‘Monster Allergy’ 1, de Katja Centomo y Francesco Artibani

Editorial: Nuevo Nueve.

Guión: Katja Centomo, Francesco Artibani.

Dibujo: Alessandro Barbucci, Giovanni Rigano, Daniela Vetro.

Páginas: 144.

Precio: 18 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Noviembre 2019.

Buena carta de presentación la que nos ofrecen Katja Centomo y Francesco Artibani en este primer volumen de Monster Allergy, que incluye los tres primeros álbumes de la serie original. Buena porque se configura casi desde sus primeras páginas como una muy divertida aventura juvenil que protagonizan Elena Patata, una chica de singular apellido que se muda a un barrio nuevo, y Zick, un chico al que todo el mundo tacha de raro por sus alergias y que esconde un secreto: es capaz de ver monstruos e interactuar con ellos. Juntos correrán mil y una aventuras, divertidas, simpáticas y para todos los públicos, que tienen su principal atractivo en la imaginación que despliega. También la visual, con la fórmula de tener un dibujante diferente para cada uno de los álbumes pero todos siguiendo un estilo más o menos parecido, que es el que marca en la primera entrega Alessandro Barbucci. El ritmo trepidante que tiene cada uno de los álbumes se complementa con lo bien que definen los autores a los dos muchachos protagonistas, que tienen algunos rasgos arquetipicos pero que se complementan a la perfección y huyen del retrato de chico de éxito, abriendo las puertas a una mayor empatía. Esa química entre ambos es esencial para que la comedia fantástica y juvenil de Monster Allergy sea tan eficaz como para convencer también a lectores de más edad.

Centomo se ocupa de trazar los argumentos de cada álbum, mientras que el guion lo desarrolla Artibani. El mundo que construyen entre ambos es divertido y sencillo en su planteamiento, facilitando que el lector conozca sus reglas con mucha naturalidad y sin perderse en profusas explicaciones, aunque eso no quiere decir que no se vaya complicando con el desarrollo de las páginas de una manera natural. La eficacia de su planteamiento se ve incluso en la broma interna en la que hacen que Elena le espere a Zick que no le cuenta nada sobre su habilidad de ver monstruos cuando ella es la única que le cree. Hay detalles así de maduros en los diálogos, que contribuyen a hacer que Monster Allergy esconda alguna capa más de lo que parece por debajo de su ritmo desenfrenado y sus ganas de divertir. Eso, no obstante, es lo fundamental. Se trata de que esto sea una aventura que funcione bien por separado en cada uno de los álbumes pero trazando tambien una historia de fondo. Los gatos son esenciales para ello, y tanto Elena como Zick tienen uno, aunque son dos felinos bien distintos entre sí. En el mismo volumen se anuncian ya diez entregas de tres historias cada, lo que da una idea de la ambición que tiene el planteamiento de Centomo y Artibani. Si se mantiene en todo caso tan divertida y accesible como lo está siendo, no hay nada que temer.

El dibujo de Barbucci, además, es una garantía. Ya nos lo ha demostrado en obras como Ekhö, mundo espejo (aquí, reseña de su primer álbum) o Sky-Doll (aquí, su reseña), y su estilo se adapta con mucha facilidad a esta historia. Es más, podríamos hasta decir que es tan suya como de los escritores aunque se quede en el primer álbum. Giovanni Rigano y Daniela Vetro, autores de los otros dos álbumes que componen este libro, se suman con acierto a este universo. No da la sensación de que haya directrices de estilo, pero es evidente que los tres tienen trazos que se asemejan bastante. Hay que buscar los detalles para que salgan a relucir las diferencias. El dibujo de Barbucci parece el más completo, el de Rigano el más adulto y el de Vetro el más juvenil, pero la simbiosis entre los tres es bastante natural. Entre todos ellos consiguen dar mucha personalidad a este universo, que además en todo momento da la sensación de ir sumando y creciendo, aprovechando las ventajas de no apostar solo por aventuras individuales cerradas sino que va utilizando elementos que le permiten esas sensaciones. Buena carta de presentación, como decíamos, y un tebeo más que agradable para lectores de edades muy diferentes, uno de esos que no tratan a los niños como si fueran idiotas y que no hace que los adultos se puedan aburrir con facilidad.

El volumen incluye los tres primeros álbumes de Monster Allergy, Coup de poudre, La pyramide des invulnérables y Magnacat, publicados originalmente por Soleil en marzo, junio y noviembre de 2003. El único contenido extra son las cubiertas originales de Alessandro Barbucci, Barabara Canepa y Daniela Vetro.

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