‘Cazafantasmas. ¿A quién vas a llamar?’, de Erik Burnham y Dan Schoening

Editorial: Fandogamia.

Guion: Erik Burnham.

Dibujo: Dan Schoening.

Páginas: 112.

Precio: 12 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Agosto 2019.

Desde su primer volumen (aquí, su reseña), Cazafantasmas acertó de pleno en el tono que mejor le podía convenir a este salto de la serie cinematográfica de los años 80 a las viñetas un poco más contemporáneas. No había que darle demasiadas vueltas, porque vale la nostalgia de esa década adorada por casi todos con un mayor toque satírico del que se veía en las películas y que le acercaba a la modernidad. Erik Burnham acertó, y lo hizo también Dan Schoening a la hora de darle a la serie un toque caricaturesco que combinaba muy bien con los efectos visuales que se necesitan para llevar a la realidad todo un mundo de fantasmas y demonios. Todo eso se mantiene en este cuarto volumen, ¿A quién vas a llamar?, que plantea una idea muy divertida, la existencia de competencia en el ámbito de la lucha contra los seres paranormales. Puede que la idea no esté del todo desarrollada y que dé para mucho más que para un arco argumental de tres números en el que además se va cociendo una muy imaginativa conexión con los acontecimientos de Cazafantasmas II, pero lo que vemos en el arco principal de este volumen es acertado y está bien complementado por la historia final, centrada en Winston para completar los perfiles más personales de todos los miembros del equipo que hemos ido viendo con el paso de los números.

En Cazafantasmas, el cómic, hay un alto grado de simpatía que se desprende no solo del uso de unos personajes conocidos, sino también, valga la redundancia, por lo bien que Burnham conoce a los personajes. Hay un detalle sobre Janine en estos números que sirve para ejemplificar a la perfección ese cariño que el escritor siente sobre el material de referencia, que sabe expandir de una manera acertada hacia terrenos propios sin necesidad de traicionar lo que vimos en las películas. Eso es lo que permite que aceptemos con suma facilidad las historias que propone Burnham, que saben alejarse de la rutina o de la repetición de modelos que tienen un funcionamiento asegurado. En el caso de ¿A quién vas a llamar? puede faltar un duelo más pronunciado entre los dos equipos, los Cazafantasmas y los Machacafantasmas, pero sus nombres ya hablan de un debate más que curioso en el planteamiento de Burnham, que pasa además por el mayor problema que tenía el grupo original, el almacenamiento de los ectoplasmas. Este nuevo grupo opta por liquidarlos… o eso dicen. Y de ahí saltamos a un glorioso clímax fantasmal de esos que tan bien le sientan a la franquicia, con Nueva York como escenario ineludible. Todo muy, muy divertido, como lo viene siendo a lo largo de esta serie, con diálogos certeros y con mucha imaginación en las tramas.

Schoening, además, sigue luciendo como en el primer número. Se sigue agradeciendo mucho que el parecido de los personajes con los actores originales sea el necesario y no más, porque el tono de comedia que tiene la serie agradece el nivel de caricaturización que propone el ilustrador. No es un detalle menor, porque se trata de una elección clave que está en el corazón de la serie, y es en realidad lo que permite que establezcamos una conexión con Bill Murrary, Dan Aykroyd y compañía, pero sin estar atrapados en el pasado. La espectacularidad, además, vuelve a ser una baza que Schoening juega francamente bien, incluso en escenas oníricas como la divertidísima secuencia con la que se abre el segundo número, y el color de Luis Antonio Delgado potencia la sensación fantasmagórica de las criaturas de una manera muy acertada. Tanto la épica como la comedia están muy bien reflejadas en las historias de Cazafantasmas, haciendo que esta sea una serie fantástica para retomar las andanzas de los personajes allá donde las dejaron las películas, y al mismo tiempo para escapar de ese encasillamiento de que se trate solo de un producto para fans. Burnham y Schoening han hecho una serie francamente buena, que cierra una primera etapa en este cuarto volumen, y que permite una lectura erudita y una profana con la misma accesibilidad.

El volumen incluye los números 13 a 16 de Ghostbusters, publicados originalmente por IDW entre septiembre y diciembre de 2012. El contenido extra lo forman una introducción de Michael Moreci, las portadas originales de Dan Schoening, ilustraciones de Tristan Jones y James Madden y dos páginas con el proceso del guion hasta el arte acabado.

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