Guion: Chuck Dixon, Scott Beatty, Dennis O’Neil, Walt Simonson, Peter David, Devin Grayson, Ed Brubaker, Todd Dezago, Kelley Puckett, Jeph Loeb, Joe Casey.
Dibujo: Pete Woods, Sergio Cariello, Marcos Martín, Staz Johnson, James Fry, Walt Simonson, Todd Nauck, Roger Robinson, Scott McDaniel, Shawn Martinbrough, Damion Scott, Walter McDaniel, Ed McGuinnes, Derec Aucoin.
Páginas: 416.
Precio: 36,50 euros.
Presentación: Cartoné.
Publicación: Agosto 2018.
Uno puede imaginarse el revuelo que tiene que armarse en las oficinas de una gran editorial cuando está montándose uno de estos macroeventos que tienen necesariamente que afectar a un número elevadísimo de series. Si leerlo es estresante, planificarlo, ajustarlo y pulirlo tiene que ser de demoledor y agotador. En Joker. Quien ríe el último, evento del que vemos en este volumen sólo la primera de sus dos mitades, el esfuerzo se multiplica porque no hay límites. La idea es que afecte a todo el universo DC. Pero de manera individual, con muchos personajes viviendo su aventura casi autoconclusiva para enfrentarse al mal desatado, al menos hasta este punto. No es que los buenos se reúnan en torno a la Liga de la Justicia para vencer al Joker y los suyos, no. Se trata de que el Joker, al que le anuncian que va a morir en unos meses por un tumor en la cabeza, infecta a gentes de todas partes con un gas que jokeriza a las personas, con lo que todos los personajes imaginables del universo DC tienen su momento de luchar contra uno de ellos. No los principales, sino todos. Y además esto sucede en momentos muy concretos de sus andaduras, nada aparte de sus series independientes para que fuera una lectura fácil. ¿El resultado? Algo un tanto indescifrable que gustará más o menos en función del cariño que se tenga a los héroes a los que les toca aparecer.
Empecemos por el hecho de que la idea de Quien ríe el último es de las debatibles. El Joker, ese personaje único donde los haya, quiere que todo el mundo sea como él. Surgen dudas razonables en ese planteamiento, que desde luego merece la pena analizar. ¿Realmente el Joker perpetraría algo así? Y si lo hiciera, ¿se quedaría en el discreto segundo plano que le otorga en muchos momentos esta historia? Cada cual tendrá su respuesta, pero dejamos ahí la pregunta para quien se lo quiera pensar. En cualquier caso, el evento no lo orquesta gente que desconozca o no tenga experiencia con el Joker, al contrario. Chuck Dixon, Dennis O’Neil, Peter David, Jeph Loeb, Ed Brubaker, Greg Rucka… Mucha calidad. ¿El problema? Que una vez ha arrancado el evento, con brillantez y vinculando el motín del Joker al único momento de descanso que se permite en mucho tiempo Barbara Gordon, Oráculo, cada pequeña historia tiene más que ver con la serie en la que acontece que con el evento. Todo jokerizado, sí, pero en un contexto del que nos falta información. El libro, eso sí, nos muestra a la perfección lo que es un macroevento de una gran editorial desde hace ya tiempo, con lo bueno, que pasa por la gran cantidad de profesionales de renombre que se apuntan aunque sea de forma obligada o colateral, y lo malo, que pasa por lo difícil que es captar todo.
Insistamos en la idea de que los puntos fuertes de algo como Quien ríe el último están en la idea, aunque solo sea por la polémica que puede levantar, y por los nombres que se cuelan en los créditos. Eso mismo pasa también con los dibujantes. El hecho de abandonar las fronteras de Gotham y del control de Batman, por mucho que sean sus personajes los que copan buena parte del libro, hace que tengamos autores poco habituales. Es un gustazo ver por estas lides a Walter Simonson o al siempre espléndido Marcos Martín, o a Ed McGuinnes, aunque cueste vincular el episodio que dibuja, el enésimo regreso de Juicio Final, a este megaevento. El planteamiento, como se ha dicho, es interesante. Cuando la historia se queda en el Joker, funciona muy bien. Lo hace también en momentos trascendentes para algunos personajes, como el espléndido número centrado en Batgirl y Spoiler que dibuja con originalidad Damon Scott para el guion de Kelly Puckett. Pero no deja de ser un cajón desastre, casi una reseña del estado actual de todas las series de DC en el año 2001. El universo es un lugar demasiado grande como para que un personaje singular se multiplique como lo hace el Joker aquí. Y si, tiene su aquel por momentos, pero, esperando una resolución que levante el vuelo, Quien ríe el último se hace demasiado largo y descontrolado.
El volumen incluye Joker: Last Laugh Secret Files and Origins, los tres números de Joker: Last Laugh, el 83 de Azrael, el 62 de Nightwing, el 36 de Birds of Prey, el 19 de Orion, el 38 de Young Justice, el 22 de Gotham Knights, el 596 de Batman, el 763 de Detective Comics, el 79 de Impulse, el 175 de Superman y el 597 de Adventures of Superman. El único contenido extra son las portadas originales.
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