Guión: James Robinson.
Dibujo: Emanuela Lupacchino, Carmen Carnero, Stephen Segovia, Jesús Merino, Marco Santucci.
Páginas: 96.
Precio: 8,50 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Octubre 2018.
Con James Robinson al frente, Wonder Woman ha adoptado un tono aventurero clásico más que agradable. Y lo ha hecho, además, sin perder ese sentido de la trascendencia y la novedad constante que busca DC en casi todas sus series desde hace tiempo. Robinson, sin olvidar los toques mitológicos que caracterizan la serie desde siempre, se ha centrado en dos elementos. Por un lado, la existencia de un hermano perdido de Diana, pero un hermano como lo conoceríamos cualquiera de nosotros, nada que ver con los hermanos que planteó Brian Azzarello, lo que tenemos aquí es un igual para Diana. Es algo así como lo que Supergirl supone para Superman. El segundo elemento es Darkseid como villano central. Y eso, además de las implicaciones que tiene para la realidad de Themyscira, es el preludio de un enfrentamiento épico que es justo que anticipa el final de esta undécima entrega. ¿Y quién no querría ver un combate entre Wonder Woman y Darkseid? Por el camino, además, Robinson va dejando esas pinceladas que le muestran como un escritor notable, uno que adora el material que tiene entre manos y que sabe respetar por igual al personaje, a sus lectores y a su propio trabajo, fusionándolo todo para ofrecer un cómic de corte clásico, de los de antes, pero con la factura de los que se hacen en nuestros días.
Empecemos, en todo caso, por lo menos logrado. Robinson, a pesar de su amplia experiencia en este terreno, se deja atropellar un poco por el ritmo de una serie mensual, quincenal en realidad porque ahora se trata de consumir cuanto más mejor. Juega con el misterio de una desaparición o el de un enemigo oculto aunque sabe que en muy pocas páginas está obligado a mostrar al lector las cartas que tiene en la mano. Eso es raro, se siente así y más en una lectura en tomos recopilatorios como es el caso, porque ni siquiera tenemos el sabor del cliffhanger que tardaremos tiempo en resolver. Es fácil de ver, precisamente, con el único que funciona en este libro, que es el último, el que sí se queda abierto. Hasta llegar ahí, eso sí, Robinson se muestra muy diestro a la hora de definir a Diana. La clave está, paradójicamente, cuando no están en escena ni su hermano ni Darkseid. El episodio con Steve Trevor, una vez más hay que referirse a lo clásico como motor de lo que Robinson nos quiere contar, es el que muestra con más precisión lo que el escritor puede hacer por Wonder Woman. Que es mucho, porque mezclamos un buen retrato con una trama de largo recorrido que también está convenciendo con cierta facilidad, incluso siendo conscientes de esos pequeños defectos que mencionábamos al comienzo de este párrafo. Y además hay ritmo y acción.
Ahí es donde Wonder Woman también se encuentra en un buen momento. Aunque son varios los ilustradores que desfilan por la serie, se siente el camino que se quiere marcar y se disfruta con las aportaciones de todos los profesionales que desfilan por esta entrega. Demasiados, sin duda y a causa de ese ritmo quincenal, pero ojo a los nombres y a lo bien que dibujan a Diana, desde Emanuela Lupa chino a Jesús Merino, pasando por Carmen Carnero o Stephen Segovia. Cada uno tendrá su favorito, y aunque es muy fácil quedarse con la primera que es además quien nos recibe con sus brillantes acabados en esta entrega o con el número mencionado de Steve Trevor del que se ocupa Segovia, con todos ellos hay un disfrute, una espectacularidad, unas notables escenas de combate y, por encima de todo, una Wonder Woman más que reconocible. Por eso funciona tan bien la serie en este punto, porque todos sus responsables están entendiendo muy bien a Diana en todas las facetas posibles. Y sí, hay muchas ganas de ver lo que sucede a continuación. Pero muchas. Y es que Robinson, muy buen acompañado en los lápices desde el primer momento, ha sabido reciclar Wonder Woman en Renacimiento para que recoja todo lo anterior, lo bueno y lo no tan bueno, y que le sirva también para empezar de cero en la historia que quería contar.
El volumen incluye los números 40 a 43 de Wonder Woman, publicados originalmente por DC Comics entre febrero y marzo de 2018. El único contenido extra son las portadas originales de Jesús Merino, Fernando Pasarín, Bryan Hitch y David Yardin.
En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.