Dibujo: Bernie Wrightson.
Páginas: 256.
Precio: 25 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Junio 2020.
Este no es el foro más adecuado para juzgar las enormes virtudes del Frankenstein de Mary W. Shelley, puesto que estamos hablando de una novela y no de un cómic, pero cuando un autor tan gigantesco como Bernie Wrightson le da vida como lo hace en esta edición ilustrada de ese clásico del terror moderno no queda más remedio que hacerlo. Shelley creó una leyenda, una obra brillante, impensable por sus circunstancias e inmortal desde su misma concepción. Hace ya muchos años Marvel decidió que era una buena idea publicar la novela ilustrada con 42 aportaciones del maestro Wrightson, ¡y desde luego que lo era! El dominio que el genial artista tenía de las luces y de las sombras, del terror como género y de la psicología interior de todos sus personajes hacían de él un autor ideal para aportar una nueva vida a la novela. Su trabajo realza y no sustituye, complementa y no se pone por encima, inventa y está lejos de repetir modelos pasados, por carismáticos que puedan ser los que surgen del poderoso imaginario del cine. Este Frankenstein es el de Bernie Wrightson, y eso son palabras mayores que justifican, una vez más, la reedición de esta obra, un auténtico lujo para quienes sepan saborear el terror gótico de las palabras de Shelley y el siempre meticuloso y magnífico arte de un Wrightson que hace compone unas piezas bellísimas.
La clave está en el que ilustrador no se deja llevar por lo obvio en ningún momento. Su Frankenstein no es Boris Karloff, pero encaja con la misma fluidez en la propuesta de Shelley. Y su Victor Frankenstein tiene la virtud de ser un hombre de carne y hueso a quien se ven las flaquezas humanas y psicológicas. Es fácil alabar el retrato de la criatura, el que se asoma a la cubierta del libro o a las ilustraciones más espectaculares del volumen, pero destaca con la misma o más firmeza la soledad de Victor o el encuentro épico entre los dos antagonistas de la obra, pero más aún la portentosa la recreación de la dramática noche de bodas, que tiene una puesta en escena descomunal. En realidad, como todas las ilustraciones de Wrightson, que captan la esencia de los momentos de una manera brillante. El volumen es una auténtica maravilla para quienes ya estén enamorados de Frankenstein o del trabajo de Wrightson, porque por ambos lados el disfrute está más que asegurado, pero conviene no olvidar que esta es una espléndida manera de introducirse en un mundo desde otro. Su fusión es soberbia, Shelley y Wrightson casi parece que trabajaron juntos para dejarnos un libro maravilloso, que hace justicia a la leyenda de una historia que jamás caerá en el olvido y que aquí tiene una personalidad propia, distinta a todo lo que hemos visto con ella en cine y televisión.
Marvel publicó originalmente Bernie Wrightson’s Frankenstein en 1983. El único contenido extra es una introducción de Stephen King.
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