‘Superman. Tierra Uno’, de J. Michael Straczynski, Shane Davis y Ardian Syaf

Editorial: ECC.

Guión: J. Michael Straczynski.

Dibujo: Shane Davis, Ardian Syaf.

Páginas: 392.

Precio: 38 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Junio 2020.

Hay un fenómeno bastante interesante que acontece con Superman, y es que algunas, muchas de sus mejores historias de las últimas décadas forman parte de universos alternativos y no de la continuidad del personaje. Eso puede interpretarse de muchas maneras, y vamos a optar por la más positiva, la que nos habla de un personaje del que se puede hablar de muchas maneras sin perder su esencia. Pasa con Superman. Tierra Uno, la trilogía de J. Michael Strazcynzki, que nos plantea a un Clark Kent muy diferente del habitual. Uno más joven, uno con muchas dudas sobre por qué tendría que ser Superman y siquiera si debe serlo, uno que abrió un camino que el cine no dudó en explorar con El Hombre de Acero (aquí, su reseña) y que trazó un camino del héroe muy distinto del que conocíamos. Pero Strazcynski, arriesgando, demostró que conoce al personaje, que se puede llegar al mismo lugar por caminos muy diferentes y que su revisión alternativa del personaje, en la que se intuyen algunos aspectos casi más propios de Spiderman que de Superman, es tan válida como cualquier otra aproximación al origen del personaje. O, al menos, de sus primeros pasos en Metrópolis. Y todo con un nivel de adrenalina alto, con clímax de acción muy potentes y con unas transformaciones de algunos de sus principales villanos bastante interesantes.

Straczynski, desde luego, sabe cómo construir una historia, y esta de Superman se nos antoja muy coherente. Realmente hay pocos aspectos que deje sin cubrir de lo que podría pasarle a un héroe principiante, y más a uno con tanto poder. Lo lleva hasta las esferas más altas, con enemigos que de verdad ponen en peligro su vida, analiza la manera en la que un Gobierno como el norteamericano reaccionaría a la presencia de un tipo con tanto poder, pero todo eso no le impide descender hasta lo más pequeño y personal, hasta el impulso que supone para Clark una conversación con su madre, el efecto que podría tener su irrupción en el Daily Planet para sus compañeros, o la presencia de una chica en su vida. Incluso cuestiones físicas que formarían parte de cualquier aficionado que quiera plantearse qué puede y qué no puede hacer Superman. Sí, hablamos del sexo. Esos pequeños detalles enriquecen un cuadro mucho más grande porque humanizan a Clark desde una perspectiva moderna, convierten al héroe más poderoso de la Tierra en un inadaptado de manual, uno sin amigos, sin relaciones, sin méritos cuantificables para no ser descubierto. Y ese prisma, hay que reconocerlo, es fresco y muy potente, porque expone la dificultad de ser un superhéroe en el mundo de hoy en día, con una psicología compleja y con problemas en índoles muy variadas.

Shane Davis supo entender ese escenario atribulado, y aún disfrutando con las luces del género, las que permiten los grandes combates físicos y el despliegue de un poder llevado al límite, también supo adentrarse en lo más mundano, en el atractivo físico de la vecina de al lado, en el gesto siempre taciturno de Clark, en una redacción del Daily Planet que dista de ser tan bonita e ideal como nos habíamos imaginado siempre, o por supuesto con el rediseño brutal del Parásito, que se convierte seguramente en el gran hallazgo visual de la galería de villanos de Superman que escogen para esta versión, siendo el eje del segundo episodio. Cuando Ardian Syaf cogió el relevo en el tercero de los libros de la serie tenía el listón francamente alto, pero su respuesta fue también impresionante. Puede que su Superman se viera un tanto más adulto que el de Davis, pero supo leer los méritos de los dos primeros libros y darles continuidad para hacer de Superman. Tierra Uno una historia con un sentido visual y con una espectacularidad notable. Cuando se pone en duda la capacidad de una historia alternativa de llegar al corazón del material del que procede, cuando se aceptan las legítimas dudas del aficionado de siempre en torno a la continua modificación de la historia de sus personajes favoritos, hay obras como esta que salen al rescate con tremenda eficacia. Así, sí.

El libro incluye los tres volúmenes de Superman: Earth One, publicados originalmente por DC Comics en octubre de 2010, octubre de 2012 y febrero de 2015. El contenido extra lo forman las portadas originales de Shane Davis y Ardian Syaf, una introducción de Fran San Rafael y un portafolio de bocetos de los dos dibujantes.

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