Guión: Scott Snyder y James Tynion IV.
Dibujo: Greg Capullo y Jock.
Páginas: 176.
Precio: 19,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Septiembre 2019.
Cuando se lanzaron los Nuevos 52, la decisión más llamativa y trascendente fue la de hacer desaparecer al Joker, dejando en su celda de Arkham la piel de su rostro. Era uno de los cambios de aspecto más radicales que iba a sufrir un personaje DC y, desde luego, el más arriesgado. El regreso del archivillano de Batman, no obstante, no se hizo esperar demasiado, y Scott Snyder orquestó una reentrada aparentemente espectacular, turbia en su fondo y que, probablemente, se deshace por las exageraciones que cubren su final. Y ojo, que la apuesta era valiente, porque parte no solo de la presencia de un Joker más trastornado que nunca, sino que juega con la idea de que conoce la identidad de Batman y, por extensión, de todos sus aliados. De ahí el título de La muerte de la familia, que quiere jugar con el de una de las picas del Joker, Una muerte en la familia (aquí, su reseña) para aumentar unas expectativas que, en todo caso, ya estaban muy altas. ¿Las cubre? A medias, pero es evidente que, con el sensacional dibujo de Greg Capullo, las apuestas eran altas. Snyder busca el retrato más radical posible del Joker y, aún con el lógico final abierto, que quizá es lo más previsible del conjunto, lo pone absolutamente todo sobre el tablero, y quizá eso provoca que haya demasiados momentos que resulten algo inverosímiles.
Que no se malinterprete lo anterior, Snyder hace que La muerte de la familia funcione como un tiro, con una continua sensación de clímax, con adrenalina constante y con un sentido del ritmo encomiable. Lo malo es que hay momentos difíciles de creer que buscan aumentar la sensación de peligro inesperado en la figura del Joker y que, si se piensan, no resisten con facilidad un segundo análisis. Lo que busca el escritor es que el Joker haga mella en la familia, y puede ser que se fuerce demasiado. La tensión entre Batman y sus acólitos siempre ha funcionado bien, y esa tensa reunión que imagina Snyder antes del enfrentamiento final con el Joker recuerda a las que ideó Greg Rucka para Bruce Wayne ¿asesino? (aquí, reseña de su primer volumen). No es la única referencia de Snyder, que llega a bucear hasta en las primeras aventuras del Joker o incluso en el Batman de Steve Englehart y Marshall Rogers (aquí, su reseña). Su idea es crear una suerte de duelo definitivo y final entre Batman y el Joker, por mucho que esa tarea ya se haya acometido en incontables ocasiones a lo largo de la historia, y esa ambición es, lógicamente, un arma de doble filo. Es difícil ver al Joker de siempre en algunos comportamientos que le da Snyder, pero hay que reconocer que seduce. El personaje y el conjunto.
Capullo también hace que funcione. Sigue sin ser fácil acostumbrarse a este Joker físicamente demacrado y con unas cicatrices exageradas que rompen con la imagen de payaso y le sumen en la psicopatía homicida más abierta y clara, pero los códigos de terror que maneja el ilustrador para plantarle en la escena, ya desde su primera aparición en estas páginas, es notable. Más que un cómic de superhéroes, parece una entrega de Saw llevada a Gotham y planteada de una manera en la que todavía pueda llegar a un público juvenil. Capullo, en todo caso, sabe también hacer un buen tebeo de superhéroes, y vuelve a dejar patente que su Batman es intenso y poderoso, que sabe darle fuerza en secuencias de acción y también con su simple presencia amenazadora. Y también que se atreve con todo, por descabelladas que puedas ser algunas ideas de Snyder, como se ve fundamentalmente en el tercio final, cuando Arkham entra en juego y su asfixiante aroma se cuela por los poros de la historia. La muerte de la familia tiene el mismo sabor a apuesta definitiva que tienen otros momentos de la etapa de Snyder, como El Tribunal de los Búhos (aquí, su reseña) o también Origen (aquí, su reseña). De manera independiente crece, en el conjunto de dicha etapa puede quedar algo más escondida precisamente por esa sensación de déjà vu.
El volumen incluye los números 13 a 17 de Batman, publicados originalmente por DC Comics entre octubre de 2012 y febrero de 2013. El contenido extra son las cubiertas originales y alternativas de Greg Capullo, Aaron Kuder, Trevor McCarthy, Alex Garner, Tony Daniel y un portafolio de bocetos y páginas a lápiz de Greg Capullo.
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