‘Batman. Caballero Blanco’ 6-8, de Sean Murphy

Editorial: ECC.

Guion: Sean Murphy.

Dibujo: Sean Murphy.

Páginas: 32 cada uno.

Precio: 2,75 euros cada uno.

Presentación: Grapa.

Publicación: Septiembre / Octubre / Noviembre 2018.

Si hay algo que nos deja el final de Caballero Blanco, el enésimo enfrentamiento definitivo entre Batman y el Joker, es el convencimiento, si es que no lo teníamos ya, de que héroe y villano son dos caras de la misma moneda. No basta con contraponerles, eso también hay que decirlo, también hay que hacerlo de una manera inteligente. La de Sean Murphy lo es. Se ha imaginado un mundo diferente, en el que el Joker se convierte en el héroe, de manera por supuesto tramposa, y Batman en el loco descontrolado. No es descabellado decir que Murphy ha aplicado a su miniserie de ocho números la misma fórmula que Christopher Nolan: ha ideado un escenario y ha ido pegando elementos de otras interpretaciones del personaje y su universo. Al desenlace de Caballero Blanco se le puede reprochar que haya algunas tramas que pierdan bastante fuerza, personajes cuyos conflictos emocionales se diluyen bastante para no distraer la atención del elemento central de la historia, pero las sensaciones que deja cuando cerramos el último número siguen siendo muy positivas. Este es uno de esos tebeos que merece la pena leer por lo que imagina, por lo que propone, y por la forma en que lo expone en la página, y por ser una de esas historias que sobresale en el lugar común de atropellar personajes en una misma historia, porque aquí todo está pensado e hilado.

Murphy eso nos lo dejó claro al principio. No se trata de sumar por sumar. Si aparecen Batgirl, Nightwing, Gordon o Mr. Freeze es por algo. Y esos algos son los que dan fuerza al conflicto central. Lástima que al final se le escape un poco el control de estas tramas secundarias, porque de haberlas cerrado tan bien como solventa el duelo entre Batman y el Joker podríamos haber estado ante uno de los títulos más memorables del Caballero Oscuro en muchos años. Llegar hasta donde llega, no obstante, no es poca cosa. Bien orquestado su giro final, Murphy puede entretenerse así en desplegar escenas de acción bastante impactantes en las que conseguir que todos los personajes luzcan francamente bien. Puede provocar alguna duda el hecho de que el final de Caballero Blanco remueve mucho menos los cimientos del universo de Batman de lo que se ha apuntado durante toda la miniserie (aquí y aquí, reseñas de los números anteriores), pero hay mucho que rascar en cada uno de los intensos diálogos que propone, y no solo cuando Batman está en escena. Harley Quinn, la antigua Harley Quinn, también tiene mucho que decir en ese sentido, y es que Caballero Blanco se muestra, sobre todo en este final, como una historia que se cuenta más desde el lado de los villanos que, exceptuando a Batman, desde el de los héroes.

En cuanto al dibujo, sobresaliente como lo ha sido durante toda la serie. Basta decir que en estos números Murphy se dedica a dibujar una orgiástica persecución de Batmóviles de distintas procedencias por las calles de Gotham, o que juega con una soltura impresionante con el regreso del Joker, porque la planta que le da a Batman para que parezca no ya un héroe, que lo es en muchos sentidos también su trazo, sino un tipo peligroso, uno de esos con los que cambiarías de acera si te cruzaras con él por la calle. Genera auténtico miedo verle, supura violencia, y aún así podemos creer sin problemas que es el bueno de la historia. Murphy deja muchas páginas icónicas en estos tres números finales y redondea un trabajo soberbio, engrandecido además por las tonalidades que le ofrece el color de Matt Hollingsworth para que todo parezca aún más amenazador en esta Gotham alternativa. Una vez más se confirma que el corsé de la continuidad se puede romper para ofrecer resultados tan magníficos como los de Caballero Blanco. Batman sigue siendo, con creces, el personaje al que mejor le sientan estas innovadoras propuestas, y Murphy se mueve muy a gusto en su propio universo, casi la misma con la que Frank Miller construyó el suyo. Con ese referente, no cuesta imaginarse que Caballero Blanco se expanda. Pero si no lo hace, esta serie seguirá siendo igual de grande.

DC Comics publicó originalmente los números 6 a 8 de Batman: White Knight entre marzo y mayo de 2018. El único contenido extra son las portadas originales de Sean Murphy.

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