‘Teen Titans. Raven’, de Kami Garcia y Gabriel Picolo

Editorial: Hidra.

Guión: Kami Garcia.

Dibujo: Gabriel Picolo.

Páginas: 176.

Precio: 14,95 euros.

Presentación: Rústica con solapas.

Publicación: Julio 2020.

Una revisión adolescente de un personaje que ya se ha vendido originalmente como adolescente tiene su complejidad, porque la comparación es demasiado fácil y evidente. Pero lo que Kami García hace con Raven sale adelante porque sabe buscarle un marco totalmente diferente. Raven, ya lo sabemos, forma parte de los Teen Titans, e incluso esa misma mención aparece en la portada de esta nueva revisión de su origen. Es la mejor forma de asumir que no se está renegando del espíritu del personaje. A partir de ahí, eso sí, cambia por completo el escenario porque nos vamos, literalmente, al instituto. ¿Otra historia más de adolescentes con poderes y problemas? No, eso es lo bueno, García encuentra una forma muy natural, aunque eso también suponga que desprovista de grandes sorpresas, de que todo vaya encajando. Sus relaciones adolescentes, la amnesia que da más misterio aún a las habilidades psíquicas que tiene y que van manifestándose cada vez con más claridad con el paso de las páginas, y la traslación de viejos conocidos de los lectores de los Jóvenes Titanes para que el conjunto tenga algo más de atractivo para quienes ya conozcan la franquicia. ¿El resultado? Un tebeo atractivo y bien planteado, que además Gabriel Picolo dibuja con la habilidad de entender su público y lograr aún así el carisma necesario para sus personajes.

Dicho esto, planteamiento y nudo están lógicamente por encima del desenlace, porque lo que más convence en Raven es lo que expone y no necesariamente las respuestas que casi está obligada a dar, incluso con un final abierto, antes de que el volumen concluya. García satisface así las necesidades de un tebeo juvenil y más o menos comercial, pero destaca en algo muy concreto y precioso, el necesario camino para encontrar la voz con la que hablen los personajes, sean adolescentes o adultos, y sobre todo la misma Raven, que es sobre quien descansa casi todo lo que funciona en estas páginas. Al final se trata de seguir los pasos de una chica joven y torturada por una tragedia, que es lo que se nos cuenta en la primera secuencia del libro, y que ha olvidado casi todo lo anterior a la misma, lo que permite lanzar mensajes optimistas sobre la personalidad que han de manifestar los adolescentes en una época de tantos cambios. Y sí, está la fantasía, claro está, porque Raven, no lo olvidemos, tiene poderes. De eso tampoco se olvida García a la hora de construir su relato con bastante acierto, incluso aunque no siempre sepa qué hacer con el necesario encaje con el mundo sobrenatural que se abre camino al final de la obra y que, además, es lo que permite que muchas cosas queden razonablemente abiertas para que sigamos adelante con el personaje.

Picolo, como decíamos, tiene un trazo más que peculiar, sencillo para que el adolescente que se asome a la lectura de Raven pueda apreciar todo el conjunto en un vistazo rápido, pero a la vez sabiendo explorar el trasfondo psicológico que necesariamente se tiene que manifestar en nuestra heroína, no solo por sus poderes sino también por su edad. No parece probable que este fuera un tebeo tan eficaz sin el maravilloso trabajo de color de David Calderón, que va apostando por los blancos, los tonos pálidos y los colores más marcados según lo necesita la historia. El olor es el elemento que completa un buen trabajo gráfico, que en algún momento puede parecer algo más sencillo de lo que en realidad es, y que por encima de todo sabe encontrar equilibrio y entretenimiento. Raven es un personaje al que resulta fácil querer y con el que es muy sencillo preocuparse, que es exactamente lo que busca la historia con las secuelas de su amnesia y la forma en la que funcionan sus poderes. ¿No es acaso la adolescencia esa época en la que surgen las preguntas y resulta tan difícil encontrar las respuestas? Esa es la sensación que quiere dar Raven, y que de hecho consigue proporcionar durante casi todo el trayecto. Tiene tópicos, claro, pero nada demasiado importante como para no elogiar el resultado final.

DC Comics publicó originalmente Teen Titans: Raven en julio de 2019. No tiene contenido extra.

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