Guion: Warren Ellis.
Dibujo: Jason Howard.
Páginas: 160.
Precio: 20 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Febrero 2020.
En la contraportada de Cemetery Beach vemos la mejor definición posible que puede tener el tebeo de Warren Ellis y Jason Howard: una utopía violenta. ¿Te apetece leer cómo ese futuro soñado de la humanidad en las colonias se ha ido a la mierda en un relato trepidante en el que dos personajes enormemente dispares entre sí tratan de escapar de un planeta de locos, gobernado por un tirano y en el que todo va mal? Pues sí, este es el cómic perfecto para ese momento en el que lo único que uno quiere es que exploten cosas y que haya adrenalina. Hay mucha más acción que explicación en la propuesta de Ellis, e incluso se podría decir que lo segundo llega a sobrar en buena medida, porque cuando el tebeo cobra fuerza es cuando la acción se desboca. Y sí, se desboca, literalmente, es uno de esos tebeos locos, absurdos, totalmente chalados, en los que vemos cosas imposibles y aún así nos las creemos porque nos obliga a hacerlo el Ellis de turno con su atrevimiento. Si pensáramos con frialdad en la historia, quizá podríamos ver que no hay demasiado a lo que agarrarse, pero es que da absolutamente igual. No es eso lo que quiere Cemetery Beach, sino que nos volvamos locos con una chifladura violenta, descontrolada y que tiene la virtud de sostenerse como historia individual o como comienzo de un universo mucho más grande.
Decir de Ellis que tiene influencias tarantinianas sería algo injusto con la trayectoria del autor, que siempre ha tenido el gusto por esos diálogos absurdos, pero parece difícil no sentirse al comienzo de Cemetery Beach como en los primeros minutos de Malditos bastardos. Luego ya es cuando la historia va por su propio camino, uno en el que Ellis deja tanto margen a su dibujante que es fácil imaginar un guión de pocas palabras para rellenar cuatro o cinco páginas en las que las acrobacias, la acción y la pirotecnia cogen el protagonismo de una manera tremenda. Que en el fondo es un homenaje a mil y una cosas diferentes es algo que se puede ver en la colección de portadas que hay al final del volumen, lo que confirma que Ellis no busca aquí más que pasárselo bien a lo bestia. Eso suele ser una buena señal, y pocas quejas podemos expresar por ello con el frenético paso de página al que nos incita Cemetery Beach. Y por eso lo que queda es una gamberrada sucia, violenta, una ciencia ficción apocalíptica que se permite el lujo de encerrar cierta crítica social entre tan descarriada aventura y que acaba siendo un duelo al sol cuando parecía que no iba a salirse de la buddy movie más tradicional. Así es Ellis, que piensa tan rápido que mete las cosas en sus historias antes de arrepentirse de ello, y por eso salen marcianadas como esta.
Hablábamos del aire que el escritor concede a Howard y resulta evidente que es así en sus escenas de acción. Ni diálogos, ni cartuchos de texto, ni siquiera onomatopeyas, solo los lápices del ilustrador para dar rienda suelta a la locura. ¿Se lo habrá detallado Ellis o lo habrá imaginado todo él? Las dos cosas parecen posibles, pero al final eso es lo de menos. Lo que cuenta es que todo es tan dinámico y descacharrante que parece imposible no disfrutar con las coreografías insanas que se inventa este tebeo. Visualmente, es su esencia, es lo que da a la historia un carácter especial y diferente, es lo que lleva un relato más o menos visto anteriormente a cotas diferentes. Y es donde Howard se luce con mayor claridad. No se puede decir que no insufle carisma al cómic desde el mismo diseño de sus personajes (si se acepta el adjetivo, ¿no tiene Grace un cierto aire azpiriano?), pero cuando la cosa coge ritmo es cuando más y mejor disfrutamos con su talento. Cemetery Beach es, por tanto, uno de esos cómics con los que uno acaba frenético perdido, que tiene un ritmo altísimo que no decae y en el que da igual si la trama es todo un mcguffin o si en el fondo de la mente de Ellis había algo más con lo que disfrutar. El lector, como los protagonistas, no tienen más remedio que tirar hacia adelante con lo que haya y con lo que venga. Y no es poco, no.
El volumen incluye los siete números de Cemetery Beach, publicados originalmente por Image Comics entre septiembre de 2018 y marzo de 2019. El único contenido extra son las cubiertas originales.
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