Guión: Brian Azzarello.
Dibujo: Juan Doe.
Páginas: 128.
Precio: 14,95 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Mayo 2019.
Es bastante inevitable que este primer volumen de American Monster nos traiga a la memoria 100 balas (aquí, reseña de su primer volumen). La autoría de Brian Azzarello, un tipo siempre dispuesto a llamar la atención, sea con universos propios o con personajes clásicos, nos invita a ello. Pero conviene recordar que 100 balas es todo un clásico del noir, y cualquier comparación que queramos establecer va a dejar a la obra comparada, muy probablemente, en mal lugar. Y sí, eso pasa en cierta medida con American Monster, la aportación de Azzarello para Aftershock que corre el riesgo de quedarse en una auténtica rareza por lo visto, por lo que tardó en verse y por la larga interrupción en la que hice ahora mismo la serie. Siendo Azzarello, es obvio que en este libro vamos a encontrar muchos elementos cruzados, muchos personajes, más de un misterio e incontables posibilidades. Pero volviendo a lo anterior, este primer volumen de la serie tiene cinco números que tardaron diez meses en publicarse, y del segundo volumen solo llegó a aparecer el primer número, y de eso hace ya dos largos años. Así que, sí, hay un claro riesgo de que estemos ante una obra inacabada o cuyo revival acabe anunciándose a bombo y platillo cuando Azzarello y Juan Doe quieran seguir adelante con una historia prometedora pero tan poco concreta hasta este punto que no es fácil de evaluar.
Para empezar, y aunque se hable de un primer volumen, no lo es en sentido estricto. No hay un final a las muchas propuestas que nos lanza Azzarello, no llegamos a la última estación en el viaje de ningún personaje de los que vemos en estos números y, este es su gran problema, no se termina de ver cuál es el motor real de la serie. ¿El hombre de facciones abrasadas y cortantes respuestas? ¿La chica que se gana unos dólares enseñando sus pechos? ¿El muchacho ario que anuncia un violento apocalipsis? Hay muchos monstruos en la serie, eso está claro, porque Azzarello siempre ha disfrutado con estos personajes marginales y llamativos. Pero a diferencia de 100 balas, en la que su carácter episódico inicial, como parte de un plan posterior mucho más ambicioso, proporcionaba un amplio elenco de personajes carismáticos que después volver a utilizar o no, según conviniera a la historia, aquí ese paso cuesta, más. Azzarello, de hecho, parece volcarse, mucho más en el escenario, en ese pueblo del Medio Oeste, en es, América profunda que tiene más importancia y protagonismo que los muslos actores. Quizá por eso lo que más y mejor convence de este primer volumen de American Monster es la a atmósfera en la que se van cociendo los distintos elementos que van dando forma, muy lentamente, a la serie.
Si tenemos en cuenta esto último, es bastante evidente que el trabajo de Juan Doe en el dibujo es fundamental para la eficacia de American Monster, y también que el sabor de boca que deja la serie está bastante ligado a su narrativa visual, siempre acertada. Su puesta en escena es brillante y se adecua a todo lo que Azzarello quiere contarnos, por supuesto un peldaño por debajo del soberbio trabajo de Eduardo Risso en 100 balas, por aquello de seguir con el ejemplo con el que comenzábamos estas líneas, pero en líneas generales dejando un muy buen sabor de boca. De hecho, el carisma de los personajes se vuelca mucho en lo que Doe les aporta, empezando por el impactante aspecto del siniestro tipo que ya desde la portada del libro nos mira directamente a nosotros, lectores, de manera amenazante, casi como una advertencia de lo que hay en páginas interiores. Es verdad que tanto Azzarello como Doe parecen moverse muy a gusto a través de, las páginas del volumen, pero siempre queda la agridulce sensación de que tenemos en las manos un material potente que no llega a explotar, o, por confiar aún en el futuro de la serie, que no lo ha hecho todavía. Lo malo es que, abre la incertidumbre que afecta al futuro de American Monster, esto es todo lo que tenemos para juzgar. Y sí, es buen material, aun con sus defectos bastante expuestos.
El volumen incluye los cinco primeros números de American Monster, publicados originalmente por Aftershock entre enero y octubre de 2016. El único contenido extra son las cubiertas originales de Juan Doe, Steve Epting, Phil Hester, Dave Johnson y Alexis Ziritt.

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