‘Este del oeste’ 7, de Jonathan Hickman y Nick Dragotta

Editorial: Norma.

Guion: Jonathan Hickman.

Dibujo: Nick Dragotta.

Páginas: 144.

Precio: 17,50 euros.

Presentación: Rústica.

Publicación: Mayo 2018.

Ya podemos decir con total tranquilidad, después de siete volúmenes, que Jonathan Hickman no quería darnos en realidad un mundo inspirado en Almas de metal, o Westworld para los que se hayan sumado a esa mitología desde la televisión actual, sino más bien algo a lo Juego de tronos. No, no hemos estado ciegos durante las anteriores entregas de Este del oeste, pero viendo el estado de guerra total que se despliega en esta entrega, la forma en la que las alianzas van cambiando y el vastísimo elenco de protagonistas que ya tenemos, es un buen momento para trazar esa analogía con la novela río más popular de nuestro tiempo. Dejando a un lado el demoledor instante con el que concluye el segundo de los números que tiene este libro. que es de los grandes por todas las implicaciones que tiene y que no analizaremos para no destriparlo, también es buen momento para analizar que Este del oeste no busca ya la misma capacidad de sorpresa que en sus inicios. Hickman, que gusta del largo recorrido, ha plantado muchas semillas a lo largo de la serie y todas van germinando, aunque frutos en realidad hayamos recogido pocos. No porque la serie no alcance un nivel espléndido, que lo tiene, sino porque ese es el desarrollo escogido. Es Hickman, y Hickman plantea sus historias así. Por momentos impacienta, pero para eso está el sensacional Nick Dragotta.

Lo fascinante de una serie como Este del oeste está en la facilidad con la que su autor cambia de escenario y retoma a personajes que ya hemos visto y va introduciendo otros nuevos. Da la sensación de que la historia tiene la capacidad de capturar al lector incluso aunque no haya leído toda la serie o aunque no tenga frescos en la memoria los eventos inmediatamente anteriores. Y eso implica una forma de escribir notable, porque entiende al mismo tiempo y con la misma soltura la necesidad de que todo lo que acontece lo haga dentro de un contexto, pero a la vez es capaz de crear microuniversos que funcionan por sí solos en cada escena. Este del oeste es, en ese sentido, un espectáculo de ciencia ficción de enorme calado, pero también una pieza que cuida con mimo cada diálogo. Es la manera en la que Hickman hace que sus personajes tengan un carisma bestial, que sobresale incluso de la narración río que tiene entre manos. Hickman habla de la guerra, pero también del poder. De la libertad, y también de la violencia. Es una operación a corazón abierto, sin medias tintas, salvaje en muchos momentos y en la que mezcla influencias y culturas tan diferentes que el proceso de construcción de la serie se antoja tan fascinante como la serie misma, incluso a pesar de que haya momentos en los que da la sensación de que hemos perdido un objetivo de fondo.

Eso pasa, no hay por qué negarlo, y es algo que parece bastante inevitable en una historia como esta, tan larga, compleja y ambiciosa. Pero cuando se pone en la página lo que pone Dragotta, cualquier agujero que se quiera o se pueda encontrar en el relato es casi lo de menos. La capacidad que tiene el ilustrador para dar vida a todo lo que le lanza Hickman es impresionante. Y no hablamos solo de lo que tiene que ver con el género, por muy deslumbrante que pueda ser el diseño y en aspecto de este mundo futurista, sino también de la puesta en escena que sirve para construir la personalidad de cada uno de los actores. La forma en la que afronta al quijotesco Archibald es solo la mejor muestra del impresionante resultado que logra Dragotta en su puesta en escena narrativa. Y sí, también está ese momento de que no vamos a dar detalles pero que pone los pelos de punta de una manera brutal. No se trata de juzgar si este volumen de Este del oeste es mejor o peor que los anteriores, sino de entender que es una parte de un todo, parte imprescindible como todas y con objetivos que, con algún matiz, se han repetido en todo lo que hemos leído hasta ahora. Dicho esto, el consejo es claro. Si no habéis leído la serie, id al primer volumen. Si la seguís, continuad con el disfrute.

El volumen incluye los números 30 a 34 de East of West, publicados originalmente por Image entre diciembre de 2016 y agosto de 2017. No tiene contenido extra.

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