‘La tira de mujeres’, de Ángeles González Sinde y Laura Klamburg

Editorial: Lumen.

Guion: Ángeles González Sinde.

Dibujo: Laura Klamburg.

Páginas: 168.

Precio: 15,90 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2020.

Para entender lo que es La tira de mujeres lo mejor es dejarse llevar por la frase que acompaña al título en la portada. “¿Te pensabas que te pasaba solo a ti?”, dicen Ángeles González Sinde y Laura Klamburg para presidir esta colección de tiras que pretenden ser una representación de la cotidianidad de la mujer en todos los terrenos imaginables. Así, hablan de el aspecto físico, de todo tipo de relaciones de pareja, de esos pequeños placeres de la vida autoconcedidos para sobrevivir al día a día, de lo que supone ser madre, de lo distintas que pueden ser las mujeres que hacen cosas juntas, de las siempre divertidas contradicciones que se achacan al género femenino, de la forma en la que afrontan el verano, de sus sueños, de cómo afrontan la vida moderna con todos sus retos y hasta de la forma en la que disfrutan de la Navidad. De lo que se trata es de hacer un repaso por la vida diaria de docenas de mujeres a partir de pequeñas pinceladas, divertidas anécdotas que pueden asemejarse a lo que cada lectora puede vivir. Y lejos de buscar polémica, que no tendría por qué haberla, es un libro simpático que sabe jugar con los tópicos, los hay a docenas en sus páginas, para alcanzar un retrato bastante preciso de lo que nos está mostrando. Es obvio que hay que saber reírse hasta de uno mismo, y este volumen lo consigue con bastante precisión.

El gran enemigo que puede tener La tira de mujeres es, precisamente, la cantidad. Hay ingenio en cada página, desde luego, pero todas se basan en conceptos que se van repitiendo. Quizá, por eso, lo más aconsejable es una lectura pausada, incluso a modo de webcómic, a entrega diaria, porque así se saborea mejor y se esquiva ese peligro de la reiteración. De lo que se trata, al final, es de pasar un rato divertido con los tópicos, y eso es algo que se consigue. No es una apuesta por la originalidad desmedida, al contrario, lo que quiere es apostar por elementos que puedan generar una conexión directa con quienes estén al otro lado de la página, y para eso es necesario tirar de elementos y anécdotas que se puedan reconocer con facilidad. Puede que algunas de ellas inviten a pensar en que el tópico es el mejor argumento con el que cuenta La tira de mujeres, pero al final hay situaciones que inevitablemente conectan con la vida real y que no tendría sentido esquivar a la hora de componer este libro. González Sinde traza un recorrido amplio incluso por diferentes etapas de la vida para que su espectro de lectoras vaya desde las chicas más jóvenes hasta las mujeres de más edad. Y como el objetivo no pasa de sacar una sonrisa, el libro cumple sobradamente con lo que promete, humor femenino y en femenino.

El dibujo de Klamburg es todo un acierto en ese sentido, y la razón es que apuesta por la misma sencillez que tienen las situaciones que desgrana González Sinde, yendo de la mano en todas las páginas del libro. La caricatura, incluso la más sencilla y a veces casi esquemática como la que tienen estos dibujos, no tiene por qué alejarse de la realidad más tangible, que es lo que se persigue en este volumen, y de hecho no lo hace en estas tiras, fácilmente comprensibles desde un primer vistazo por vocación y que además se forman con colores básicos, buscando una empatía directa con las mismas mujeres a las que hace referencia de una manera directa y cómplice. Y un detalle que quizá pueda pasar desapercibido, las mujeres de Klamburg no son idénticas, son distintas entre sí, en carácter desde luego, pero también físicamente, y eso hace que el mosaico que plantea La tira de mujeres sea todavía más realista de lo que indica su colección de anécdotas. No va a cambiar la vida de nadie, eso está claro, pero lo desenfadada, divertida y simpática que resulta la lectura de este libro compensa con creces el tiempo empleado en él. Buen humor y entretenimiento se dan la mano en una obra liviana, una buena lectura de verano o para borrar de la mente las preocupaciones del día a día.

No tiene contenido extra.

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