CÓMIC PARA TODOS

‘Batman y Robin. Robin resurge’, de Peter J. Tomasi y Patrick Gleason

Editorial: ECC.

Guión: Peter J. Tomasi.

Dibujo: Patrick Gleason, Andy Kubert, Juan José Ryp, Ian Bertram, Mick Gray, Jonathan Glapion, Jordi Tarragona, Juan Albarrán.

Páginas: 256.

Precio: 25 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Noviembre 2018.

Decir que las muertes en el cómic de superhéroes ya no son lo que eran es casi un eufemismo sin gracia, porque muy pocas se han mantenido inalterables con el paso del tiempo. La de Robin, la de Damian Wayne, era obvio que no iba a durar demasiado. La de Jason Todd, que se produjo en circunstancias más definitivas, no lo fue tanto, así que parecía imposible que la del hijo de Bruce Wayne y Talia fuera mucho más allá, por mucho que Batman y Robin nos hubiera mostrado en volúmenes anteriores lo bien que le sienta esta ira al Caballero Oscuro. Lo malo es que estas muertes afectan aquí a personajes sin poderes especiales, por lo que no es tan fácil dar un chasquido, recurrir a una ciencia mágica y devolverles a la vida. Y en eso, las resurrecciones de Batman y los suyos tienen una dificultad añadida. La que vemos en Robin resurge exige mucho del lector, porque se trata de ir a buscarle nada menos que a Apokolips y resucitarle con un artefacto que está más allá de la ciencia humana. No se puede decir que Peter J. Tomasi no orqueste algo dinámico y muy entretenido, pero también es algo extremo en muchos aspectos y que no es tan fácil de aceptar, incluso admitiendo que el ritmo hace todo mucho más ameno y disfrutando del hecho de que las cuestiones más trascendentes en el mundo de Batman siempre se resuelvan en familia porque eso es lo que mejor funciona.

Para aquellos que quieran hacer memoria, Darkseid fue el primer villano de la Liga de la Justicia de los nuevos 52 (aquí, su reseña). Dicho de otra manera, hizo falta todo el poder de los más grandes héroes de DC para derrotar al señor de Apokolips. Aquí solo está Batman con una armadura… y después se incorporan sus acólitos y Cíborg. La motivación de revivir a Damian es grande, pero en todo momento parece algo demasiado grande para este equipo de humanos sin poderes. Y como no es creíble, que no lo es aunque eso no sea todo en un cómid de esta índole, tiene que ser exagerado. Ahí es donde Tomasi encuentra un atisbo de verosimilitud, en lo improbable pero que se mueva dentro del escenario esperado. Tras la enésima discrepancia entre Batman y los suyos, es evidente pensar que los chicos jóvenes van a acudir a su rescate. No hay sorpresa, pero sí gusto, porque eso es precisamente lo que mejor funciona en la Batfamilia, un buen enfrentamiento que derive en la pelea conjunta. Y luego es igualmente divertido lidiar con la situación en la que Damian vuelve a la vida, y que no desvelaremos aquí para quien no haya leído todavía estos cómics. Robin resurge no para de buscar el más difícil todavía, y no, no es un escenario fácil, sobre todo para el lector más clásico, aunque el devenir de la serie nos haya llevado con naturalidad hasta aquí.

Sea o no el camino más acertado, sí que se puede destacar la buena unión que evidencian Tomasi y Patrick Gleason. Entre los dos nos han traído hasta este punto y se nota que el dibujante disfruta con los momentos más exagerados de la historia, incluyendo unos duelos físicos imposibles pero que, al final, se disfrutan precisamente por eso, porque los vemos en grandes viñetas, en splash pages dobles que no hacen más que acrecentar la sensación de que estamos viendo algo tan ilógico de base como espectacular en su ejecución. Gleason tiene un estilo muy marcado, y es una tarea casi natural asumirle como el dibujante ideal para esta serie. No importa que Andy Kubert vuelva a dejarnos un número soberbio con su formidable toque realista o que Juan José Ryp deje su sello en el Annual que cierra este volumen, Batman y Robin es una serie tan de Tomasi como de Gleason. Y lo es en lo bueno y en lo malo, porque de eso mismo es bastante consciente la pareja de autores. Lo que no se puede negar es que Tomasi y Gleason han trazado un camino al que han sabido mantenerse fieles. Será todo lo discutible que queramos, y sí, lo es, pero la fidelidad a la idea también hay que saber valorarla. En ese camino, el clímax es perfectamente adecuado. Y, la verdad, entretenido. Loco, pero muy entretenido.

El volumen incluye los números 35 a 40 y el Annual 3 de Batman and Robin, Robin Rises: Alpha, y el 4 de Secret Origins., publicados originalmente por DC Comics entre octubre de 2014 y abril de 2015. El contenido extra lo forman las portadas originales de Patrick Gleason, Chris Burnham, Darwyn Cooke, Cliff Chiang, Dave Bullock, Emanuela Lupacchino y Tommy Lee Edwards, y bocetos y páginas a lápiz de Gleason.

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