Guion: Steve Orlando, Jody Houser.
Dibujo: Robson Rocha, Steve Pugh, José Luis, Julio Ferreira, Carmen Carnero.
Páginas: 208.
Precio: 18,95 euros.
Presentación: Rústica.
Publicación: Agosto 2018.
Ahora que debatimos tanto sobre el papel de la mujer en el cómic de superhéroes, incluso de una manera algo artificial, quizá sea el momento de detenernos a pensar lo difícil que es escribir a personajes como Supergirl. En los tiempos en los que simplemente debía parecer la novia, la prima y la amiga ideal, era relativamente sencillo, era un personaje que caía bien con naturalidad. Pero hoy tiene que ser más que eso. Tendrían que serlo todos los personajes, pensaréis con razón. Pero viviendo en la sociedad en la que vivimos da la impresión de que Supergirl es de las que lo tienen más difícil. Cada escritor que pasa por su serie hace lo imposible por darle una personalidad propia, explorar unos problemas concretos, crear una galería de villanos especial. Y pasa el tiempo y, más o menos entretenidos, que suelen serlo mucho, hay muchas cosas que no perduran. Steve Orlando ha encontrado elementos de verdad interesantes en la historia de la prima de Superman (hasta referirnos a ella así nos hace pensar en lo difícil que es ser Supergirl), pero no deja de ser curioso que en los dos últimos números cuente con la ayuda de Jody Houser. Sí, la escritora de Faith (aquí, reseña de su primer número). ¿Alguien más ve el paralelismo pese al distinto tono de ambas series? Parece que lo hay y, en el fondo, eso no es malo.
Dadas las fuerzas alas que se enfrenta, el esfuerzo de Orlando desde que arrancó está nueva etapa de Supergirl (aquí, reseña del primer número) es notable. Y más si tenemos en cuenta que la serie de televisión también ejerce una clara influencia en algunos aspectos. Lo mejor que deja esta entrega, no obstante, no está en las hazañas superheroicas de Kara, sino en sus dilemas personales. No hay nada que no hayamos visto ya, con ella o con otros personajes, pero se agradece que la base del relato sean los problemas en el trabajo, sus dificultades con los estudios, los problemas románticos o los dilemas éticos sobre el uso de su poder o cómo ayuda a los demás. Por eso tiene tanto sentido que entre en juego Houser, porque justo eso es la esencia de su Faith. Lo malo es que Orlando no termina de concretar demasiado y el desfile de villanos es un tanto atropellado, sin que se termine de ver el sentido a todo lo que nos ofrece, más allá de una buena pelea por número para ver a Supergirl en apuros y sobreponiéndose a ellos. Orlando plantea más cosas de las que realmente desarrolla y da la sensación de que hay muchas cosas que corren el peligro de que quedarse ahí, sin respuestas, a la espera de que algún otro escritor las recoja más adelante, y que otras como el cruce con el nuevo Super-Man chino están ahí porque tocan.
El dibujo, no obstante, ayuda mucho. Robson Rocha, ya desde unas espectaculares cubiertas que complementan la belleza de las que hace el muy diferente Stanley Lau, tiene una lucidez notable para ofrecernos espectáculo, y eso compensa la presencia de batallas que, dentro de la historia, pueden ser algo rutinarias. Sus escorzos en el vuelo de Supergirl son francamente bonitos y le dan al personaje una personalidad diferente de lo habitual, lo que en el fondo no dejaba de ser una copia de los movimientos de Superman. No es fácil trasladar la idea de que no todos los personajes vuelan igual, y eso es justo lo que marca una diferencia en la Supergirl de Rocha. También alcanzan el notable con mucha facilidad los fill-ins de José Luís y Carmen Carnero, esta sale triunfante incluso con la desventaja de tener poca presencia de Supergirl en el número que dibuja y sí mucho más de Kara. Y quizá lo más débil en el aspecto gráfico esté en las páginas de Steve Pugh, con poses y gestos algo más forzados, claramente por debajo de sus compañeros de recopilatorio. Supergirl, en todo caso, necesita un empujón. No tiene mala base y dispone de un enorme potencial, como siempre lo ha hecho, aunque se haya conseguido demasiada poca brillantez con ella. Pero incluso con el aceptable nivel de entretenimiento que ofrece, también es el momento de exigir más.
El volumen incluye los números 12 a 18 y el Annual 1 de Supergirl, publicados originalmente por DC Comics entre agosto de 2017 y febrero de 2018. El único contenido extra son las cubiertas originales de Robson Rocha y Stanley Lau.
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