‘Batman: Detective Comics. Héroes sangrientos’, de Francis Manapul y Brian Buccellato

Editorial: ECC.

Guión: Francis Manapul, Brian Buccellato, Benjamin Percy.

Dibujo: John Paul Leon, Fernando Blanco, Francis Manapul, Steve Pugh, Marcio Takara.

Páginas: 200.

Precio: 20,50 euros.

Presentación: Cartoné.

Publicación: Febrero 2018.

Sin preguntar a Francis Manapul y Brian Buccellato si tenían como referente la etapa de Alan Gran y Norm Breyfogle a la hora de lanzarse al mundo de Detective Comics, es imposible saber si la referencia es consciente o no. Pero está ahí de una manera cristalina. Se vio en las historias recopiladas en Anarquía (aquí, su reseña) y se ve en el comienzo de Heroes sangrientos. Pero ahora es cuando viene el problema: Batman, el Batman de toda la vida, Bruce Wayne, sale de la ecuación por motivos editoriales y llega un nuevo Batman, esta vez con armadura robotica y con Jim Gordon en su interior. Imaginaos que a Grant y Breyfogle les hubieran hecho lo mismo, la de historias cortas memorables con personajes exóticos e imaginativos que nos habríamos perdido. Pues una vez leída Terminal, la primera historia de este libro, la que más claramente sigue la premisa mencionada y la única en la que el Batman de Bruce Wayne es el protagonista, a pesar de que es un interludio escrito por Benjamin Percy y dibujado por John Paul Leon, esa es la sensación que queda, la de que se nos ha cortado a medio camino una etapa que prometía muchísimo. De hecho, Buccellato se baja del tren en este volumen, ocupándose solo del argumento de la historia central, la que reúne a Bullock y Montoya con el nuevo Batman en el centro.

Al final, resulta casi accesorio decir que este volumen es de Manapul y Buccellato porque se les ve menos de lo deseable. Percy en Terminal sigue su premisa, y deja una de esas historias que habrían encajado fenomenal a finales los 80 o comienzos de los 90. Y es Peter J. Tomasi el encargado de cerrar el libro con esa historia en dos partes que une los destinos del nuevo Batman y la Liga de la Justicia, con un entretenimiento alto aún con una base poco verosímil. ¿Confiaría la Liga en un nuevo Caballero Oscuro? Complicado. Así que de Buccellato y Manapul solo nos quedan cuatro números ideados por ambos y escritos pero ya ni siquiera dibujados por el segundo. Pero, de nuevo hay que recordarlo, sin Batman. La idea, casi de manual, es seguir la estela de Gotham Central (aquí, reseña de su primer volumen), aunque más adrenalina. Bullock y Montoya llevan décadas siendo una pareja de policías brillante y atractiva, y los dos escritores saben hacer que el regreso de la segunda a la ciudad de Batman tenga lógica y empaque, lo que no es poco teniendo en cuenta las inagotable idas y venidas de ambos personajes. Eso sí, queda la sensación de que Gordon, este rejuvenecido Gordon que se convierte en algo a medio camino entre el héroe de acción y el de guerra, se queda algo descolocado, sin ser el protagonista que tendría que ser.

En Héroes sangrientos, como se decía un poco más arriba, no queda ya ni rastro de Manapul como dibujante. La historia que escribe se la queda Fernando Blanco, que sabe aprovechar el tirón de acción y espectáculo que le brinda el autor, y también manejando a gusto la dinámica entre Bullock y Montoya. Puede que sea porque son los únicos en los que sale el Batman tradicional, pero los números que mejor sabor de boca dejan son los dos primeros, los que dibuja John Paul Leon con su clásico estilo sucio, demostrando lo bien que se adapta a una historia de características detectivescas y con las estructuras de una gran ciudad oscura, en este caso en su aeropuerto. Y nos despedimos con la aportación de Marcio Takara para dar vida a un Batman robótico algo más estilizado que el de Fernando Blanco con una Liga de la Justicia en la que uno ve versiones tan diferentes de los personajes clásicos (Superman con su camiseta, el efímero traje de Wonder Woman en el tramo final de los Nuevos 52), que casi resulta fácil pensar que estamos leyendo la historia de un mundo alternativo. Héroes sangrientos cumple, porque nos ofrece un buen Batman para empezar, una nueva fuerza policial en Gotham para continuar y, para acabar, la exigencia editorial de encajar a este remozado Batman en la Liga de la Justicia.

El volumen incluye los números 35, 36 y 41 a 46 de Detective Comics, publicados originalmente por DC Comics entre . El contenido extra lo forman una introducción de Felip Tobar y las portadas originales de John Paul Leon, Francis Manapul, Andrew Robinson y Danny Miki.

En nuestra galería de Facebook podéis acceder a todas las páginas que mostramos de todos los títulos que comentamos.