‘Batman. Caballero Blanco’ 3-5, de Sean Murphy

Editorial: ECC.

Guion: Sean Murphy.

Dibujo: Sean Murphy.

Páginas: 32 cada uno.

Precio: 2,75 euros cada uno.

Presentación: Grapa.

Publicación: Junio / Julio / Agosto 2018.

En el mundo del cómic, como en el resto de aspectos de la vida, las revoluciones acontecen cuando todo se alinea para que ocurran. Batman. Caballero Blanco no llega en uno de esos momentos, y eso juega inevitablemente en su contra por la ambición que tiene. Sean Murphy sabe que no está reinventando nada porque las circunstancias no son las precisas. Pero dicho esto, su serie, en su tramo intermedio, confirma que estamos ante algo profundo, inteligente y relativamente rompedor. No es El regreso del Caballero Oscuro (aquí, su reseña), pero sería absurdo negar que hay elementos claros de conexión en este Batman extremo que idea Murphy. Lo diferente y, si se quiere, novedoso, es que Batman siempre ha sido el referente moral, siempre hemos sabido que era el héroe, por discutibles que pudieran ser sus métodos. Caballero Blanco no solo lo pone en duda, sino que coloca sobre la mesa la misma salud mental del protagonista. Y del antagonista, el Joker, descrito desde la normalidad psicológica de una manera brillante. Pasan tantas cosas en estos tres números de Caballero Blanco que es difícil saber por dónde empezar a evaluar el brutal ritmo que impone Murphy a la historia. O de alabar cómo la dibuja, porque el conjunto de la serie está alcanzando el sobresaliente de una manera bastante palpable.

Caballero Blanco no da nada por sentado y explora territorios fascinantes, y para ello no duda en alterar la historia que conocemos todo lo necesario, hasta el orden en el que existieron los diferentes Robins que han acompañado al protector de Gotham desde el principio. La manera en la que encajan Batman y el Joker como las dos caras de una misma moneda es bestial, y comprobar qué personaje es el que mejor entiende esa realidad es una de las magníficas sorpresas que se guarda Murphy en la manga. Esa y la manera en la que juega con la lealtad de los peones más queridos de Batman, Nightwing y Batgirl, las dos personas en las que más ha confiado a lo largo de su cruzada contra el crimen. Si se mira con detalle, no hay casi nada especialmente nuevo en las ideas de Murphy, ni siquiera el salto a la política de un villano o la inagotable trama de vincular a otro con la familia Wayne. Pero la forma en la que une las piezas es formidable. El objetivo es dejar al lector con la boca abierta tantas veces como sea posible y a fe que lo consigue en estos tres números. Eso sí, es imposible no destacar también el principal añadido de esta serie, Neojoker, un personaje que viene a fusionar lo que supone el Joker y lo que representa Harley Quinn. Sí, así de turbio es. Y aunque se detenga en contar su origen y romper el misterio, merece mucho la pena.

El dibujo de Murphy está a la misma altura, a un nivel altísimo. La forma en la que aprovecha el trabajo de color de Matt Hollingsworth para crear una atmósfera única es espectacular. Y la forma en la que sabe moverse dentro de este universo diferente para que cada instante sea especial es asombrosa. No se trata de desvelar lo que sucede en estos números, porque hay cuestiones muy trascendentes, pero sí resulta fundamental destacar cómo se amolda a escenas basadas en la adrenalina con la misma facilidad con la que hace que las emociones se apoderen del momento. Y cuando mezcla ambas cosas la página fluye de una manera formidable, como en la confrontación entre Bruce, Dick y Barbara. La admiración que provoca la serie hasta este punto es directamente proporcional al deseo de que Murphy sepa coronar en los tres últimos números todo lo que ha venido ofreciendo hasta ahora, que es mucho y muy bueno. Es verdad que hay muchas referencias, algunas muy evidentes y otras más destinadas a que las entienda el lector más documentado, y que eso puede restar cierta frescura desde un determinado punto de vista. Pero la forma de crear el engranaje en el que todo se mueva con precisión basta para compensar esas sensaciones. La serie, a falta de su tramo final, está siendo tremenda.

DC Comics publicó originalmente los números 3 a 5 de Batman: White Knight entre diciembre de 2017 y febrero de 2018. El único contenido extra son las portadas originales de Sean Murphy.

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