‘Tal cual’, de David Ramírez

Editorial: Norma.

Guión: David Ramírez.

Dibujo: David Ramírez.

Páginas: 128.

Precio: 19,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Junio 2020.

Ya son años los que lleva David Ramírez como para que no sepamos el humor que le caracteriza, por lo que este Tal cual tiene la gracia de que lo podamos interpretar como una nueva presentación ante la gente. Le conocíamos como autor y ahora, de alguna manera, nos toca descubrirle como personaje. Tal cual, sí, en tiras de una página de extensión que se pueden leer en cualquier orden y que nos convierten en espectadores de su vida diaria, en sus inquietudes como autor de cómics, en sus chascarrillos dentro de la vida de pareja, y en todo tipo de gags que se caracterizan por ser bastante cotidianos. Todo está dentro de su estilo, con lo que no hay sorpresa para quien ya le conozca de obras previas como las historias que hizo para Dragon Fall (aquí, reseña de su primer volumen) o la más reciente Sexo raro. La idea de base, la que sustenta el libro y se presenta en la portada, es que todo se puede aprovechar, como en el cerdo, y no hay anécdota pequeña que no le pueda servir como base a un chiste con la gracia adecuada como para que él mismo se ría, porque este es obviamente uno de esos libros en los que el autor es el primer lector, y cree ese efecto cascada para que los demás también podamos soltar más de una carcajada leyéndolo. Todo se aprovecha, sin duda, y todo sirve para conocer un poco más a David Ramírez.

Se entiende, obviamente, que hay exageraciones, bienvenidos al maravilloso mundo del humor, pero es bastante sencillo dejarse llevar por el pensamiento de que esto es una suerte de biografía diaria encubierta del autor. Lo que leemos, pasa en su vida cotidiana con un altísimo porcentaje de exactitud, y se agradece que no haya situación, hasta las más vergonzosas, que le puedan servir para asentar sus gags. Tiene muchos elementos fantasiosos que encajan, desde su estómago para postres cogiendo el hueco del estómago regular cuando toca hasta su particular manera de interpretar las Funko, esas figuras que tanto furor han despertado en el mundo entero, podemos reírnos con sus miedos a la hora de tirar la bolsa de la basura cuando lleva otra cosa en la otra mano o con el prácticamente nulo tiempo que tarda en dormirse en comparación con el insomnio de facto de su pareja. El metro, la báscula, sus miedos como autor de cómics, su postura a la hora de dormir, su relación con su madre… y la de su pareja con la progenitora, esa que cambia de maneras inexplicables pero obvias. Lo dicho, hasta lo más insignificante es capaz de aprovecharlo para seguir y seguir con un libro que sabe variar lo suficiente como para no caer nunca en los peligros que tienen siempre este tipo de antologías, especialmente los de la reiteración.

Ramírez maneja un estilo sencillo, claro y directo, que tiene lo justo de realista y de caricatura para que, al final, sus chistes nos parecen tan cotidianos como tienen que ser. Divierte desde lo que se inventa, porque ahí le echa mucha imaginación a pesar de ser pequeños sketches sin demasiadas complicaciones visuales, lo más reseñable en ese sentido son los túneles espaciotemporales para verse con su yo del futuro, y consigue que sus personajes, empezando por él mismo, nos parezcan retratos creíbles. Y todo con sencillez, en un bitono muy amable y salpicado con gotas de rojo, con fondos que se quedan en lo estrictamente necesario y con figuras que casi invitar a reírnos incluso antes de que el chiste haya empezado. Esa es la gracia de Tal cual, un libro ameno y sincero, que quizá tenga un disfrute adicional desde la esfera personal del autor, algo que no es extraño dentro de esta clara proliferación de libros que se centran en anécdotas personales y más o menos reales, pero que en cualquier caso sabe desenvolverse bien para lograr los objetivos que persigue. Y estos son claros, pasan por hacernos reír. No se le puede reprochar nada en ese propósito, así que hay que dar por bueno el esfuerzo del autor para montar este libro que podemos leer de adelante hacia atrás, de atrás hacia adelante y parándonos en cualquiera de sus páginas. Como la vida misma.

No tiene contenido extra.

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