarde cuando lo hace, pero da la sensación de que podríamos haber llegado al mismo sitio por otro camino, un atajo narrativo que nos hubiera hecho ir al grano de una forma más directa. No es que eso sea negativo en sí mismo, porque el paseo por los escenarios de La Casa de los Susurros no deja de ser agradable en ningún momento, aunque en un análisis más sosegado se pueda llegar a las conclusiones ya expuestas. Pero los personajes intrigan, los fantásticos y los reales. Hay un obvio intento de apelar a la diversidad en el segundo de los espectros, con una pareja joven, negra y lesbiana y con diálogos que sitúan ese hecho en el centro del debate social, y hay una necesidad de acercarse a los parámetros de Gaiman con los primeros. La mezcla es buena, interesante y atractiva. Funciona, en una palabra.
Lo hace también porque el dibujo de Stanton es muy interesante, tanto en el trabajo de diseño de los personajes como en la puesta en escena. Hay mucha fantasía y está creada con imaginación y soltura, algo esencial para una serie que se mueve en buena medida en el mundo de los sueños, y hay también mucho oficio a la hora de mezclar esos elementos con la realidad. La historia pide una fusión muy natural, y Stanton la ofrece, lo que ayuda a que el lector se pueda meter de lleno y sin miedo en la propuesta, con el convencimiento de que nada de lo que está viendo chirría dentro del relato. Además, no olvidemos el componente social que se pone sobre la mesa, con un reparto eminentemente negro, al que nos incorporamos con soltura, sin sensación de estar viendo algo exclusivo, entendiendo sin problemas y desde la primera página el entorno en el que va a suceder todo lo que vamos a ver. Y si a eso le añadimos unas buenas páginas de Aneke, que siempre logra un notable alto, el resultado visual de este primer volumen de La Casa de los Susurros no puede ser más satisfactorio. La alargada sombra de Gaiman sigue ahí, muy presente, como es lógico, pero con este libro Hopkinson y Stanton hacen merecimientos para que les demos la oportunidad de seguir adelante y ver hasta dónde son capaces de llevarnos. Veremos.
El volumen incluye los seis primeros números de The Sandman Universe: House of Whispers, publicados originalmente por Vertigo entre septiembre de 2018 y febrero de 2019. El contenido extra lo forman las portadas originales de Sean Andrew Murray y Bill Sienkiewicz y un portafolio de diseños de personajes de Dominike Stanton.
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