‘Angel Wings 4. Paradise Birds’, de Yann y Romain Hugault

Editorial: Norma.

Guión: Yann.

Dibujo: Romain Hugault.

Páginas: 48.

Precio: 16 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Julio 2016.

Casi desde el principio, Angel Wings (aquí, reseña de su primer álbum) ha sabido mostrar lo bien que encajan el gusto que Yann tiene por la primera mitad del siglo XX, en este caso con hincapié en la Segunda Guerra Mundial, con el dominio que Romain Hugault manifiesta a la hora de poner aviones de combate en el aire, y el punto de encuentro no es otro que el juego erótico casi siempre light que nos proponen a través de su protagonista femenina, la piloto Angela McCloud. Cierto es que, dicho esto, Paradise Birds no es el más emocionante de los álbumes de la serie, quizá porque es el punto en el que se tienen que cerrar tramas de los anteriores libros, en especial el trabajo de niñera de la pin-up oficial del ejército americano que ya vimos en ellos, y se plantean los que tienen que desembocar en el quinto libro. En cualquier caso, es tan fácil entrar en los mundos históricos de Yann y Hugault añade tanta diversión con su dibujo que incluso teniendo en cuenta lo mencionado el disfrute es bastante alto. Lo más entretenido de Paradise Birds, de hecho, está en lo que en realidad ya nos había enseñado la serie previamente, en su dominio de los combates aéreos y en la (por qué no reconocerlo) innecesaria sobreexposición del cuerpo femenino, lo que da una idea de cuanto escribe Yann para sí mismo y cuanto hace disfrutar a Hugault al lector.

Si el jugueteo mencionado es lo más llamativo de esta entrega, resulta obvio que la complejidad de ciertas partes de la trama es lo menos entretenido de todo. Y no es que haya una razón poderosa y contundente para su inclusión en el álbum, es simplemente que es más divertido ver a un alto mando escuchando las quejas de Angela por la misión asignada que el desarrollo completo de la siguiente tarea, la más seria, y es más emocionante el combate aéreo en sí mismo que saber lo que efectivamente está en juego, más allá por supuesto de la vida de los implicados en la refriega. Yann, en todo caso, siempre escribe con la habilidad suficiente como lada que el lector no se desconecte del relato y, sobre todo, para que ningún personaje le resulte alguien ajeno. Esa, comprendida la esencia ya comentada de la serie, es la verdadera razón por la que Angel Wings mantiene el interés desde el principio, siguiendo bases que tienen cierto paralelismo, aunque también notables diferencias, con la obra más lograda de Yann en esta línea, Pin-up (aquí, su reseña). Desde luego, y aunque de alguna manera suene a algo antiguo que no es, si se buscan chicas bonitas y aviones en acción, Angel Wings sigue siendo una serie que funciona a las mil maravillas, independientemente de que nos podamos sentir algo más perdidos con las tramas de espionaje.

Y como esta es la cualidad más notable de Angel Wings también en Paradise Birds, resulta obvio que en este punto es algo más determinante el dibujo de Hugault de lo que puede ser el guion de Yann. El detalle con el que el ilustrador da vida a aviones de hace casi un siglo es fantástico, y no se debe solo a un trabajo de documentación que se nota completo y exhaustivo. Eso complementa de una manera sobresaliente el realismo de los personajes y, sobre todo, la expresividad que tienen todos ellos, no solo en sus rostros sino también en su movimiento corporal e incluso en sus mismas figuras, que el ilustrador domina con una facilidad insultante. Así consigue Hugault que sus mujeres sean bellas, desde lo general y también desde el detalle, entrando de lleno en el juego de subir la temperatura cuando Angela se quita su mono de piloto para tomar el sol o cuando sale a cenar con un personaje que tiene mucho de Clark Gable, porque con Angel Wings también se busca, de alguna manera, que nos sintamos en el mundo del Hollywood de los años dorados. Como se ve, Paradise Birds tiene elementos suficientes como para mantenerse dentro de la línea ya marcada en los álbumes anteriores de Angel Wings, pero tiene que ser preludio de algo un poco más intenso en muchos sentidos para que lo que hemos leído aquí cobre todavía más sentido.

Paquet publicó originalmente Paradise Birds, cuarto álbum de Angel Wings, en octubre de 2017. El libro no tiene contenido extra.

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