CÓMIC PARA TODOS

‘El cuarto mundo’ 3 y 4, de Jack Kirby

Editorial: ECC.

Guión: Jack Kirby.

Dibujo: Jack Kirby.

Páginas: 400 / 424.

Precio: 35 / 37 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Septiembre / Diciembre 2017.

Al cerrar la última página del cuarto libro de El cuarto mundo, no podían ser más o menos volúmenes, es inevitable hacerlo con una sonrisa. Es obligado leer los textos que acompañan estos libros, porque son los que a muchos iluminarán sobre la verdadera importancia de esta obra, el legado que Jack Kirby dejó a DC, por mucho que en su momento fuera un esfuerzo incomprendido y de bajas ventas, lo que provocó un final demasiado prematuro. Cierto es que hay una manifiesta irregularidad, producto del hecho de mezclar cuatro series muy distintas entre sí que además no concluyeron al mismo tiempo ni con los mismos números, y también de la realidad de que Kirby era el improvisador definitivo, que incluso teniendo un plan ambicioso y complejo era capaz de variar el rumbo en cada número que escribía y dibujaba. Lo que hay en el tercer volumen es magia pura. El cuarto libro es más bien el cierre y la manera en la que Kirby se despidió de sus creaciones. Es la guerra entre Apokolips y Nueva Génesis lo que realmente cuenta en este universo, y de ahí que la irregularidad aumente cuando se acumulan los números de Mr. Milagro, la más duradera de todas las series, y eso es lo que nos deja claro en la despedida. Orion y su salvaje lucha Darkseid. Los Nuevos Dioses y su interminable lucha contra los parademonios y los generales de Darkseid. Un tebeo inmenso.

Inmenso por extensión y por ambición. A cada número que pasaba, Kirby daba muestras de estar en plena forma, con una imaginación siempre fértil. Había pasado tiempo, y sin embargo nos dejó con El pacto una formidable historia de origen. Divertía con la pretendida ligereza de Mr. Milagro o la jovialidad adolescente de Los Jóvenes Eternos, se divertía conectando este cuarto mundo con el universo DC de siempre con Superman y Jimmy Olsen, pero sobre todo creaba un mundo propio en todos los sentidos con Los Nuevos Dioses. Con ellos se alcanzan los mejores momentos del tercer libro y a ellos dedica el testamento que supone la doble historia que forman ¡Hasta los dioses han de morir! y Los perros hambrientos. Hay tantas cosas que ver en El cuarto mundo y tantas conexiones que se trazan, con las historias principales y con los complementos que se incluyen, que resulta imposible no sentirse abrumado por semejante osadía. Esa sigue siendo la clave de El cuarto mundo, que era un salto mortal que nadie había dado hasta ese momento. Nadie había intentado conectar cuatro series independientes de esta forma, y eso le da un carácter precursor que el paso del tiempo lo hace sino darle aún más valor. Sí, los cómics ya no se hacen como los hacía Kirby, pero qué maravilla sigue siendo ver el resultado de aquel descomunal trabajo.

El dibujo de El Rey, que por algo era conocido con ese apelativo, era ya moderno para su época y habrá quien lo considere envejecido para el momento actual. Pero es una barbaridad lo que Kirby pone en la página. Su tecnología retro y gigantesca, sus diseños exagerados y coloristas, sus mundos imposibles, sus héroes de una pieza, sus mujeres de una belleza rotunda que no entendía de cánones exiguos y sus villanos aterradores, escorzos imposibles y posturas fantásticas, y unas batallas antológicas hacen de El cuarto mundo un deleite continuo. No hay manera de contener todo lo que ofrece Kirby en unas pocas líneas, cuando lo que pide a gritos es que disfrutemos de cada instante, de cada personaje. Kirby siempre buscaba imposibles, y si genialidad estaba y sigue estando en su increíble facilidad para encontramos. El cuarto mundo que acaba con estos dos volúmenes era el mayor de los imposibles que se había planteado hasta ese momento la industria americana del cómic. Si no tenemos en cuenta los datos de ventas de entonces y el respaldo minoritario que encontró entre los lectores, fue un imposible histórico. Que todavía hoy podamos ver esta obra magna reeditada para que las nuevas generaciones la conozcan es un síntoma de lo grande que es. El Rey murió hace tiempo, pero su legado es tan grande que bien podría decirse que es tan eterno como sus personajes.

Los dos volúmenes incluyen los números 146 a 148 de Superman’s Pal Jimmy Olsen, 7 a 11 de The Forever People, 7 a 11 de The New Gods, 7 a 18 de Mr. Miracle, 1 a 6 de The New Gods (reprints series) y Hungers Dogs, publicados originalmente por DC Comics entre febrero de 1972 y febrero de 1985. El contenido extra lo forman sendas introducciones de Paul Levitz y Glen David Gold, epílogos de Mark Evanier, un artículo de Jorge Garcia, portadas, ilustraciones y bocetos de Jack Kirby y las fichas que dibujó para Who´s Who: The definitive directory of the DC Universe.

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Esta entrada fue publicada en 24 julio, 2018 por en DC, ECC, Jack Kirby y etiquetada con , .

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