Guión: Shoko Conami.
Dibujo: Shoko Conami.
Páginas: 188.
Precio: 7,50 euros.
Presentación: Rústica con solapas.
Publicación: Febrero 2019.
Concluye Zombie Cherry con este tercer volumen, cerrando Shoko Conami esta particular comedia romántica de muertos vivientes que ha montado. Y concluye bien, con un divertido final abierto, siguiendo más o menos el manual de la conclusión perfecta y llevando a buen término todas las tramas que había planteado hasta ahora. Incluso se deja alguna que otra sorpresa para este tercer y último volumen, lo que en realidad es algo relativamente inesperado viendo el escenario con el que concluyó la segunda entrega de la serie (aquí, su reseña). Zombie Cherry se cierra con la sensación de haber dejado un entretenimiento sincero y agradable, de haber sido fiel a su propuesta inicial sin tener que reinventarse para ser lo que no quería ser y de haber llegado, probablemente y sin desvelarlo, al único final aceptable en la mente del lector. Con una nota abierta, claro está, para que el manga deje ese apreciable regusto a historia clásica de terror amable que pudiera continuarse en algún momento aunque ya en realidad no haga falta. Es una lectura ligera y simpática que ha sabido desenvolverse con acierto, que apuesta por un público adolescente a través de protagonistas de una edad similar y que ha sabido cerrar la historia sin prolongarla en exceso, aunque alguna vuelta de este tercer volumen pueda llevar a pensar lo contrario.
Ese es quizá el único pero que se le puede poner a este tercer volumen. Viendo cómo quedaban las cosas al final del segundo libro, daba la sensación de que Zombie Cherry solo podía evolucionar ya desde el punto de vista más personal, pero Conami todavía es capaz de incidir en la comedia de enredo, aprovechando que la cabeza de nuestra joven protagonista tiene cada vez más dificultades para quedarse unida al cuerpo y creando alguna que otra situación tan delirante como intrascendente. Esas escenas, por cierto, son muy divertidas, lo que hace que tampoco se llegue a tener la sensación de que sobran, pero donde más convence este número final es en el drama. No olvidemos que la serie estaba ya en el punto en el que ser zombie no era divertido sino la antesala a morir definitivamente, y que lo interesante era ver las reacciones de cada uno de los personajes ante este hecho. Conami logra meter así en la historia el sacrificio y la amistad (¿el amor…?) como temas de la historia, intercalándolos entre las risas y los gags derivados de la situación de Miu. Zombie Cherry nunca deja de parecer un manga adolescente cargado de simpatía, pero es interesante leer por debajo de esa capa de lectura ligera para ir viendo una base bastante más sólida de lo que puede parecer a simple vista, dadas la temática y el aspecto visual de este manga.
El dibujo de Conami, aun cumpliendo con sus objetivos y sin ser esto una crítica inapelable, es un poco menos ambicioso que esa forma de entender la historia de la que hablamos. Así, se acerca más a la idea preconcebida que podemos tener de este manga desde su sinopsis o sus portadas. La idea es crear una conexión directa, rápida y sin complicaciones con los personajes, que desde el primer vistazo se entienda que lo fundamental, incluso por encima de la excusa de terror, es mostrar el toque romántico juvenil del que nace toda la historia. Y esa empatía directa y sin complicaciones es la que despiertan los diseños de Conami. Pocos escenarios, porque en realidad tampoco le hacen falta a la historia, y muchos personajes, sea para explotarlos dramática o cómicamente, que son los dos aspectos en los que Zombie Cherry se mueve bastante bien. Después de tres volúmenes, siguen funcionando a la perfección los filtros que aplica a las conversaciones entre Miu y Tono para ver siempre al chico a través de los ojos de la chica, de la misma manera que funcionan las exageraciones cómicas tan propias del manga y que Conami hace suyas de una manera notable. Zombie Cherry tiene su gracia, se notaba desde el primer volumen (aquí, su reseña), y el paso de las páginas, incluso aunque el final parezca un poco forzado, ha confirmado esas sensaciones iniciales.
Futabasha comenzó a publicar Zombie Cherry en 2012. No tiene contenido extra.
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