Guion: Peter J. Tomasi, Patrick Gleason.
Dibujo: Doug Mahnke, Jorge Jiménez, Patrick Gleason.
Páginas: 168.
Precio: 17,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Abril 2019.
Un personaje con tantas posibilidades como el de Superboy es, paradójicamente, una amenaza para Superman. Desde que DC enfiló el camino que le llevaría a Renacimiento, se ha puesto hincapié, mucho, en el hecho de que el Hombre de Acero es padre. Jon es un niño especial y ya con poderes. No es de extrañar que la editorial haya apostado por él como coprotagonista de su propia serie, primero Superhijos (aquí, reseña de su primer número) y después Las aventuras de los Superhijos (aquí, reseña de su primer número). Pero su existencia hace que sea difícil hacer un cómic de Superman sin que tenga también su cuota de protagonismo. Hay cuatro historias en este segundo volumen de Superman, significativamente titulado Las pruebas del Superhijo, y en tres de ellas Jon tiene un papel importante. No deja de ser curioso que Peter J. Tomasi y Patrick Gleason opten por este camino cuando, precisamente, el primero de ellos es el encargado de escribir la serie de Superboy y Robin, y no es menos curioso todavía que se opte por incorporar aquí el mundo de Damian, el que vimos en la serie de Robin, hijo de Batman (aquí, reseña de su primer número)… que escribieron Tomasi y Gleason. Hay peligros en estas decisiones, parece más que evidente, pero el fundamental pasa por lo que decíamos al principio, por la posibilidad de que Superman se diluya en su propia serie.
Y eso, hay que reconocerlo, sucede en estos números. Es verdad que DC ha optado por una lenta reubicación de Superman en este mundo nuevo para él, como se vio en la serie de la Liga de la Justicia (aquí, su primer volumen), y como se ve en estos mismos números, con Lois todavía buscando un trabajo como periodista muy lejos de la frenética actividad a la que nos tenía acostumbrados en el Daily Planet. Pero sus historias giran en torno a Jon. La primera versa sobre Clark y Lois llevando a Jon a la feria. La segunda, Superman y Superboy se pierden en el tiempo y tienen dinosaurios a su alrededor. La tercera, Batman testea no solo los poderes de Jon sino también la capacidad de trabajar en equipo que tiene junto a Damian. Y la cuarta, la que no tiene al chaval en el centro, incorpora a Frankenstein en una historia entretenida pero sin mayor trascendencia… en la que Jon pone el cierre y la moraleja finales. Hay una omnipresencia del hijo de Superman que, por el momento, lo envuelve todo. Y quizá habría que plantearse si no estamos haciendo así que el Hombre de Acero pierda parte de su esencia. Quizá sería bueno que viéramos más como lo que nos plantean Gleason y Tomasi al comienzo de este volumen, más del buen samaritano que está a disposición de todo el mundo y que vuela solo. No es este un mal camino, pero el monopolio tampoco sería acertado.
Más que nada, porque nos perdemos a Superman haciendo cosas de Superman. Lo que nos enseña Jorge Jiménez en el primero de los números de este recopilatorio, y lo que a partir de ahí vemos con cuentagotas, más en los números que le toca dibujar a Doug Mahnke, que siempre raya a buen nivel, que los que dibuja Gleason, que son los que se centran en Superboy y Robin. En general, no obstante, a nivel visual se pueden plantear muy pocas quejas, porque los tres ilustradores que desfilan por estas páginas saben captar, cada uno a su manera, la fusión entre el Superman más heroico y la faceta más costumbrista y hogareña (incluso con disfraces) que tiene esta nueva etapa. Dado que Gleason ya nos ha mostrado mucho de lo que vemos aquí en la serie de Robin, destacan mucho más Mahnke, que ya nos tiene acostumbrados a tener el listón muy alto, y Jiménez, que pide a gritos continuidad en una serie de las grandes para aplicar su particular estilo. Estas son aventuras entretenidas y dinámicas, con lo que hay muchos caramelos para los dibujantes, pero que a nivel narrativo se sienten demasiado introductorias, demasiado preparatorias y con el riesgo ya mencionado de que Superman sea, en realidad, Superman y Superboy. Eso es un camino tan válido y lícito como cualquier otro, pero sería buena que el aficionado de siempre tuviera también alternativa.
El volumen incluye los números 7 a 13 de Superman, publicados originalmente por DC Comics entre septiembre y diciembre de 2016. El único contenido extra son las portadas originales de Patrick Gleason, Doug Mahnke, Kenneth Rocafort, Andrew Robinson, John Romita Jr. y Jorge Jiménez.

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