CÓMIC PARA TODOS

Cine – ‘Ghost in the Shell 2. Innocence’, de Mamoru Oshii

Título original: Kōkaku Kidōtai Inosensu.

Director: Mamoru Oshii.

Reparto: Atsuko Tanaka, Akio Otsuka, Koichi Yamadera, Tamio Oki, Yutaka Nakano, Naoto Takenaka, Yoshiko Sakakibara, Hiroaki Hirata, Masaki Terasoma, Katsunosuke Hori.

Guion: Mamoru Oshii.

Música: Kenji Kawai.

Duración: 98 minutos.

Estreno: 6 de marzo de 2004 (Japón).

Si Ghost in the Shell (aquí, su crítica) era la película de Motoko Kusanagi, Ghost in the Shell 2. Innocence, es la de Batou. Viendo como finalizó el filme original, esto no tiene que resultar una sorpresa, pero sí marca alguna de las principales diferencias entre ambas películas. Vaya por delante que el nivel de ambas es bastante más parejo de lo que suele pensarse favoreciendo habitualmente a la primera entrega. Dicho esto, Innocence resulta algo más noir, al menos durante los dos primeros tercios de su metraje y antes de un clímax que encaja más y mejor con el universo que ya conocíamos, y que supone una de las aproximaciones más interesantes del anime al inagotable debate sobre la existencia del alma en robots e inteligencias artificiales, más lúcida y concreta que la que nos dio Masamune Shirow en el manga que dio origen a esta franquicia (aquí, su reseña). Pese a las sutiles diferencias de estilo, la película es continuista, gracias también a que Mamoru Oshii repite como director. Por eso la secuela es un complemento tan logrado de la historia inicial, por eso los personajes, sobre todo Batou, mantienen la misma voz, y por eso se recibe de una manera tan positiva, porque se limita a extender un universo simplemente andando una senda que parece prefijada, sin necesidad de artificiales saltos mortales para ofrecer algo diferente.

El éxito de Ghost in the Shell hizo que esta secuela disfrutar de un presupuesto mucho más elevado. A pesar de que se multiplican los planos de animación por ordenador a causa de esa mayor inversión, se agradece también una barbaridad que el estilo visual se mantenga. Esa era una de las razones más evidentes por las que el primer filme había convencido tanto y su impronta se alarga hasta la adaptación del manga en acción real (aquí, su crítica), que no dudó en calcar planos y diseños. Algo tendrían si dos décadas más tarde todavía se siente esa obligación moral hacia el anime. Pero si algo distingue a Ghost in the Shell es precisamente su resistencia a quedarse en el espectáculo visual. Eso lo tiene, y es el deleite mínimo que va a ofrecer a cualquier aficionado al género. A partir de ahí, hay más lecturas. Puede que falte en esta segunda entrega algo de frescura, porque el primer filme ya era ambicioso en ese sentido, pero también por el gran número de historias de ciencia ficción que exploran este terreno. Eso, no obstante, se compensa con la notable amalgama de géneros que ofrece Innocence. Es mucho menos película de acción de lo que podría suponerse desde el conocimiento de la franquicia. Esta es. Una película en la que los diálogos son pausados y significativos, mucho más de lo que pudiera parecer e incluso superando en ese sentido a los de la primera película.

Sin haber una multiplicación de escenas de acción, sí es cierto que algunas de ellas son muy violentas. Ghost in the Shell es, en ese sentido, sincera y lógica, y no expone nada que esté fuera de lugar, no engaña lo más mínimo. Es verdad que puede ser víctima de ese debate continuo sobre el uso de la violencia, pero víctima injusta en cualquier caso. El debate verdaderamente interesante que nos puede dejar la película es sobre su trascendencia. Oshii juega constantemente en la complicada frontera entre los conceptos interesantes y la arrogancia de querer sentar cátedra en un terreno en el que hemos visto tanto, pero viendo el conjunto que forman estas dos Ghost in the Shell no se puede decir que fracase, ni mucho menos. La segunda película es un complemente más necesario de lo que podríamos esperar en una primera aproximación y una cinta que incluso se sostiene por sí sola, al menos hasta el tercer acto, que es cuando haber visto Ghost in the Shell se convierte en algo prácticamente obligatorio. El miedo a la secuela desde luego se supera con relativa facilidad y no se puede decir de Innocence ni que se redundante ni que sea innecesaria. Hasta parece razonable que haya quien pueda preferir esta segunda película a la primera, sobre todo si no sintió el impacto del original en el momento de su estreno y se ha llegado a esta franquicia con retraso.

Image and video hosting by TinyPic

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Información

Esta entrada fue publicada en 2 noviembre, 2018 por en Cine y etiquetada con , .

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a otros 418 suscriptores

Archivos

Categorías