CÓMIC PARA TODOS

‘Teniente Blueberry. Rencor apache’, de Joann Sfar y Christophe Blain

Editorial: Norma.

Guión: Joann Sfar.

Dibujo: Christophe Blain.

Páginas: 64.

Precio: 18 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Junio 2020.

Está más que claro que los personajes clásicos tienen pocas posibilidades de permanecer inalterables más allá de las vidas de sus creadores. Esa máxima, que en el cómic francobelga podía cumplirse de vez en cuando, y en la que por ejemplo resisten series como Tintín, ya se puede aplicar también a Blueberry. Claro que, si se hace todo con el buen gusto y talento que tienen gente como Joann Sfar y Christophe Blain, hay muchas papeletas de que la cosa salga bien. Rencor Apache, primer álbum de la propuesta de estos dos autores para continuar con el legado de Jean-Michael Charlie y Jean Giraud, pasa con nota la dura prueba que supone ser el primer relato en quince años de un personaje clásico. Y si lo hace es porque hay en este álbum elementos que entroncan con la serie original, un respeto importante y también, por qué no decirlo, una buena historia que no necesita ser especialmente rompedora para incorporarse con elegancia a los mitos de Blueberry, pero que tampoco se arredra a la hora de mostrar una modernidad más que asumible cuando uno se pone en manos de autores con tanta personalidad. Esa mezcla es la que hace que esta primera mitad de la historia sea un punto de partida muy interesante para una etapa que tiene muy buena pinta en esta carta de presentación.

La violación fallida y que acaba en tragedia es una base muy utilizada en el western, como en general en la ficción de todo tipo. Esa es la base segura por la que apuesta Sfarr, y que le permite abordar una historia venganza intensa y emocional. Pero Blueberry tiene que encajar, y lo hace francamente bien. Su trabajo no es el de vengar a nadie, sino el de impedir una guerra entre el hombre blanco y los apaches. Sfarr le coloca en el centro de todo de tal manera que el final abierto del primer álbum nos deja en una situación perfecta. No necesita un clímax específico, o al menos puede permitirse el lujo de posponerlo hasta la conclusión de su segundo álbum, porque al final todas sus páginas tienen ese tono de altísima intensidad, en el que el lector no sabe qué es lo que va a pasar (¡toda una bendición para un relato que a priori ya nos habían contado!) con unos personajes que, con muy poca información, están construidos de una manera soberbia. Puede que eso al principio pase algo desapercibido precisamente por el ritmo que tiene el relato, pero según se va madurando, según nos damos cuenta del poso que deja, eso es algo que salta a la vista. Por eso parece difícil que este álbum se revalorice con su final o que la misma historia no vaya a crecer con lo que sigue, a poco que Sfarr encuentre una conclusión satisfactoria.

Si somos puntillosos, el riesgo que corre Blain es mayor que el de Sfar, por mucho que los personajes puedan sonarnos actuales en muchos sentidos. Porque Blain se enfrenta al fantasma de quien ha dado la imagen definitiva de un personaje, y eso es algo que no se puede pasar por alto. Por eso, no cometeremos la injusticia de comparar el Blueberry de Blain con el de Giraud. No sería justo y, además, tampoco sería oportuno viendo el espléndido resultado de Rencor Apache. Y eso es porque, a pesar de que algunos primeros planos puedan sorprender quizá un punto en exceso, la puesta en escena de Blain es soberbia. Así, es maravilloso el enfrentamiento a caballo de Blueberry tras el ataque de los apaches a sus hombres, sencillamente superlativo y una muestra perfecta de que hay una narrativa sensacional en estas páginas. Pero eso, ojo, no tiene que ver solo con las secuencias de acción, porque la manera en la que lidia con la relación entre Blueberry y Ruth, o cómo dibuja las emociones de Bimhal, la muchacha que desencadena toda la trama con sus acciones, son perfectos ejemplos del buen trabajo de Blain. Podemos debatir cuanto queramos sobre la idoneidad de continuar con Blueberry después de tanto tiempo, pero después de leer lo que de momento han hecho Sfar y Blain el debate se relaja mucho.

Dargaud publicó originalmente Lieutenant Blueberry. Amertume apache en diciembre de 2019. No tiene contenido extra.

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Un comentario el “‘Teniente Blueberry. Rencor apache’, de Joann Sfar y Christophe Blain

  1. Miguel
    2 septiembre, 2020
    Avatar de Miguel

    No puedo estar mas de acuerdo. Para mi es una de esas raras excepciones en que la secuela mejora al original aunque esto levante ampollas entre los mas recalcitrantes; para mi Ken Parker por ejemplo, en muchas de sus historias sobresale respecto a Blueberry. Un Sfar mas contenido de lo habitual lo cual se agradece en este caso aborda una trama de western muy original, con un pulso e interés tremendo y con un final satisfactorio a mas no poder. Y que decir de Blain, pues que es un maestro, que sin atreverse a dejarse llevar por su propio estilo, es fiel al original pero muy Blain a la vez, sobre todo en algunas planchas en concreto. Una gozada

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Esta entrada fue publicada en 1 septiembre, 2020 por en Christophe Blain, Dargaud, Joann Sfar, Norma y etiquetada con , , , .

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