‘Titán, madre de monstruos’, de Colleen Douglas y André Stahlschmidt

Editorial: Karras.

Guion: Colleen Douglas.

Dibujo: André Stahlschmidt.

Páginas: 112.

Precio: 18 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Abril 2019.

A veces se dice con cierta sorna que está ya todo inventado, y que cada nueva historia que nos llega no es más que una revisión de algo que ya está hecho antes. Si esto fuera cierto, la clave para el disfrute de las novedades estaría en la habilidad de los autores para hacer que ese modelo ya visto previamente tenga un aire de frescura más o menos creíble. Eso es lo que podemos decir sin problema de Titán, madre de monstruos, obra de Colleen Douglas y André Stahlschmidt que nace de la intención de mezclar una historia de ciencia ficción y terror a partes iguales que, efectivamente, funciona de una manera bastante fluida. Quizá el gran inconveniente que pueda tener la obra, más allá de la identificación de modelos bastantes obvios en su propuesta, está en que hay tantas ganas de poner una base coherente y bien explicada que da la sensación de que estamos ante una notable presentación de un universo que tiene por delante más posibilidades de las que realmente muestra en estos números. Y eso que tiene momentos verdaderamente notables que son los que además nos conducen a un final bastante acertado y atrevido, que funciona tanto desde el punto de vista más espectacular como en sus elementos de género. Seguramente si en algún momento hay novedades de este universo se podrá valorar más y mejor este punto de partida.

Podemos incidir en todas esas historias que forman parte de las inspiraciones de Douglas, confesadas o no, partiendo de H. P. Lovecraft y pasando por Alien, o llegando incluso a una película de culto como es Horizonte final, pero lo importante, como decimos, es que Titán, que coge su título del nombre de la protagonista, tiene cierta frescura. La manera en la que la escritora la busca es a través no solo de algunos elementos de su historia sino también con los saltos en el tiempo que hay en el relato. También en el espacio, como cabe esperar de una buena historia de ciencia ficción. Eso es lo que da carisma a la protagonista, cuyo origen está en el centro de la acción y en las expectativas que va levantando el desarrollo del relato y, como decíamos, posibilidades futuras. Douglas explica mucho, quizá incluso demasiado, pero quiere tener bien agarrado al lector y que no se sienta perdido ni por los conceptos que explora, que son bastante interesantes, ni por esos mencionados saltos en el tiempo de la narración. Eso limita la presencia de escenas de acción, pero las que incluye son suficientes para que se añade el necesario elemento de entretenimiento que abre la puerta a un tercer género en esta mezcla: la acción. Titán, desde luego, funciona bien en cada uno de ellos y en la fusión de todos.

Una de las claves hay que encontrarla en el dibujo de Stahlschmidt, que apuesta por un estilo clásico, que podría encajar en otros tiempos y en otros medios, en los años 80, en el presente o en las revistas clásicas de ciencia ficción de las que Metal Hurlant siempre fue la más destacada. Esta intemporalidad, que parece buscada y por eso hay que catalogar como un acierto más de Titán, madre de monstruos, se suma al espléndido uso de los elementos de fantasía y ciencia ficción que hay en el relato. Sin que haya nada realmente nuevo, como explicábamos, todo resulta funcional y creíble, incluso espectacular en algunas secuencias, sobre todo en los dos números finales. Stahlschmidt se muestra cómodo y eficaz y saber aportar carisma a la protagonista, aunque algunos de los demás personajes puedan resultar algo intercambiables. Nada de esto supone un problema mayor en el disfrute de un tebeo que está pensado justo para eso, para que el lector no se aburra en lo más mínimo, para que se lo pase bien con la aventura, con los conceptos de ciencia ficción expuestos y con el desarrollo de una heroína que seguramente tendría mucho más que decir si sus autores quisieran y se les diera la oportunidad. Eso es lo mínimo que se le puede pedir a una historia de origen, que enganche y que imaginemos el futuro, y esta lo consigue.

El volumen incluye los cuatro números de Titan, publicados originalmente por Amigo Comics entre junio de 2018 y julio de 2019. El contenido extra lo formna las portadas originales de André Stahlschmidt e ilustraciones de Hugo Petrus.

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.