‘Los tres hermanos de oro’, de Olga de Dios

Editorial: Penguin Random House / Nube de Tinta.

Guión: Olga de Dios.

Dibujo: Olga de Dios.

Páginas: 66.

Precio: 16,95 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Octubre 2018.

El mundo de la fábula es tan inagotable que se puede usar para lo que uno quiera. Lo que Olga de Dios quiere en Los tres hermanos de oro es dar continuidad a La gallina de los huevos de oro, ese cuento clásico que todo el mundo conoce, y explicarnos la historia de los tres polluelos que salen de los tres huevos que el granjero propietario de la gallina empleó para amasar propiedades y sentirse rico. Aquel mismo cuento es una crítica a la avaricia feroz, la que hemos podido conocer siempre, y De Dios decide continuar aquellos sucesos con otra crítica, esta a la sociedad capitalista y de consumo de nuestros días, con la apariencia de un libro de diseño sencillo y atractivo. Buena manera de hacer que el volumen tenga personalidad y, a la vez, no distraiga demasiado del mensaje que tiene la historia. Porque de lo que se trata, por encima de todo, es que ese mensaje llegue. Y lo hace, lo consigue al final de cada uno de los pequeños fragmentos que componen un todo que acaba siendo más esperanzador y optimista de lo que se intuye al principio. Los tres hermanos de oro es, en realidad, un grito de esperanza y rebelión, una invitación a que seamos nosotros mismos los que nos demos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor y nos levantemos. No en armas, sino en ilusión. Y eso no es tan común.

Puede que el mensaje sea algo ingenuo visto desde el prisma de la sociedad consumista en la que vivimos, pero tiene lógica y está bien traído. Si una obra con un dibujo tan moderno, tan propio de la comunicación más estudiada y tan alejado del cuento clásico, sirve para que nos llegue ese mensaje aparentemente tan rompedor, es que la esperanza que pregona la autora tiene bases más que fundamentadas. Es evidente que quien busque un dibujo infantil, que es el que asociamos a la fábula con más facilidad, no va a estar cómodo en un principio en las páginas de Los tres hermanos de oro. O quizá sí, porque las páginas del cuento ya conocido son las que aportan un toque más tradicional, incluso litográfico para situar la historia en su escenario campestre. A partir de ahí cogen protagonismo los polluelos, y la cosa cambia. Pero ya los conocemos desde la cubierta del libro, así que el shock no es tan grande, y además De Dios los maneja con mucho criterio y con un estilo que hace que todo se comprenda visualmente con mucha sencillez. Los tres hermanos de oro es una lectura tan aparentemente accesible como contundente en su mensaje y en su apelación al lector. No se trata sólo de leer y cabrearse con el mundo, sino de despertar. ¿Qué mejor que la literatura, cualquier clase de literatura, para provocar ese movimiento esperanzador?

No tiene contenido extra.

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.