‘Batman. El gran salto’, de Peter J. Tomasi, Frank Tieri, Don Kramer y Ryan Benjamin

Editorial: ECC.

Guión: Peter J. Tomasi, Frank Tieri.

Dibujo: Don Kramer, Ryan Benjamin, Rags Morales, Fernando Dagnino.

Páginas: 216.

Precio: 24 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Septiembre 2019.

Cuando un cómic que lleva el nombre de Batman en su portada pero no tiene al personaje como parte esencial de su historia interior, es bueno empezar por ahí para que nadie se lleve una decepción. El gran salto es un libro que acontece después de Batman R. I. P. (aquí, su reseña) y por tanto en ausencia del Caballero Oscuro. Sus protagonistas son Nightwing en el primero de sus dos relatos y Batgirl y los Outsiders en el segundo. La ausencia de Batman es tan trascendente como su presencia, y eso es algo que se hace notar a lo largo de estos dos relatos con mucha intensidad. La gracia de ambos está en cómo tienen que llenar el vacío que Batman deja en Gotham. Se antoja mucho más ambiciosa la primera mitad del libro, pero, más que por la presencia de Nightwing, por contar con Dos Caras como antagonista. La historia saber jugar con su dualidad de una manera interesante, aunque el final deje un poco frío por las concesiones que da al espectáculo más tradicional. La segunda historia anticipa y prolonga escenarios que se han visto con frecuencia en los cómics de Batman de los últimos años, centrándose en la necesidad de que haya equipos o redes que suplan al protector de Gotham cuando no esté, y lo más interesante se encuentra en las visiones contrapuestas de quienes podrían liderar esa campaña.

Empecemos por El gran salto, que así se titula el arco argumental de Nightwing que da título al libro. Peter J. Tomasi coloca a Nightwing en la tesitura de proteger a una testigo a la que muchos quieren muerta, y se lanza a esa tarea siguiendo las indicaciones de Dos Caras, que claramente se lleva las mejores partes de este relato y es tan esencial como el propio Nightwing. Lo peligroso de colocar a Harvey Dent en el centro es que su dualidad puede llevar la historia a lugares comunes o poco verosímiles, pero Tomasi encuentra una manera que, sin ser del todo original, sí tiene cierta frescura en su desarrollo y, en el fondo, sirve para ver a Nightwing en un papel distinto al de Batman pero vigilando su ciudad y con sus villanos. No es que sea una historia inolvidable, aunque hay elementos como la siempre brillante presencia de Alfred que le dan un caché superior a la media, pero sí una buena forma de hacer que pasara más desapercibida la ausencia entonces de Batman. Don Kramer es el encargado de dibujar la historia, aunque el segundo número corre a cargo de Rags Morales. Buen trabajo el de ambos, sin más alardes, cumpliendo en las escenas de acción, quizá incluso con Morales un peldaño por encima de lo que ofrece Kramer, y con un buen sentido del entretenimiento, que al final es lo que pide la historia.

La segunda parte del libro la forman, en realidad, dos pequeños arcos de dos números. De lo que se trata es de darle a Batgirl un papel nuevo al que ha tenido hasta ese punto. Frank Tieri se enfrenta al problema de que Cassabdra Cain siempre ha funcionado mejor cuando le rodeaba un aura de misterio, y aquí ese ya no es un elemento destacado. Habla con normalidad, trabaja con el equipo e incluso se plantea un liderazgo para el que en teoría no estaba preparada. Sabe sacar partido a la situación encontrando la manera de romper su encaje en los Outsiders y oponiendo su forma de ver las cosas a la de Nightwing, nuevamente con un papel brutal para Alfred. Es decir, hay una buena suma de elementos y una escalada dramáticabastante fluida. Como sucede con El gran salto, la conclusión es un tanto amable para lo que plantea, pero es una lectura agradable. Y como en la primera parte del libro, el dibujo cumple tambien con sus objetivos. En esta ocasión es Ryan Benjamin el encargado de ejecutarlo, con un número a cargo de Fernando Dagnino. El volumen no deja de ser una manera de rellenar huecos para que la aparente muerte de Batman tenga un efecto real en la lectura mensual de sus historias. Eso sí, leído ahora, sin ese marco, parece menos impactante y trascedente de lo que en realidad tendría que ser.

El volumen incluye los números 147 a 150 de Nightwing y los números 11 a 14 de Batman and the Outsiders, publicados originalmente entre agosto y diciembre de 2008. El único contenido extra son las portadas originales de Rags Morales, Philip Tan y Jim Calafiore.

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