Guion: G. Willow Wilson.
Dibujo: Cary Nord, Xermánico.
Páginas: 96.
Precio: 8,50 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Junio 2019.
Sigue siendo una cuestión bastante indiscutible que el mejor escenario para Wonder Woman es el mitológico, al menos desde que George Pérez lo estableciera como poco menos que el definitivo allá en los años 80. No es que La guerra justa, que así se titula el arco argumental que arranca en este número, sea algo perfecto, pero siempre es interesante ver cómo es su propio mundo el que pone a prueba las ideas de Diana, su concepción de la justicia y de la guerra. Y si es Ares quien está de por medio en este lío, mucho mejor. G. Willow Wilson busca caminos relativamente sencillos para trazar su plan, coloca a Steve Trevor como la excusa para que Wonder Woman salte al campo de batalla (aunque, por otro lado, resulta tan peculiar como agradable que un hombre ocupe ese lugar de personaje a rescatar tantas veces destinado en la historia a una mujer), y no termina de abordar con una firmeza rocosa los temas que insinúa y plantea, pero hay cosas que rascar. En Ares, desde luego y aunque haya tópicos en su planteamiento, pero sobre todo en la intrigante figura que está detrás de todas las maquinaciones en las que se ve envuelta Diana. Parece que faltan cosas para que la historia termine de explotar, también en el dibujo de Cary Nord, pero al menos es fácil encontrar elementos que nos mantengan enganchados a la serie.
Wilson quiere que su historia encaje en la tradición más confortable para Wonder Woman y se nota en las características que despliega y en los personajes que usa. También en la forma en la que elude complicaciones que entiende innecesarias para presentar la historia y va, entre comillas, a lo fácil, a lo que sabe que funciona. El doble escenario que plantea, con Diana por un lado y Steve por otro, contribuye solo a medias, porque los dos avanzan pero cuesta encontrarles el punto de unión, pudiendo ser perfectamente dos líneas argumentales diferentes cuyo encuentro es algo artificial. Y Wilson quiere jugar con las vulnerabilidades de Diana, que funciona bien en el marco de cada secuencia concreta pero que después no terminan de convertirse en algo más. Esa es la sensación que dejan estos números, en los que destaca el sincero diálogo que se entabla entre Diana y Ares, en el que se contraponen sus visiones opuestas de la vida, de la humanidad y de la guerra. Ahí es donde estos números si consiguen enganchar al lector, más aún con la promesa de la guerra que pondrá fin a todas las guerras que se nos hace al final de esta entrega, que deja la historia todavía por terminar y a punto de entrar un momento épico. Eso también ayudará a que se pueda valorar mejor lo que hemos recibido en esta entrega.
Dos son los dibujantes que aparecen en este volumen, y las dudas se centran en el primero, Cary Nord. Por un lado, su peculiar estilo encaja muy bien con Wonder Woman y deja algunas viñetas con una puesta en escena sobresaliente, con una Diana de magnífica planta. Pero eso lo conjuga con unas perspectivas que son extrañas en grado sumo, algunas incluso bastante antinaturales, y que casi parecen acercarse al estilo más contemporáneo (o más bien de comienzos de siglo) de Frank Miller, con algún toque a lo Tim Sale en los rostros, pero siempre lejos del efecto que provocan ambos ilustradores. El resultado es irregular porque lo que descoloca en estas páginas es cierto que descoloca mucho. Luego entra en juego Xermánico, mucho más clásico y eficaz, y la cosa mejora y elimina ambigüedades. El dibujo, en todo caso, es reflejo de este momento que vive, uno en el que la popularidad del personaje abre muchas posibilidades y expectativas pero en el que su serie no termina de cristalizar las espléndidas ideas que estamos viendo en forma de una historia de las grandes. Esto le pasó a Greg Rucka en su segunda etapa en Wonder Woman, es obvio que también le puede pasar a G. Willow Wilson. Pero como son números con elementos positivos, el viaje es lo suficientemente agradable como para seguir esperando la explosión de la serie.
El volumen incluye los números 58 a 61 de Wonder Woman, publicados originalmente por DC Comics entre noviembre de 2018 y enero de 2019. El único contenido extra son las portadas originales de Terry Dodson y Jenny Frison.

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