Guión: Esther Gil.
Dibujo: Carlos Puerta.
Páginas: 112.
Precio: 25 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Septiembre 2018.
Si colocar a figuras de la literatura universal como protagonistas de un relato de ficción es divertido, mucho más estimulante es que dicho personaje sea nada más y nada menos que Julio Verne, un autor sin el que la ciencia ficción y la fantasía no serían lo que son. Con el hemos viajado a la luna, al fondo del mar y al centro de la Tierra. Y en El astrolabio de Urania, el viaje es distinto, pero a la vez parte de lo que supone su universo personal. Como explica Esther Gil en las notas finales de este libro, este cómic no parte de la nada, sino de la investigación de la obra y la vida de Verne. Ficción, sí, pero con las trazas de realidad suficientes como para que sirva como un complemento a los estudios de la figura del escritor. A veces lo imaginado nos habla mejor de una figura real que una biografía, y el trabajo que hace Gil, con un espléndido dibujo de Carlos Puerta, se puede evaluar de esa manera en más de un sentido. Es verdad que acaba siendo tan ambiciosa que se le escapan algunas de las tramas, provocando cierta irregularidad especialmente en el segundo de los dos álbumes que componen este viaje, pero el resultado es de todos modos satisfactorio, incluso aunque el lector no se haya asomado previamente a algunas las muchas novelas maravillosas que Verne nos dejó como legado.
«A partir de ahora sólo viajaré en sueños». Esa es la frase con la que el pequeño Julio Verne, un niño curioso y travieso, cierra la introducción de esta historia, y es la mejor manera de afrontar este libro, como un sueño. Puede ser un sueño de la autora para completar de una manera imaginada la vida de Verne, con un viaje que sirve de base a una novela más bien desconocida. También puede ser una ensoñación del mismo Verne, algo imaginado como justificación precisamente de ese libro. Y puede ser también un sueño para el lector, que encuentra aquí una explicación verosímil, por imposible que sea en algunos momentos, al caudal de personajes, escenarios y aventuras que pueblan la bibliografía de tan singular escritor. Si hasta se permite el lujo Gil de encontrar un personaje que se atreve a cuestionar abiertamente la base científica de las novelas de Verne, dando voz a esos críticos que siempre le han menospreciado por su afición al género. Es en su imaginación verosímil donde Gil hace que El astrolabio de Urania destaque. Quizá da demasiadas vueltas para llegar a la resolución, y por disfrutable que también sea, se antoja algo más complicado conectar con la presencia del hermano de Julio. Es lo que permite justificar la presencia de los indios, como si estuviéramos en un western, pero es quizá lo que más corto se queda dentro de esta ambiciosa propuesta.
A la imaginación que pone Gil a su relato hay que sumar el espléndido trabajo de Puerta. Cada viñeta es una pequeña obra de arte. Si en la labor de Gul se intuye una enorme labor de documentación para fundamentar la obra, en el caso del ilustrador esa labor parece haber sido tiránica. Cuánto detalle hay en todo lo que dibuja, en escenarios y vehículos, en trajes y en rostros, por supuesto en esas maquinarias imposibles que forman parte de la mejor tradición del imaginario de Julio Verne. No se trata sólo de reconocerle físicamente en los dibujos, sino de entender que estamos dentro de su universo. Y eso es algo que Gil y Puerta hacen muy bien en sus respectivas áreas, y por eso hay una conjunción tan buena entre guion y dibujo, incluso aunque el movimiento sea un pequeño obstáculo para el dibujo de Puerta, que en algunos momentos funciona más como exposición que como narración. No es un trabajo perfecto, tiene algunos altibajos de ritmo y quizá podría haberse solventado con algo más de acción y menos diálogo, pero el resultado final nos deja un resultado notable, necesario para conocer la figura de Julio Verne de una manera diferente a la que nos proporcionaría un relato biográfico o la lectura de sus propias novelas. Esta es una muy buena manera de que la obra de un genio nos hable a través del trabajo de dos autores a seguir.
El volumen incluye los dos álbumes de Jules Verne et l’astrolabe d’Urania, publicados originalmente por Ankama en septiembre de 2016 y noviembre de 2017. El contenido extra lo forman las portadas originales, unas notas finales de Esther Gil y un portafolio de bocetos de Carlos Puerta.
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