‘Catwoman. Imitadoras’, de Joëlle Jones

Editorial: ECC.

Guion: Joëlle Jones.

Dibujo: Joëlle Jones, Fernando Blanco.

Páginas: 144.

Precio: 13,50 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Junio 2019.

Cada vez que un personaje del entorno de Batman tiene que marcar distancias con el Caballero Oscuro, la salida más fácil es, simplemente, sacarle es Gotham. Se hizo en su día con Nightwing o con Robin, también con Batwoman y Harley Quinn, y ahora le toca el turno a Catwoman. Pero el caso de Selina Kyle es diferente y bastante especial porque venimos de los acontecimientos de Álbum de boda (aquí, su reseña). Tom King puso todo su empeño en construir el paso definitivo en su relación con Bruce Wayne y ahora le toca a Joëlle Jones recoger los pedazos. Y lo hace razonablemente bien, volviendo a raíces un poco olvidadas del personaje y con algunas leves modificaciones en su disfraz, al que hace lucir en cuerpo y capucha. No es que el escenario que imagina sea excesivamente rompedor u original, pero es eficaz para mostrarnos a una Selina vulnerable desde el punto de vista emocional pero tan felina como siempre cuando se enfunda el cuero negro. Aún con sus altibajos, se agradece que Jones sepa mantener el descaro liberado del personaje y que a la vez sepa conectar su pasado, su presente y veremos hasta qué punto su futuro con una historia atractiva como punto de partida de esta nueva etapa. Porque al final se trata de eso, de empezar de nuevo, y ahí Imitadoras, que así se titula este primer volumen, cumple.

Y eso que el título no es más que un reclamo levemente artificial, y que de hecho Jones acaba tratando de esa manera dentro de la historia, reconociendo que no es más que un ardid para llegar a un punto concreto del relato. Catwoman llega a una nueva ciudad en la que no va a recibir una bienvenida precisamente cálida por parte de sus dominadores desde el otro lado de la Ley. Es, en realidad, uno de esos enfrentamientos por obligación que también se le dan a los héroes a su pesar o a las almas perdidas, y Selina ahora mismo encaja en ambas categorías. Jones, desde luego, le ha encontrado una voz lúcida para ella sin necesidad de rebuscar demasiado o salirse del guion, simplemente entendiendo bien esa necesidad latente de cariño que siempre ha estado por debajo del arisco comportamiento felino que garras y látigo ejemplifican tan bien. Es evidente que este escenario necesita progresar y que, si se quedara aquí, no pasaría de ser un reinicio más dentro del universo de Batman, uno más de los muchos a los que asistimos cada cierto tiempo, pero a la vez es una base entretenida y con ciertos rasgos de solidez. El recurso del pasado es, quizá, la carta más fácil que juega Jones, pero hay que reconocerle una lógica irreprochable para jugarla en este punto de la trayectoria del personaje.

El dibujo de Jones es fantástico y una de las claves de lo fácil que se entra en su Catwoman. Sabe entender a Selina desde una belleza cargada de matices, que desarrolla a la vez con cuerpo y mirada y que se sustenta en el carisma. Selina disfrazada luce muy bien, y Jones hace que brille a través de su máscara. De nuevo, como hace con el guion, volviendo a las bases del personaje. Hay una ligera extravagancia en el traje, más sutil que en ocasiones y diseños anteriores, pero no es ni la primera ni la última vez que veremos algo así, por lo que el movimiento que imprime a su figura compensa de sobra cualquier detalle discutible que pueda haber en ese sentido. Encontrarlo, en realidad, es ser un poco quisquilloso, porque la Jones dibujante sabe lo que hace y lo ejecuta francamente bien, apoyada en los flashback notables de Fernando Blanco, y también jugando con el aspecto de quien se convierte en su antagonista, que de alguna manera esconde un guiño, consciente o no, a la villana de la infumable Catwoman fílmica que interpretó Halle Berry (aquí, su crítica). Catwoman está ya lejos de Batman y, siendo probablemente el personaje de su mundo al que menos puede eclipsar su siempre alargada sombra, es hora de descubrir de qué es capaz en esta nueva etapa. No es un mal arranque.

El volumen contiene los seis primeros números de Catwoman, publicados originalmente por DC Comics entre julio y diciembre de 2018. El único contenido extra son las cubiertas originales de Joëlle Jones.

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