Guión: Bastien Vivès, Mickaël Sanlaville y Balak.
Dibujo: Bastien Vivès, Mickaël Sanlaville y Balak.
Páginas: 216.
Precio: 14,95 euros.
Presentación: Rústica con sobrecubierta.
Publicación: Enero 2020.
Llegados ya al undécimo volumen, es obvio que Last Man no es en este punto la misma serie que era cuando arrancó (aquí, reseña de su primer volumen). Lo que sí se puede decir, aventurándonos a leer las intenciones de Balak, Mickaël Sanlaville y Bastien Vives, es que sí parece ser la serie que sus autores querían que fuera desde un principio. Puede ser una afirmación algo paradójica, pero quizá es la única manera de entender la evolución que ha tenido el relato, sobre todo a partir del salto temporal que se produjo al final del sexto volumen (aquí, su reseña), y de la forma en la que se van interconectando todos los elementos que quedan pendientes. No es fácil asimilar algunas de las cosas que están sucediendo ahora mismo en Last Man, algunas de las que acontecen en este undécimo volumen, sobre todo si tenemos muy presente la primera mitad de la serie. Pero, aún así, sus autores están consiguiendo que todo parezca realmente planeado de antemano, que todo haya sido un juego en el que los lectores están descubriendo que en cada nueva entrega la escala va aumentado sin que parezca algo antinatural, incluso rotando de una manera bastante apreciable el protagonismo de todos los que se mueven alrededor de Richard Aldana. Y no, Aldana tampoco parece el mismo personaje del principio, aunque sepamos que sí lo es.
Se supone que solo queda un número más para acabar la serie, por lo que hay que entender este volumen como una brillante preparación de un clímax a todos los niveles, que tiene que dar respuesta todavía a muchos interrogantes. Obviamente, y lo decimos siempre, el juicio sobre una serie descansa en una medida importante en cómo se resuelva, pero también es cierto que ya todo está en manos de sus autores, porque hasta aquí han llegado con habilidad e inteligencia, sorteando todos los grandes problemas a los que puede hacer frente un relato de estas características y recuperando en todo momento al lector, incluso cuando parecía que la cosa se les iba de las manos. En este volumen se cumple otra de las máximas que han hecho de Last Man una serie formidable, y es el ritmo salvaje que imprimen Balak, Sanlaville y Vives, uno que cabalga a lomos de espectaculares escenas de acción, a veces de escala épica y a veces mucho más contenida, porque todo parece tener cabida en este universo. Da igual que sea el escenario una cueva plagada de animales gigantes o un lujoso salón en el que se están produciendo revelaciones de enorme trascendencia, ese sentido del clímax que tiene la serie desde el principio se mantiene todavía a estas alturas, cuando llevamos ya años disfrutando de este viaje.
Y lo hacemos, también y por supuesto, a nivel visual, porque Last Man ya tiene una imagen más que reconocible, y da gusto verla de esa manera. Ese trazo a medio camino entre el boceto y lo desdibujado, esa forma de potenciar la exageración de los elementos más fantásticos de una forma en la que recordamos al anime más salvaje de los años 90, y un diseño en vestuarios, vehículos y escenarios que quita el aliento, esas son las bazas que se han mantenido desde el principio, pero que además han sabido evolucionar. Lo decíamos al hablar del personaje de Aldana, pero es lo podemos decir de casi todo lo que vemos en las páginas de Last Man: ha cambiando tanto la cosa desde que nos asomamos a su mundo, cuando parecía que esto iba a ser un homenaje al manga y al anime de combate, que parece que ahora estamos en una serie diferente, pero la evolución ha sido tan natural que nadie puede decir que no encaje con su propuesta. Puede que el número 11 de la cubierta eche para atrás a quienes no conozcan la serie, pero ojear sus páginas es un peligro de quedar enganchado a este estilo y obligarse a retroceder hasta el primer número para saber qué es exactamente esta locura que nos proponen Balak, Sanlaville y Vives. Porque es una locura. De las grandes. Y, por eso mismo, de las buenas.
Casterman publicó originalmente el undécimo volumen de Lastman en septiembre de 2018. El único contenido extra es el habitual cómic con el making of del volumen.
En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.