Cine -‘Alita. Ángel de combate’, de Robert Rodríguez

Título original: Alita: Battle Angel.

Director: Robert Rodríguez.

Reparto: Rosa Salazar, Christoph Waltz, Keean Johnson, Marhershala Ali, Jennifer Connelly, Ed Skrein, Jackie Earle Haley, Jorge Lendeborg Jr., Lana Condor, Idara Victor, Elza González, Jeff Fahey, Rick Yune, Derek Mears.

Guión: James Cameron, Laeta Kalogridis.

Música: Tom Holkenborg.

Duración: 122 minutos.

Distribuidora: 20th Century Fox.

Estreno: 14 de febrero de 2019 (Estados Unidos), 15 de febrero de 2019 (España).

Durante muchos años, Alita. Ángel de combate, ha sido uno de los proyectos que más vueltas ha dado y que seguramente más expectación generaba en el aficionado. El manga de Yukito Kishiro es una potencia muestra de ciencia ficción cyberpunk que resultaba muy golosa de ver en pantalla grande y el resultado final, auspiciado por James Cameron y dirigido por Robert Rodríguez, al menos cumple con lo mínimo y es un gozoso espectáculo de género. La historia es de lo más previsible, y solo algunos giros del guion consiguen sorprender dentro de un universo de personajes arquetípicos. Pero esos pequeños detalles son suficientes para apuntalar un universo deslumbrante en sus imágenes, muy bien ejecutado en sus efectos visuales y con las necesarias escenas de acción no solo para entretener al espectador medio sino también para exponer todas las posibilidades del mundo que estamos viendo. Rodríguez ya demostró con Sin City (aquí, su crítica) que es todo un apasionado de lo visual, y es curioso que sea el cómic, en este caso el manga, el medio que le permita volver a lograr cosas que llevaba mucho tiempo sin mostrar, probablemente desde que llevó a la gran pantalla el tebeo de Frank Miller. No es que Rodríguez sea un virtuoso, ni que tenga el dominio de lo digital que sí tiene Cameron, pero consigue sus objetivos en Alita.

Lo hace, sobre todo, porque lo digital no devora la propuesta, sino que la complementa. Mundos futuros de ambiente cyberpunk hemos visto muchos, y Alita no nos gana por la sorpresa precisamente por ello. Pero lo que convence es su consistencia. La exageración encaja bien, la delicadeza de la propia Alita también. Y la forma en la que se integran los mundos en este mundo de cíborgs, cazarrecompensas cibernéticos y deportes salvajes es bastante fluida, aunque ni Christoph Waltz ni Jennifer Connelly, los dos nombres llamados a dar caché a la propuesta, parezcan tan metidos en sus papeles como podrían haberlo estado. El guion, coescrito por Cameron, tiene la ambición de ser el inicio de algo mucho más grande, eso también es evidente, y quizá por ahí también se escapa algo de la originalidad que pudiera tener Alita, reducida de esa manera consciente a un nuevo intento de crear una franquicia. Da la sensación de que los estudios ya no apuestan por una historia si no le ven esas posibilidades de progreso, y es una pena, porque escritores, directores y productores llevan demasiado tiempo olvidándose del ahora. Por eso, lo que convence de la película es precisamente esa autoconsciencia de que el momento es importante. Sus peleas sobresalen. Sus personajes de usar y tirar, dicho esto con cariño, también. ¿El futuro? Importa menos.

El mayor acierto por tanto de Alita. Ángel de combate radica en el mundo que nos muestra. Eso, por sí solo, ya deja con ganas de más, de una manera mucho más acertada que los epílogos y los mensajes cargados de intenciones para una secuela que podría llegar o no. Rodríguez maneja mejor la acción que los personajes, eso es una constante bastante marcada en su cine, pero aún así sabe dar carisma a Alita y a algunos de los secundarios que están a su alrededor. La historia tiene poco de rompedor, y da la sensación de que Fox ha querido asegurar el tiro más que encontrar algo diferente y más ambicioso, un camino desde luego lícito y del que no se puede decir que salga con un fracaso. Ni mucho menos. Alita puede estar lejos de ser una obra compleja, cosa que seguramente se debe a que el componente social que se intuye en el relato se ve algo enterrado por lo más espectacular de la propuesta, o a que, por ahora, la historia pasada de la protagonista no sea más que un flashback más o menos convincente para apuntalar el presente y no algo que tenga auténtico peso en el relato, pero es una pieza muy entretenida, con piezas de combate de elaboradas y muy eficaces coreografías, hecha con profesionalidad y que sabe sobresalir en lo que hoy en día marca tendencia en la ciencia ficción, un acabado creíble y de altos vuelos.

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.